lunes, 5 de septiembre de 2011

¿OBEDECERÍA YO A JESÚS? (Lc 6, 6-11)


Es fácil leer a posteriori y decidir al respecto, pero sería otra cosa tener esa experiencia en vivo, en directo. ¿Le haría yo caso a JESÚS? ¿Me pondría donde JESÚS me dice y extendería mi brazo como ÉL me lo dijese? Son imaginarias palabras que no van a tener lugar en ese escenario, pero si ocurre en el nuestro propio.

¿Me estará diciendo JESÚS que extienda mi brazo y que le siga? Me estará diciendo JESÚS que hable a los hombres, con mi ejemplo, con mi vida y con mi testimonio de amor? ¿Querrá JESÚS que construya un mundo mejor con los hombres, y no sólo? ¿Me repetirá que haga todo el esfuerzo posible de mi parte para amar, y que lo demás corre de su cuenta? 

¿O simplemente no me dice nada porque yo me ofusco y no quiero oír sino aquello que, de antemano, quiero oír? Y, sin más razonamiento ni reflexión, buscamos la manera de quitarlo de nuestras vidas.

¡SEÑOR!, yo quiero extender mi brazo como, cuando y
donde TÚ me digas. Sea sábado u otro día.
Cuando TÚ lo digas, porque en
TI, por TI y Contigo quiero
hacer el bien y amar. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.