lunes, 31 de octubre de 2011

LA SEÑAL DEL VERDADERO AMOR ES LA GRATUIDAD

Lucas (14, 12-14)

Si lo que haces busca una recompensa, no lo estás haciendo por amor. Ni tampoco se puede llamar a ese hacer, amor, será otra cosa, será un trueque, un cambio de esto por lo otro. Poque amar es dar sin esperar ni aceptar nada a cambio.

Porque cuando aceptas, tu labor queda recompensada y saldada. Acabas de recibir tu premio. Premio que muchas veces se esconde en lo más profundo de nuestro corazón, que espera ser recompensado. El aplauso, la fama, el prestigio, el centro de halagos y admiración, los primeros puestos, el poder, la vanidad...etc., además de otros muchos, cuando no las riquezas, son recompensas que saldan nuestras deudas amorosas. 

Nuestro PADRE DIOS no nos ama así. Si así fuese estaríamos perdidos. Nunca lograríamos saldar esa deuda de amor. Nuestro PADRE nos ama sin limites y sin ninguna posiblidad de ser recompensado, porque aunque quisieramos, nunca podríamos.

Y si hemos sido creados a su imagen y semejanza, nuestro amor debe seguir el mismo camino: "Amar sin esperar nada a cambio". Por eso, sin ÉL nada podemos, porque sólo con su Gracia seremos capaces de amar de esa forma. Entendemos, entonces, que el amor no está apoyado en los sentimientos, sino que es un criterio que, por la Gracia de DIOS, puede ser capaz de dar sin recibir.

Fuera de TI, DIOS mío, no existe el amor.
Sólo contigo y en TI podemos
encontrarlo.

Por eso, simplemente por eso, te 
necesitamos, y te pedimos
que ocupes nuestros
corazones. Amén.

domingo, 30 de octubre de 2011

DECIR Y HACER

Mateo 23:1-12
De nada vale predicar y defender una opción, unas actitudes, si luego no tratas de vivirlas y llevarlas al hacer diario de tu vida. Nada vale decir que somos hermanos, si luego no te esfuerzas en vivir como hermanos.

Y en nuestras vidas hay mucho de esas actitudes. Al menos en la mía. No vivimos de acuerdo con lo que pensamos y queremos vivir. Somos débiles y fallamos, cometemos errores y nos buscamos irremediablemente. Es nuestra natural tendencia, y nuestra lucha de cada día. El esfuerzo de renunciar a los primeros puestos, y tomar el último. O lo que es lo mismo, servir y no ser servido.

Proponemos que las leyes las cumplan otros, y para nosotros dejamos sólo el señalarlas y exigirlas que otros las cumplan. Y eso se transmite y se ve. Sólo con mi ejemplo y mi vivencia coherente de lo que digo y hago, seré capaz de convencer y de transmitir la Buena Noticia que JESÚS proclamó y vivió.

Porque ese intento de ajustar lo que vivo con lo que pienso se llama "amar". Ese esfuerzo, al tratar de ajustar mis actitudes de acuerdo con lo que proclamo y digo, es lo que se llama amar. Porque en el intento dejo de pensar en mí y me descubro pensando en el otro.

Ayúdame, DIOS mío, a esforzarme en ensamblar
lo que digo con lo que hago, pues sólo así
seré luz de lo que soy. 

Y hazme luz de tu LUZ, porque sólo lo que
viene de TI es la verdad y la vida.
Toma mi vida, SEÑOR. Amén.

sábado, 29 de octubre de 2011

BUSCAR LOS ÚLTIMOS LUGARES

Porque todo el que se ensalce, será humillado ...( Lc 14, 1. 7-11)

Porque quien se olvida de sí busca el bien del otro. Por eso, cuando no estás pensando en ti no te preocupan los primeros puestos. Te preocupa que todo salga bien y que los demás se encuentren cómodos y a gusto.

Se puede actuar de dos formas, una, buscando tus intereses y sometiendo los intereses de los demás. Tú primero y los otros después. Primo yo, y lo demás ocupan un lugar secundario, condicionado a mis privilegios e intereses. O de otra forma, dejando tus intereses para el final. Primero el otro, su acomodación, sus privilegios, sus necesidades. Luego, si queda, las mías.

Experimentas que la puerta se estrecha, se hace incómoda, necesita soltar todo lo que llevas, y hasta adelgazar unos kilos. Entrar cuesta fatiga y mucho esfuerzo, pero adentrado en el camino, la carga se hace ligera y el yugo suave. No vamos solos.

Así actuó JESÚS. Observaba, no para sacar partido para sí, sino para lograr bienestar y beneficios para otros. Le preocupaba el peor parado, el más desamparado. Observaba para ayudar, para servir, para hacer el bien. Y  se olvidaba de sí mismo. No busca ser honrado, sino honrar. No piensa en su honor, sino en el honor del PADRE. No piensa en ÉL sino en los demás. Toda su vida se convierte en una manifestación del PADRE, de un PADRE que es Amor.

No busquemos los primeros puestos, ni ser servido.
Busquemos, mejor, los últimos lugares y
servir.

Pero hacer esto no esposible desde nosotros.
Necesitamos la Gracia de JESÚS
y la asistencia del
ESPÍRITU SANTO. Amén.

viernes, 28 de octubre de 2011

ORA ET LABORA

 Lc 6,12-19
Nuestra estructura carnal necesita un parón, un apartarse para mirarse, reflexionar y verse tal y como es y a donde se dirige. Porque injertado en este mundo es fácilmente engullido por las estructuras materiales propias de su carnalidad.

Por eso JESÚS apoya su vida en la oración continua y diaria con el PADRE sin olvidar la acción a realizar en el mundo al que ha bajado. Y su conducta nos señala que nuestro peregrinar debe afianzarse en esa doble vertiente: "La oración y la acción". Sentencia que conocemos muy bien por ser asumida en muchos monasterios de monjes: "Ora et labora".

Nuestro Ideal es llegar a la oración contemplativa, entendiendo por ello, no el estar todo el día en oración reflexiva y estática, sino vivir todos los momentos de cada día en la presencia de DIOS. Ya sea en la familia, en el trabajo, con los amigos...etc.

Diría, discernir todas mis decisiones y actos desde la óptica según JESÚS, desde la asistencia del ESPÍRITU SANTO, porque no estamos solos. Se nos ha enviado el ESPÍRITU para asistirnos y ayudarnos a encontrar luces que nos alumbre por donde debemos ir.

No perdamos la LUZ que alumbre nuestros
pasos en todo momento. Es la petición
que hoy elevamos al PADRE, en
JESÚS, para que nuestra
vida sea según ÉL. Amén.

jueves, 27 de octubre de 2011

SABER NUESTRA META NOS AYUDA A NO DESVIARNOS



Lucas 13:31-35

Si perdemos el fin último al que estamos llamados, podemos perdernos y desviarnos de él. Y, por consiguiente, no alcanzarlo, porque en nuestro recorrido (vida) nos encontramos con muchas dificultades y tentaciones que nos inducen a desviarnos de nuestra vocación final.

