jueves, 14 de abril de 2011

ANTES DE QUE ABRAHAM EXISTIERA, YO SOY (Jn 8, 51-59)


Ese es nuestro regocijo y nuestra fe: "JESÚS ha existido desde el principio, siempre, y en ÉL existiremos nosotros siempre también. La muerte, el azote invencible que nos atemoriza, ha sido vencida. Y el hecho de que eso es Verdad lo testifica su Resurrección. Todo se ha cumplido en ÉL, hasta su Resurrección.

Y quien no lo crea se queda sin esperanza, sujeto a una vida de muerte y caduca. Porque todos esperamos y queremos resucitar, o dicho en otros términos, "no morir" sino vivir en la otra vida eternamente feliz. Porque vamos a resucitar, eso seguro, pero no lo es estar a la derecha o a la izquierda. Eso depende de nuestros actos, ahora, aquí en este mundo en el que estamos de paso.

Toda la confianza del HIJO está puesta en su PADRE. Es el PADRE quien lo Glorifica y quien le da su Gloria. Esta sumamente unido a su PADRE y nos enseña la necesidad que tenemos de nuestro PADRE Bueno del Cielo para sentirnos seguro por el acontecer de nuestra vida.Todo lo que buscamos nos lo da nuestro PADRE Bueno del Cielo.

El cristianismo es más que un conjunto de reglas morales elevadas, como pueden ser el amor perfecto, o, incluso, el perdón. El cristianismo es la fe en una persona. Jesús es Dios y hombre verdadero. «Perfecto Dios y perfecto Hombre», dice el Símbolo Atanasiano. San Hilario de Poitiers escribe en una bella oración: «Otórganos, pues, un modo de expresión adecuado y digno, ilumina nuestra inteligencia, haz también que nuestras palabras sean expresión de nuestra fe, es decir, que nosotros, que por los profetas y los Apóstoles te conocemos a ti, Dios Padre y al único Señor Jesucristo, podamos también celebrarte a ti como Dios, en quien no hay unicidad de persona, y confesar a tu Hijo, en todo igual a ti».

Señor Jesús, amigo mío, gracias por todos los dones que me has dado, 
sabes que soy tuyo y en ti solo quiero estar, 
no permitas que me separe de tu amor, 
sabes que soy débil pero yo confío 
en tu misericordia, dame tu amor 
que eso me basta, pues 
contigo todo lo puedo
y con tu amor soy feliz. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.