lunes, 20 de junio de 2011

NUESTRO IDEAL ES LA VIDA DE LA GRACIA (Mt 6, 19-23; 6, 24-34; Jn 3, 16-18; Mt 7, 1-5)


Los compañeros y hermanos en XTO.JESÚS que acostumbren a leer a diario este blog, habrán observado que desde el jueves, 16, no he reflexionado o meditado hasta hoy. La razón es magnífica y, afortunadamente, Gracia de DIOS, pues he estado en un Cursillo de Cristiandad, concretamente el nº 45, mixto de Lanzarote celebrado en Nazaret.

Obvio es, pues, derramar lo que el ESPÍRITU ha suscitado en mí estos hermosos días, que por otro lado, están contenido en el Evangelio correspondiente a esos días, pues cada día en el Cursillo celebramos la Eucaristía correspondiente. Antes, agradecer en el ESPÍRITU SANTO, sus oraciones y sacrificios en petición para que la Gracia de DIOS se derrame en todos los que de alguna forma participamos en ese Cursillo.

No nos cabe ninguna duda que el hombre, por el hecho de ser hombre, busca ser feliz. Es algo que está impreso y sellado irrevocablemente en su corazón. Y esa felicidad no la puede alcanzar sino en DIOS, porque de ÉL ha venido, y a ÉL volverá.

El mundo en el que vivimos es finito. Ha sido creado para servirnos durante nuestro paso por esta tierra. No tiene otra finalidad. Por lo tanto, hacer de eso un fin y buscar en ello la felicidad es cosa inútil, entre muchas razones porque nosotros estamos llamados a una vida eterna, para SIEMPRE, y el mundo que nos sirve como medio para vivir es finito, sólo nos sirve mientras peregrinamos a nuestra verdadera meta.

Por lo tanto, elegir otros dioses como el dinero, poder, bienes...etc, es perder el tiempo. Son tesoros corruptibles que tienen sus días contados y que nos distraen de nuestro verdadero Ideal. Sólo DIOS basta y esa es nuestra verdadera elección, pues es la única que responde a nuestro mayor deseo: "Ser feliz eternamente".

Pero, nuestra pobreza y pequeñez nos impide comprender y entender tan alto Misterio. Es el ESPÍRITU SANTO quien nos irá, en la medida que nos dejémonos iluminar, alumbrando la verdad de ese gran Ideal al que todos estamos llamados: "La Vida de la Gracia". A nosotros solo nos debe importar ponernos en sus Manos, sin atrevernos a juzgar, para que la acción del ESPÍRITU nos transforme y nos haga hogueras ardientes en el Amor del Único y Eterno SEÑOR.


Sé, SEÑOR, que mi vida será un caminar
corriente arriba hacia TI. Y, también
sé, que siendo difícil ir contra
corriente, otros seres creados
por ti lo consiguen, por
ejemplo el salmón.

¿Por qué, entonces, yo no puedo
conseguirlo, y más con tu
sabiduría y fortaleza?

TÚ me invitas a hacerlo, a recorrer 
el camino sin miedo y con la 
esperanza de saber que
contigo mi victoria 
es segura. Amén.

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