Y es que estamos llamados a vivir eternamente. Una vida plena en gozo y eternidad en la presencia del PADRE. Hemos sido creados para eso, para alcanzar la santidad de los verdaderos hijos de DIOS. Esa es la perspectiva que nos debe acompañar en cada momento, porque teniéndolo claro y presente, nuestra camino será firme e indestructible. Así lo vivió JESÚS y nadie le pudo apartar de su subida a Jerusalén, porque allí tenía una cita con la Voluntad de su PADRE.

En todas las reuniones se huye de este planteamiento. Nadie quiere hablar de la muerte y se tiene como miedo hacerlo. Incluso, pedimos porque nos dejen aquí el mayor tiempo posible. Eso, hasta cierto punto es normal, pero también es normal, o debería de serlo, que nos enfrentemos a la muerte con la confianza de que es el último eslabón que nos separa de la Gloria, de la vida eterna junto al PADRE.

Confiar en JESÚS, pues ÉL ya lo pasó y nos acompaña a cada uno para que, junto a ÉL, no tengamos miedo de pasarlo también. El miedo a la muerte para un creyente debe de quedar en segundo plano. Así lo entendió santa Teresa y todos los santos. Nosotros, los creyentes, también estamos llamados a ser santos. ¿Por qué sentimos miedo?

Dame, JESÚS, la fortaleza y valentía de no rehuir
el momento de mi muerte. Que sepa, junto
a TI, asumir y confiar que la muerte
es la puerta que me abre
a la vida que espero
al final del camino. Amén.

miércoles, 26 de octubre de 2011

NO SE TRATA DE SUERTE NI DE CONSEGUIR UNA PLAZA

Lucas 13, 22-30

No, se trata de un estilo de vida según el estilo de JESÚS. ÉL nos lo ha marcado y nos lo ha dicho: "Si quieres entrar en el Reino de los Cielos, ama". Por eso, la esencia de la vida es el amor, porque conseguirás vivir eternamente si amas.

Pero para amar se necesita luchar a muerte por entrar por la puerta estrecha. La puerta de la renuncia de uno mismo, la puerta del sacrificio y la disponibilidad a comprender, a servir, a ser humilde, a la obediencia, al compartir. Es más atractiva la puerta ancha, donde uno se encuentra más cómodo, más a gusto, más preocupado por uno mismo, por sentirse bien y vivir placenteramente. 

Es la puerta de los derechos a la calidad de vida, al bienestar... sin tener en cuenta ni preocuparme por los demás. Sólo yo soy mi misma prioridad. Es la puerta de los primeros que guardan cola para entrar y aguardan a que el SEÑOR la abra. Pero ocurre que igual no se abre y nos sorprendamos por ello.

Es la puerta de lo políticamente correcto, de confundir lo normal con lo corriente, de que vale todo según tú lo veas, de pensar como piensa la mayoría, y de hacer lo que hace la mayoría, porque esa es la moda y lo que me permite mantener mis intereses y mi estatus. Es el derecho a satisfacer mi propio egoísmo y a defenderme frente al otro sin importarme lo que le pase.

Nos sorprendemos al oír que  nos diga el SEÑOR que no nos conoce, que no sabe de donde somos... ¿Cómo puede ser eso? Nos extraña esa respuesta. Nosotros que hemos celebrado la Eucaristía tantas y tantas veces; nosotros que hemos rezado muchos rosarios, que hemos seguido al pie de la letra todos los preceptos...etc.

Sí, nosotros que quizás confundimos las normas y preceptos con la esencia de lo fundamental, el amor. Porque todo lo que hagamos estará en función del amor, para el amor. Porque para amar se necesita luchar, estar en JESÚS, hablar con ÉL, seguirle a pesar de no tener donde reclinar la cabeza. Olvidarme de esa vida llena de confort y muy agradable, porque mientras otros sufren, tú y yo no podemos descansar.

Sólo cuando realmente empecemos a amar, será cuando empezaremos a sentir paz, bienestar del bueno, serenidad y tranquilidad plena. Porque sólo el amor nos puede dar eso. Y ese será el síntoma de que verdaderamente estamos amando.

Que sepamos distinguir la norma del fundamento,
porque lo que abre la puerta no son los
preceptos, sino, siendo necesarios,
la llave de la puerta estrecha,
esa que conduce a la
eternidad, es
el amor. Amén.

martes, 25 de octubre de 2011

LA SEMILLA NECESITA SU TIEMPO

Lucas 13, 18-21
Y nosotros desesperamos. La paciencia de DIOS es infinita y y su Misericordia nunca desespera ni se cansa. No ocurre igual en nosotros que queremos resultados inmediatos y desesperamos ante la lentitud del proceso de conversión. No alcanzamos a pensar que quizás nuestra época es la de sólo sembrar, y a otros les toca recoger.

Suelo experimentarlo mucho en mi labor de Cursillo de Cristiandad. Desespero ante la escasa respuesta, sed y hambre de DIOS que la gente muestra, y se hace difícil reunir un pequeño grupo para celebrar un Cursillo. El fantasma de suspenderlo ronda siempre muy cerca. Y desespero y me pregunto como TÚ, mi SEÑOR no espabilas esas mentes y les despierta el hambre y sed de TI. 

TÚ, SEÑOR, que tienes más interés que yo. TÚ, SEÑOR, que sales al encuentro de cada uno de nosotros y nos invitas a beber de tu Gracia. ¿Cómo es posible que te muestres tan pasivo, tan aparentemente indiferente ante la escasa respuesta de tus hijos a escucharte? Creo que nunca lo entenderé, pero me admira y me anima el experimentar esa infinita paciencia que nuestro PADRE DIOS tiene para con nosotros.

La Palabra de hoy me anima, me da aliento y me conforta para continuar la lucha sin desesperarme, sin angustias, sin esperar nada a cambio. El SEÑOR sabrá. ¡cuanto espera también por mí! Por mis malas respuestas, mis fallos, mis debilidades, mis incomprensiones, mis desesperos, mis rebeldías...etc. Y continuas sin pestañear a mi lado.

Ya, ¡seguro!, crecerá el árbol, fermentará la masa, y todos nos volveremos a TI, porque sólo TÚ, mi SEÑOR, tienes Palabra de Vida Eterna.

Alienta mi vida, SEÑOR, dale sostén y mantenla
paciente, vigorosa y fuerte en la lucha,
aunque no vea resultados, aunque
todo parezca retroceder.

Dame la capacidad de descubrir tu presencia,
y de experimentarla. Porque sintiéndote
a mi lado todo será mejor, y mi
confianza será plena. Amén.

lunes, 24 de octubre de 2011

¿MEDIACIONES?

Lucas 13: 10-17

La razón, muy peligrosa, de que nos quedemos en la mediocridad y no crezcamos está en las mediaciones. Todo lo reducimos a medios: normas, prácticas y preceptos, que cumplidos nos justifican y satisfacen, dejando todo lo demás en un segundo plano. Incluso el amor.

Cumplida mis obligaciones, según manda la ley, estoy en paz, tranquilo y que cada uno se limite a lo suyo. Sin embargo, todos no hemos recibido lo mismo, tanto en la salud como en la enfermedad; tanto en la pobreza como en la riqueza. Y necesitamos relacionarnos y tenernos en cuenta unos a otros. De lo que tú careces, quizás a mi me sobre, y viceversa.

Reducimos nuestro DIOS a unas prácticas y normas que, fuera de ellas, mi vida me pertenece a mí y la vivo según mis apetencias y egoísmos. Las leyes mandan, y a ellas hay que remitirse. Todo queda sujeto y debajo de la ley, y, de alguna forma, ellas dirigen nuestra vida.

Cerramos nuestras puertas con la llave de nuestras mediaciones, y ya nada nos sorprende, ni siquiera que JESÚS nos hable y nos de signos de su Divinidad. Estamos ciegos y nuestro corazón no es capaz de abrirse a la acción del ESPÍRITU. Estamos esclavizados y encadenados a la ley del sábado, ahora, fin de semana...

Y es el día, no del cumplimiento, sino, ahora, del relax, del relajamiento, del ocio entendido como buscar tiempo para mí, para mi deleite, mis placeres, mis diversiones... y los demás que se busquen su vida. De las normas hemos pasados a mis propias normas, y tanto en una u otra situación hemos obstaculizado las arterias de nuestro corazón que nos comunican con DIOS.

Despierta, SEÑOR, en mí la inquietud de servirte en 
los hermanos. Precisamente en aquellos que
más lo necesiten. Dame la capacidad y
la fuerza de poner mi tiempo
y mis capacidades al
servicio de los
que lo necesiten. Amén.

domingo, 23 de octubre de 2011

TODO CONSISTE EN AMAR

Mt 22,34-40

No hay más preceptos, porque todos, completamente todos, están contenidos en el amor. La esencia de la vida es el amor, y sin amor no hay vida plena que desvele todo el sentido gozoso que en ella se encierra. 

JESÚS nos pregunta: ¿Quieres ser feliz y eterno? Ama a mi PADRE sobre todas las cosas, y al prójimo como yo te voy a enseñar a amarlo. Y el Camino está señalado. Esta es la lección que en la noche de Pascua, la Santa Cena, JESÚS nos da y nos transmite. Sólo en el servicio desde la humildad seremos capaces de amar y amar.

Porque el amor no es un sentimiento, es un criterio que está por encima de nuestros apegos, nuestros intereses, nuestros egoísmos. Para amar no hay que esperar a sentir, sino entender que eso es lo justo, lo que debemos hacer, lo que nuestra conciencia nos descubre. 

Lo que decía Pablo: "Hago lo que no quiero hacer, pero no hago lo que entiendo que debo hacer". Ese entender hacer lo que debo es simplemente amar. Salir de ti mismo, para meterte en el otro, no por intereses o egoísmos, que a veces ocurre con más frecuencia que lo que pensamos, sino por amor.

Esta es la razón que descubre la necesidad de nuestras oraciones, nuestras Eucaristías, nuestros sacrificios, nuestras renuncias, nuestro permanecer e ir injertado en JESÚS. Sin ÉL no podremos llegar a convertirnos en amor, porque es ÉL el Amor supremo. Pero sólo amando le alcanzaremos.

De nada me vale tu amistad, SEÑOR, si no
soy capaz de darme y entregarme a
los demás, tal y como TÚ lo
has hecho conmigo. Amén

sábado, 22 de octubre de 2011

¿HAGO LO QUE DEBO?

Lucas 13,1-9

Porque siento muchas cosas que no quiero hacer, y el luchar contra ellas me fatiga, se hace duro, se me hace cuesta arriba. Al mismo tiempo descubro lo que me gustaría hacer, pero, por la misma razón, no llego a concretarla. Viene entonces a mi memoria las palabras de Pablo de Tarso: "Hago lo que no quiero, y no hago lo que quiero".

No doy los frutos que debiera, y eso me preocupa. Sin embargo, el PADRE Bueno del Cielo espera pacientemente un año tras otro. Y cuida mi tierra, la abona y riega y le da calor sin ningún resultado. Pero espera pacientemente, sin exigirme ni presionarme. ¡Cuanto amor!

Cuanto amor imposible de entender. Y eso nos desespera a veces también. Por qué no tener confianza y, como el hijo prodigo, regresar a ÉL. Sabemos que no merecemos el trato y cuidados que nos da, ni tampoco damos los frutos que debemos dar, pero, ese amor, nos conforta y nos mueve a esforzarnos en dar frutos. A luchar contra nuestra hipocresía, contra nuestras apariencias, contra nuestras mentiras, contra nuestras autotraiciones.

Como Pablo, SEÑOR, tu apóstol de los gentiles,
queremos, con tu Gracia, hacer tu 
Voluntad, y no la nuestra.

Danos las fuerzas y la luz de, no sólo querer,
sino también de llevarlo a cabo. Te
lo pedimos junto a tu Madre
María, la obediente
y cumplidora. Amén.

viernes, 21 de octubre de 2011

¿ACASO IGNORAS LO QUE ES JUSTO?

Lc 12,54-59
Cuando el viento es majorero (viene de Fuerteventura), dicen en mi pueblo, se barrunta lluvia, lluvia abundante. Los observadores y agricultores entienden muchas señales que el mismo tiempo les indica y les revela. Hoy, en estos tiempos de tantos avances técnicos y científicos, la ciencia predice no sólo el tiempo sino terremotos, huracanes y hasta los posibles cambios que el planeta, por el uso que el hombre le da, va tomando.

Sin embargo, el hombre tan avispado e inteligente no es capaz de pararse a mirar el tiempo que vive y su propio destino. Adelantan hoy las ciencias que son una barbaridad, parodiando a la verbena de la paloma, pero, lamentablemente, el hombre se queda con lo peor, porque de todo lo que el hombre puede descubrir, lo más importante es su propia vida, su eternidad.

No hay mayor deseo que el de vivir. ¡Vivir para siempre! Y, el hombre, en la medida que se hace viejo, anhela más el vivir. Teme perder su vida. Sin embargo, no ha reparado donde y cómo puede alcanzarla. Se queda con la peor parte y no descubre el verdadero Tesoro que es JESÚS, la vida eterna.

¡Sabe tanto!, pero no es capaz de discernir que es lo justo, se esconde ante su propia conciencia y se autoengaña, traicionándose ante la luz de su propia razón que le revela lo que es justo o no. Sabe para muchas cosas, pero es ciego para otras. ¡Hipócritas! Saben explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploran, pues este tiempo?

SEÑOR, a pesar de nuestros descubrimientos y avances
no encontramos la luz que nos haga feliz y
eternos. Nos quedamos con las
cosas, cosas caducas
y muertas.

Deseamos la vida, vivir, pero no una vida temporal,
sino una vida eterna. Y nuestro saber no 
llega a descubrirnos que sólo
en TI podemos 
hallarla.

Te pedimos, PADRE del Cielo, que nos alumbre
el camino para mirar, desde lo más hondo
de nuestro corazón, la estrella que
nos indique el verdadero
camino que nos 
salva. Amén.

jueves, 20 de octubre de 2011

EL FUEGO ESTÁ ENCENDIDO

Lucas 12: 49-53

Cuando te planteas amar estás planteando una guerra interior que no va a dejarte descansar, porque cuando descansas dejas de amar. El amor te mantiene siempre activo, atento, presto y dispuesto al servicio, a darte, a sacrificarte, a desvivirte, a dejarte incluso la vida por el ser amado. Realmente, no hay descanso. Eso lo saben bien los padres respecto a sus hijos. Responder a su vocación de padre es una lucha constante.

Por eso, JESÚS nos plantea hoy la guerra. Nos dice que no ha venido a traer la paz sino la división entre las familias, entre los hermanos, entre tú y yo, porque el amor nos inclina hacia el bien, hacia no dejarnos conducir por nuestros sentimientos y pasiones y, por lo tanto, eso nos enfrenta con nosotros mismos, nuestra lucha personal. 

Estamos inmersos en una cultura de muerte, de egoísmos, de ambiciones, de bienestar, de explotaciones, de injusticias, de ideologías...etc. Son nuestros mundo - demonio y carne que nos tientan y nos disponen a una lucha sin cuartel. No hay otro camino sino el abrazar la cruz de nuestra vida con el amor que nos abraza, pero que nos enciende la llama de esperanza y gozo en el SEÑOR, siguiendo su propio camino. 

Porque, el otro, el buscar la paz y felicidad en las cosas, en la mentira, en la indiferencia, en la huida y en el bienestar, sabemos como termina y a donde nos lleva. Sólo en la lucha, desde el ESPÍRITU SANTO, injertados en XTO. y agarrados a su Cruz, nos lleva al gozo y felicidad de la vida eterna que buscamos.

Sí, DIOS mío, sé que seguir a JESÚS es
doloroso, es morir cada día a mí
mismo, pero también sé
que ese es el camino
que salva y que
conduce a
la vida eterna. Amén.

miércoles, 19 de octubre de 2011

¿DE QUIÉN HAS RECIBIDO LO QUE TIENES?

Lucas 12,39-48.

Buena pregunta: ¿De dónde me viene todo lo que tengo? Es la pregunta que nos podemos hacer todos, sobre todo aquellos que han recibido tanto. Cada persona es su propio administrador, pues de él sólo dependerá rendir cuenta de los dones recibidos. Nadie puede suplantar a otro. Y hay muchas personas que han recibido la cualidad de una buena voz, la agilidad y destreza para realizar una cierta habilidad...etc.

Hay muchas personas que conocemos por su fama vinculada a esas habilidades. Cantantes, deportistas, científicos, médicos, escritores, inventores...etc. Todos destacan por esas cualidades que realizan, y al mismo tiempo les aportan grandes beneficios. Pero, ¿de dónde le vienen esas cualidades? ¿Por méritos propios?

Esa es la tarea que cada uno debe descubrir, y poner todo lo recibido al servicio de su amo. Porque si se constituye en su propio amo, cuando venga el Dueño de esos talentos concedidos puede encontrarlo usándolos mal. 

Debemos estar preparados para que no nos sorprenda la venida del Dueño de la Casa. Debemos ponernos en marcha ahora, aprovechar el tiempo, porque si somos sorprendidos usando mal esos talentos, mala va a ser nuestra suerte. El mundo depende de cada uno de nosotros, sí, de ti y de mí, y de lo que cada uno hagamos con los dones recibidos.

Quizás, SEÑOR, yo no haya recibido mucho, y mi faena
puede ser la de aceptarme como tal. No desear
las cualidades y riquezas de otros puede
ser la administración que TÚ me
encargas en mi vida.

Quizás, SEÑOR, sea una enfermedad o una vida donde
el sufrimiento tenga fuerte presencia, y me 
cueste mucho aceptarlo. ¿Puede se
esa mi tarea?

Dame, DIOS mío, la sabiduría, la fortaleza de discernir
lo que TÚ quieres de mí, y la luz de poder
cumplir con tu Voluntad, para que
cuando me visites, todo
esté como TÚ deseas. Amén.

martes, 18 de octubre de 2011

SI VIVES, TRANSMITES

Lucas 10,1-9

Hay una dimensión especifica, por decirlo de alguna forma apostólica, consagrada al ministerio de la Palabra y de la predicación. Eso pienso que está claro, pero todos, por nuestro compromiso Bautismal quedamos configurados, por obra del ESPÍRITU SANTO, en sacerdotes, profetas y reyes.

Posiblemente no estemos llamados a una vida consagrada a la predicación, pero, donde quieras que estés, si eres de XTO.JESÚS, transmitirás a XTO.JESÚS. Si vives en ÉL, todos tus actos serán reflejos de ÉL, y, en consecuencia, todo tu ser transmitirá y  será el reflejo de su amor.

Desde ahí, ¡ay de mí si no evangelizo!, porque ser significa contagiar, transparentar, infectar de la vida de la Gracia, de la Vida de XTO. que vive en mí, como diría Pablo muchas veces. Por eso, fuera alforjas, bolsas, sandalias...etc., nada hace falta, sólo DIOS basta. Porque cuando nuestro corazón reboza de XTO., nuestra vida y nuestra boca lo transparenta y transmite. No vaya a ser que habiendo predicados a otros, yo vaya a ser reprobado.

Revísteme, SEÑOR, de tu Bondad, para
que todos los actos de este día
sean reflejos de los tuyos,
y no míos. Amén.

lunes, 17 de octubre de 2011

DETRÁS DE... ¿QUÉ HAY?

Lucas 12, 13-21

Esa es la pregunta del millón, ¿ a dónde me dirijo con tanta riqueza, con tanto poder, con tanta fama y placeres? Porque si todo eso desemboca en, dentro de x años, la muerte eterna, he perdido el tiempo de la forma más inútil. De nada vale atesorar riquezas, de todo tipo, en este mundo si con ello no conseguimos alcanzar lo que anhelo dentro de mi corazón.

Las riquezas y poderes de este mundo no garantizan la vida. Incluso, nos hacemos los mejores seguros para garantizar nuestras riquezas, pero nuestra vida no tiene ningún seguro. En el Evangelio de hoy, JESÚS, nos cuenta una parábola que nos deja muy claro nuestra propia situación. Las riquezas no son garantía de nada.

Sin embargo, hay un Seguro Total que nos garantiza la plena felicidad y la vida eterna. La Palabra de JESÚS, Palabra de Vida Eterna, nos lo promete de parte de su PADRE DIOS. JESÚS ha venido a decirnos que si hacemos la Voluntad del PADRE alcanzaremos la Vida Eterna.

Y es un Seguro gratuito, pero no por eso barato. Cuesta el entregarnos a la Voluntad del PADRE y, como María, nuestra Madre, cumplirla en humildad y sencillez. Pero no vamos solos, nos acompaña el ESPÍRITU SANTO, que nos ayudará a poder cumplirla. 

La oferta está hecha y garantizada por la Muerte y Resurrección de JESÚS. Ahora sólo falta que cada uno de nosotros la coja y la haga suya en ÉL.

PADRE, no permitas que, por nuestras flaquezas y miserias
nos alejemos de TI. Queremos seguirte y cumplir tu
Voluntad, pero nos cuesta y se nos hace difícil
cumplir tu Voluntad.

Danos la confianza de sabernos asistido por el ESPÍRITU
SANTO, y con ÉL sentir la seguridad de poder
llegar a TI. Unidos en TI podemos 
darnos el apoyo que
necesitamos para alcanzarte. Amén.



domingo, 16 de octubre de 2011

TODO PODER VIENE DE ARRIBA

 Mt 22,15-21

Cada cosa tiene su lugar y su tiempo, y nuestros compromisos y deberes también. Al Cesar lo que es del Cesar, y a DIOS lo que es de DIOS. Es la respuesta que no esperaban y que les dejó sin replica. Porque DIOS está por encima de todo, y todo poder viene de arriba.

Todo lo material tiene su precio, pero el amor de un padre y una madre es impagable. Más, infinitamente más el Amor de DIOS, del cual hemos recibido todo lo que tenemos. Y por ese Amor estamos obligados a discernir y a establecer justicia y dar a cada uno lo suyo sin menosprecio ni injusticia.

Por eso, JESÚS, sin pretender presentarse como un agitador político, si pone las cosas en su lugar. Y la Iglesia sigue sus pasos. Pretender excluir a la Iglesia de proclamar y defender las injusticias y marginaciones sobre los más pobres, los más limitados, los nacidos en el vientre de sus madres, los sin voz...etc., es pretender acallar la voz de JESÚS que nos interpela y nos delata.

La Iglesia no puede permanecer al margen de denunciar y luchar por establecer el Reino de DIOS en este mundo. Un Reino de justicia, de amor y de paz, donde cada hijo de DIOS tenga la herencia de su PADRE.

Pidamos la fuerza y la luz necesaria para desprendernos
de nuestros egoísmos y poner al servicio de los 
demás todos los talentos y bienes 
recibidos. Amén.

sábado, 15 de octubre de 2011

DEJARNOS GUIAR

Mateo 11, 25-30


Los niños son los que se dejan guiar. Tomados de la mano de sus padres van seguros y contentos. Por eso es fácil engañarlos y muchos son asidos en la mentira y maltratados. Necesitan un buen Pastor para ser conducidos por caminos de salvación.

Hoy somos invitados a permanecer como niños, no en un infantilismo ingenuo y precoz, sino en una docilidad de aquellos que siendo maduros y responsables saben dejarse llevar por Aquel que les guía por el verdadero Camino, Verdad y Vida.

Porque sólo los niños son los que están prestos a oír, escuchar y cumplir la Palabra del PADRE. Prestos a ser humildes y sencillo, pues siendo niños ya lo son, y, en consecuencia, abiertos a la Palabra del PADRE que los acoge, los enseña a ser manos y humildes y los guía.

Enseñanos, SEÑOR, a cargar con tu yugo y
a aprender de TI, porque sólo TÚ
eres manso y humilde de
corazón.

Guíanos por el camino de la humildad y
mansedumbre porque sólo así,
tu yugo, será suave, y,
tu carga, ligera. Amén.

viernes, 14 de octubre de 2011

VIVIR COMO EL ÚLTIMO DÍA

Lucas 12,1-7

Cada día trae sus propias preocupaciones. Unas veces son alegres, pero otras son molestas y nos complican nuestro cotidiano vivir. Hasta el punto de preocuparnos y sacarnos de nosotros mismos. Son momentos difíciles de controlar y que pueden traer graves consecuencias.

Y sin embargo, la mayoría, son tonterías que tienen soluciones, pero que nos sacan de nuestra acostumbrada situación de sentirnos gratamente instalados, y eso nos fastidia. Todo, decimos, en la vida tiene solución, menos la muerte. Porque cuando la muerte llega, nada se puede hacer, y todo está decidido.

Por eso, la Palabra de DIOS nos dice hoy que debemos tener mucho cuidado con aquellos, no los que matan el cuerpo, sino el alma, porque lo importante no son las cosas materiales ni las de aquí abajo, esas siempre tienen alguna solución o esperanza, pero tras la muerte física, lo importante es estar limpio de todo aquello que me invita a rechazar a DIOS.

El pecado es la elección de la muerte para siempre, sin embargo, la vida es la esperanza de que mientras vivimos podemos reparar nuestra amistad con DIOS. Y el modo de hacerlo es tratar de vivir en la Luz, en la Verdad y en todo momento, ya sea en la oscuridad cuando nadie nos ve, o en pleno día cuando todos nos miran.

Pidamos al SEÑOR que nos de la alegría de compartir
siempre la verdad. Ya sea cuando estoy sólo
frente a mí, o cuando estoy delante de
mis hermanos. Esta será la señal
de que, a la hora de nuestra
muerte, nuestra alma
estará limpia y
preparada
para 
esperar en el SEÑOR.

jueves, 13 de octubre de 2011

LA VERDAD SIEMPRE INCOMODA

Lucas 11,47-54

Cuando nos dicen algo en lo que fallamos, y fallamos en muchas cosas, nos ponemos incómodos y nos cuesta digerir la corrección. En muchos casos preferimos no oír tal verdad o quitarnos delante a quien nos lo dice.

Así ha ocurrido con todos los profetas y apóstoles de la Verdad, que en nombre de DIOS han profetizado su plan de salvación para todos los hombres. Han sido perseguidos y muchos muertos en la proclamación de la Palabra. Porque una característica de la profecía es su incomodidad. El don resulta molesto para quien lo recibe, pues le escuece internamente y es incómodo para su entorno.

Hoy, gracias a Internet, podemos desde aquí lanzar y proclamar la Palabra del SEÑOR, y divulgarla a todo el mundo. Pero debe ser una Palabra, primero asumida y vivida, y después proclamada. Porque la Palabra es viva y actual. No siendo así, se convierte en una palabra muerta y vacía.

Y es una Palabra que llega a todos y para todos. Sin exclusiones ni privilegios. Es una Palabra que ilumina y forma, y se adentra en nuestros corazones para darnos la sabiduría de, asistidos en el ESPÍRITU SANTO, entender y vivir lo oído con nuestro compromiso y respuestas. Y en lucha fraternal contra todos aquellos que optan por callarla, por evitarla y esconderla para que no sea notada, escuchada, conocida y, por lo tanto, no vivida.

Pidamos al ESPÍRITU SANTO la fuerza, la luz y la
capacidad de estar dispuestos, disponibles,
prestos y atentos a acoger la Palabra
y, vaciada en nuestro corazón,
derramarla con nuestra
vida, testimonio y
palabra en
los demás. Amén.

miércoles, 12 de octubre de 2011

AFORTUNADOS LOS QUE VIVEN EN EL SEÑOR

 Basílica De la Virgen del Pilar (Lucas 11,27-28)

Sí, somos afortunados, dichosos y bienaventurados los que, como María, la Madre de DIOS, se esfuerzan en hacer vida en sus vidas la Palabra de DIOS. Nuestra Madre es ejemplo de eso, porque Ella no sólo sometió su vida a la Voluntad del PADRE sino que con humilde obediencia guardaba todas estas cosas que la podían turbar en su humilde y sencillo corazón.

María, nuestra Madre por la Gracia de DIOS, es ejemplo de callada paciencia y plena confianza en la Voluntad del PADRE. Desde su "Hágase" dejó llevar su vida por los caminos que el ESPÍRITU la guiaba y con plena confianza sometía su voluntad a la del SEÑOR.

Hoy, JESÚS nos dice que, como su Madre, dichosos aquellos que se extreman en cumplir los mandatos del SEÑOR. Dichosos aquellos que se esfuerzan en amar al estilo de JESÚS, porque la vida de María es vida compartida por amor fiel y obediente en su HIJO JESÚS.

Dichosos nosotros cuando el camino se nos ponga difícil, cuando nuestros apegos y egoísmos nos inclinen a una lucha sin cuartel que nos exija esfuerzo y renuncia. ¡Dichosos!, porque son esos momentos cuando más cerca de la eternidad estamos.

Madre Santísima, Madre de DIOS, tú que fuiste la primera
que dijiste "SÍ" a la Voluntad del PADRE, y por tu SÍ
toda la humanidad ha sido redimida, despierta
en todos tus hijos la fe dormida de
no darnos cuenta que seguir
a JESÚS es cumplir
su voluntad. Amén.

martes, 11 de octubre de 2011

SÓLO IMPORTA LO QUE HAY DE VERDAD

Lucas 11,37-41

Y es que otra cosa no tiene sentido. De nada vale llevar lo exterior impecable si lo que tiene que estarlo, lo de dentro, no va limpio. En otras palabras diríamos, de nada sirve aparentar si luego esa apariencia no se corresponde con la verdad.

Y esto es lo que nos dice la Palabra hoy en el Evangelio correspondiente. El cumplimiento y la norma obedecen más a un rito y costumbre que a una verdad, porque la verdad no necesita de normas ni de cumplimientos. Lo que es, siempre es y nunca cambia, mientras que la norma puede ser hoy y mañana no ser.

Por eso, nuestras leyes, que ahora son, pero mañana pueden ser otras, tienen que estar supeditadas a la Ley Natural, la Ley de las virtudes y los valores que dignifican al hombre y le hacen precisamente hombre. 

Porque la esencia de la vida y, por supuesto, del hombre es el amor. Ser persona significa estar llamado a la relación, y la relación no se entiende sin la comunicación. Comunicarse implica entenderse hasta la unión. Y sin el amor no hay unión. Y amar significa estar por encima de toda norma y cumplimiento. Significa estar abierto a la verdad del otro y, por amor, a su servicio. Lo demás, si no estorba, está bien, pero pasa a un segundo plano.

Te pido luz para discernir, DIOS mío, lo necesario e
imprescindible, de lo accesorio y normativo,
pues sólo una cosa es vital y
necesaria: "El amor". Amén.

lunes, 10 de octubre de 2011

EL MÉRITO ES FIARSE

Lucas 11, 29-32

Después de haber visto, de que suceda lo que todos queramos, no hace falta tener fe pues ya vemos y lo comprobamos por nosotros mismos. La fe implica tener confianza y fiarse de Aquel que nos habla y nos proclama la Buena Noticia.

Por eso, la Palabra de DIOS, hoy nos dice que esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue una señal para los ninivitas, así lo será el HIJO del Hombre para esta generación. 

Nos resistimos a creer si no lo vemos antes. Incluso, viéndolo, tendremos nuestra propia resistencias, pues razones para creer hay muchas. Son malvadas excusas para justificar nuestra sin razón y para mirar para otro lado. Ya nos lo advierte JESÚS en la parábola del rico Epulón: "Aunque viniese alguien que haya muerto, tampoco creerían".

¿Habría alguna voluntad de creer, por nuestra parte, caso de verlo delante de nuestros propios ojos? Parece que no, pues negamos la evidencia y tachamos, aún sin explicaciones que lo justifiquen, pruebas y testimonios reales de su SER. JESÚS ha Resucitado más estamos predispuestos a creer más a una palabra hueca y sin fundamento de los hombres, que al HIJO de DIOS.

Te pido, SEÑOR, la sabiduría de creer sin más,
de dejarme llevar por tu Palabra,
porque TÚ tienes Palabra
de Vida Eterna
y de ella
me fío. Amén.

domingo, 9 de octubre de 2011

TAMBIÉN NOSOTROS ESTAMOS INVITADOS

 Mt 22, 1-14

No cesa el SEÑOR de recordarnos la invitación de su PADRE. Estamos invitados, y cada día, nos espera en la Eucaristía. A pesar de tanta insistencia no es correspondido, hay muchas negativas, indiferencias y rechazos. Unos ni esperan la invitación, otros acuden a sus propios intereses y finalmente los más osados persiguen y matan a sus invitados.

Sin embargo, no sólo se trata de ser invitados y de estar en el convite. Se necesita llevar el traje adecuado, el necesario para ser admitido con dignidad, porque la tarjeta de boda lleva el sello del amor y con el amor hay que llenarse para poder ser admitido en el banquete.

Por eso, quizás, nos cuesta mucho vestirnos con esa clase de traje, porque lo que da sentido a nuestra invitación a la vida del banquete eterno es precisamente el amor. El amor de perdernos en nuestro propio olvido y recordar el preocuparnos por los demás. Esa tarjeta de visita nos permitirá vestirnos con el traje adecuado para ser admitidos en el banquete.

Haz, SEÑOR, que sea capaz de vestirme con
el traje del amor, e investido de él
darme y entregarme en él al
servicio de la verdad
y la justicia. Amén.

sábado, 8 de octubre de 2011

ENTREGADO A TU CONFIANZA

oración de petición

Dame, SEÑOR, la oportunidad de cambiar fe por confianza.
La fe puede enfriarse, enfermarse en la travesía de
mis propias dudas, pero mi confianza en
TI nunca debe bajar.

Porque TÚ eres mi bastión, mi fortaleza
y mi refugio y todas mis dudas
y problemas en TI tendrán
la oportunidad de
descansar.

Dame, DIOS mío, la perseverancia de no desfallecer
ni dejar de confiar en TI, porque nadie
tiene palabra como tu Palabra,
ni firmeza como la tienes TÚ.

Te pido, DIOS mío, paz, sabiduría y fortaleza
para nunca dejar de santificarte ni de
luchar por tu Reino. Ni tampoco
hacer mi voluntad
sino la TUYA.

Y no te pido sino lo necesario para, por mi condición
de humano caminar firme y decidido hacia TI.
Vacíame de todo aquello que no  necesito
y en su lugar lléname de TI,
para que mi corazón no
anhele nada más que
tu presencia y el
deseo de perdonar,
amando como TÚ
me amas,
a todos
mis hermanos.

Líbrame de todos aquellos peligros que el mundo
me pone en mi camino, y, lleno de TI,  hazme
fuerte y virtuoso para reflejándote poder
transmitirte y transparentar tu presencia
a todos aquellos que a mí
se acerquen. Amén.

BIENAVENTURADOS LOS QUE CREEN EN TI

 Lc 11, 27-28

Porque no hay otra dicha mayor que creer en la Vida Eterna y la felicidad Infinita. Y eso sólo se tiene si se cree en TI. Porque somos señalados como Bienaventurados y dichosos todos aquellos que creyendo en TI, guardan y cumplen tu Palabra.

Porque guardando y cumpliendo tu Palabra nos sentimos dichosos y felices a pesar de las contrariedades y contratiempos que padecemos en el cumplimiento. JESÚS no se cansa, y lo hace muchas veces, de repetirnos bienaventurados y dichosos... porque ÉL lo que quiere es eso, que seamos felices, dichosos, afortunados...

Somos bienaventurados cuando vivimos en la pobreza, en la humildad, en el servicio, en la compasión y misericordia; en la sencillez y en el hambre de sed de justicia y creemos y le seguimos sin haberle visto. Y bienaventurados y dichosos ahora, ya, en estos momentos que escribo esta reflexión, porque son estas actitudes y no otras como riquezas, poder, éxito fácil, prestigio, fama... las que nos darán felicidad.

Sólo el amor pobre y humilde del que todo lo espera en ÉL, con ÉL y por ÉL es la Fuente que nos da de beber la felicidad que ansiamos y buscamos. Es la felicidad que nace de la propia esencia de la vida, "el amor", y que nos hace vivir ya, desde aquí, en la esperanza de ser eternos

Gracias, SEÑOR, por estas Palabras de aliento, de dicha
y de felicidad que dedicas a tu Madre María.
Gracias, SEÑOR, porque lo importante no 
es tanto el privilegio de conocerte
sino la gracia de cumplir y
guardar tu Palabra. Amen.

viernes, 7 de octubre de 2011

DIVIDE Y VENCERÁS

Lucas 11,15-26
Nadie, a sabiendas, va a tirar piedras sobre su mismo tejado. Nadie va a favorecer lo que realmente quiere evitar. Acusan a JESÚS de expulsar demonios en nombre de Beelzebul, cuando realmente JESÚS lo hace por el dedo de DIOS.

La soberbia y ceguera de no encontrar razones ni justificaciones por las que puedan acusarle enciende en ellos la ira de la venganza y de la sin razón. No soportan el poder que testimonia el HIJO de DIOS y todos se vuelven contra ÉL.

 Los que no están conmigo, están contra MÍ, y el que no recoge conmigo desparrama.Sucede con aquellos que sólo ven por sus intereses y sus ideología, y no aprecian la verdad de la bondad que tienen delante. Así las cosas se enfrentan en confrontaciones que generan insultos y agresividad hasta el punto de matar.

Es entonces cuando el fuerte acaba con el débil y cuando el poder acusa al que es frágil y no tiene defensa. En este clima es fácil justificar cualquier atentado contra las personas, incluso, los asesinatos, si el muerto no es de los nuestros. Muchas personas sufren hoy estas confrontaciones y enfrentamientos de intolerancia y rechazo mutuo que se respira en muchos ambientes políticos e instituciones públicas.

Entre todos hemos de crear unas condiciones y un clima de tolerancia, respeto mutuo y confrontación leal en el que sea posible ir encontrando caminos de diálogo. Y los cristianos, lejos de endurecer y sacralizar falsamente nuestras posiciones manipulando a Dios e identificándolo con nuestras propias posturas, hemos de seguir a este Jesús que —cuando sus discípulos pretendían que impidiera que otros expulsaran demonios en nombre de Él— los corrigió diciéndoles: «No se lo impidáis. Quien no está contra vosotros, está con vosotros» (Lc 9,50). Pues, «todo el coro innumerable de pastores se reduce al cuerpo de un solo Pastor» (San Agustín) (Del comentario de Josep Pausas ¡ Mas).

SEÑOR JESÚS, sólo TÚ tienes Palabra de 
Vida Eterna. Y esa Palabra quiero
hacerla vida en mí. Dame
la Luz que necesito para 
siempre estar dispuesto
a oírla y escucharla. amén. 

jueves, 6 de octubre de 2011

VEN ESPÍRITU SANTO...

Lucas 11, 5-13
La promesa está hecha y hoy, en su Palabra, nos la recuerda de nuevo. "Pidan y recibirán", porque sólo aquel que pide recibirá. Sin embargo, lo verdaderamente importante es saber que necesito y que debo pedir. porque caemos en el peligro de desear y, por lo tanto, pedir muchas cosas que aunque aparentemente deseamos, no son lo que verdaderamente necesitamos.

Vivimos cargados de muchas cosas que no son necesarias para vivir. Es más, nos complican la vida. Acaban, hace un momento, de interrumpirme para ofrecerme, movistar, una oferta sobre alquiler de películas. Se trata de consumir y de gastar el tiempo mal llamado libre en no pensar sino distraerme. ¿Cuando y cómo voy a pensar en mí, en darme cuenta que existo y en conocerme? ¿Acaso sé quién soy, de dónde vengo y a dónde voy?
Porque, sabido de dónde vengo y quién soy, podré conocer donde iré y que necesito para llegar. Por eso, es realmente necesario conocer que necesito y a Quien le puedo pedir eso que realmente necesito. Y, recordando a san Francisco de Borja, celebrado el pasado lunes, coincido con él que no vale la pena servir a señores o cosas que son caducas, que mueren y terminan. Sólo vale la pena servir a Quien nunca muere. Es a ESE a quien se le puede pedir precisamente esa vida eterna, nuestro mayor tesoro.

Enseñame, SEÑOR, a distinguir y saber qué cosas
son fundamentales en mi vida. Dame la 
 sabiduría de conocer lo que viene
de TI, y lo que es del mundo.

Porque lo del mundo es caduco y temporal,
pero lo que procede de TI, SEÑOR,
es eterno y nunca pasa. Es
lo que buscamos y 
deseamos. Amén.

miércoles, 5 de octubre de 2011

EN LA PRESENCIA DEL PADRE

Lucas 11,1-4

Cuestión de familiaridad, pues JESÚS nos enseña que orar es hablar con tu PADRE de las cosas que necesitas y te suceden; de las cosas que te preocupan y no sabes como enfrentarte a ellas; de las cosas que te intimidan y te avergüenzas... Es hablar y hablar en la confianza de ser escuchado.

Pero ocurre que cuando hemos terminado, en la mayoría de los casos, no esperamos a que hable el PADRE. Pedimos y pedimos, pero ya no estamos cuando el PADRE nos responde.

Orar es ponerme en situación de hijo frente al PADRE, y desde ahí pedirle su consejo, su dirección, su aliento, su fortaleza, su paciencia, su misericordia, su perdón... Observamos que debemos tener una actitud de niño, porque sólo así hablan los niños. Cuando sacamos nuestro corazón de hombre maduro, que lo sabe todo, que expone sus argumentos, sus conocimientos y experiencias y... todo se hecha a perder. La soberbia y el orgullo estropean el diálogo con el PADRE.

Ser como niños, como nos aconseja JESÚS, es la mejor forma de presentarme ante el PADRE y hablar con ÉL. Pero hablar desde lo más profundo de mi corazón, confiado que el PADRE está en el Cielo, que quiero y santifico su Nombre. Que abro mi corazón a su Reino esforzándome en hacer su Voluntad.

Que me conformo con lo que necesito para vivir, que mi corazón lo quiero para ÉL y no llenarlo de cosas caducas de este mundo. Que, igual que ÉL me perdona, yo quiero también, con su ayuda, esforzarme en perdonar a los que me ofenden. Que soy débil y frágil y necesito su protección para no caer en los peligros de este mundo. Por eso, PADRE, te pido que me libres del mal.

Sé, PADRE, que hablo y digo, pero hago lo que
no quiero hacer. Pablo ya lo decía.
Quiero, por todo ello, pedirte
perdón y abrir mi corazón
para, en tu presencia 
hacer tu Voluntad. Amén.

martes, 4 de octubre de 2011

VACIADO DE MÍ

Lucas 10,38-42

Anhelamos muchas cosas y luchamos denodadamente por ellas, sin tregua y sin desfallecer. Pasamos una gran parte de nuestra vida ocupados en esos menesteres, sin embargo, JESÚS nos dice hoy que sólo una cosa es necesaria: "Escuchar la Palabra de DIOS y hacerla vida de tu vida".

Nuestro corazón necesita despojarse de muchas cosas que lo ocupan y lo entretienen. Hay muchas cosas que nos desvían del verdadero camino, y afanados en ellas perdemos lo más importante: "Llenar nuestro corazón de DIOS". ÉL es lo Único necesario y sólo ÉL basta. Todo lo demás, nuestro PADRE del Cielo nos lo procurará según lo necesitemos.

Eso no significa que no tengamos que ganarnos el pan de cada día, pero sin olvidar ni dejar que nuestra principal ocupación es llenar nuestro corazón del Amor de DIOS. Del Amor de DIOS para, llenos de ÉL, darlo a los demás. Nos perdemos en un activismo laboral o consumista que nos absorbe y desvía en un hacer sin ser. Y lo importante es ser, estar en la presencia de DIOS y, en consecuencia, se hará, porque lo que se es termina en verse y testimoniarse.

SEÑOR, que mi corazón siendo el de Marta, no deje
de mirarte y escucharte como el de María.
Danos la paz, sabiduría y constancia
en perseverar sin dejar de
tener nuestro oído
a la escucha de tu Palabra. Amén.

lunes, 3 de octubre de 2011

LA CLAVE ES EL AMOR (Lc 10, 25-37)

Lucas 10,25-37.

Experimentamos el amor de los padres en los hijos. Muchas renuncias para que sus hijos puedan encontrarse feliz. Muchas renuncias a cambio de nada, muchas renuncias aún sabiendo que la respuesta puede ser vacía, de rechazo, de ofensa o indiferencia. Pero, a pesar de todo, el amor de unos padres siempre está ahí.

Sí, eso es así, nace de lo más profundo de nuestras entrañas. ¿Cómo puede ser el amor de DIOS? DIOS nos ha creado y nos ha donado la vida, y el que dona sólo lo hace por amor. Es ÉL quien nos ama primero y mucho más que nosotros. Es ÉL quien necesita de nosotros porque formamos parte de ÉL, somos causa de su gran Amor. Por eso espera nuestra respuesta libre y voluntaria, nos ha hecho libre para eso, y, pacientemente, aguarda nuestra correspondencia de amor.

JESÚS es el novio enviado por el PADRE que espera nuestra respuesta, y una respuesta de amor sólo puede ser pagada con amor. Pero para ello necesitamos que el fuego de nuestro amor este bien alimentado y la lámpara contenga el aceite necesario. No somos nosotros los que amamos sino los amados y, por eso, necesitamos responder, eso sí, a ese amor.

Y nuestra respuesta está contenida y clarificada en esa parábola del samaritano. Si yo soy causa del Amor Paciente que me espera y solicita a pesar de mis rechazos e indiferencias, lo lógico y normal que a ese amor responda porque, ese amor, habita dentro de mí y tiende a salir. Se nota cuando experimento que amo, nace en mí una fuente de paz y bienestar.

Que sepa entender, DIOS mío, que no tengo que amarte
sino corresponder al amor que TÚ me has tenido
siempre. Porque desde el principio has 
pensado en mí y me has regalado
la existencia.

Y esperas que ese regalo sea para siempre, porque así
me amas TÚ. ¡Oh, SEÑOR!, Dame la sabiduría
de empeñarme en amarte y de dejarme
conducir por tu ESPÍRITU para 
encontrarte en los hermanos. Amén.

domingo, 2 de octubre de 2011

DESENGAÑOS

Mt 21, 33-43

Podría ser una película, y realmente lo es, pero la película de nuestra vida. Hemos recibido todo lo que tenemos, empezando por la vida, y rechazamos al Autor que nos ha dado todo lo que somos y tenemos.

No hay desgarro, dolor, sufrimiento más grande que ver cómo un amor incondicional, puro, desinteresado y sacrificado, no se ve correspondido; se da de bruces con el desengaño. Este es nuestro drama, el darma diario de muchas familias que se ven enfrentadas por la ambición de tener lo que le pertenece al otro. El egoísmo de no aceptar ni aceptarse ante el otro, y querer usurpar sus bienes y cualidades.

Es el drama de los hijos que rechazan a sus padres. Es el drama del hombre que rechaza y desconoce a su PADRE DIOS y se autoengaña creyéndose dueño de lo recibido de su PADRE.

PADRE nuestro, enciende nuestras mentes para
que iluminados por tu Palabra, seamos
capaces de darnos cuenta que
todo lo que tenemos
es por tu Gracia
y Misericordia. Amén.

sábado, 1 de octubre de 2011

NUESTRA MAYOR DICHA, ESTAR APUNTADO

(Lc 10,17-24): En aquel tiempo,
No es lo principal hacer muchas cosas, pues si el SEÑOR quisiera todo sería al momento y desde el principio. ÉL ha hecho las cosas así y ha querido depender de nosotros según utilicemos nuestra libertad, también regalo de ÉL, porque sí, y sólo ÉL lo sabe. Ni podemos entenderlo ni nuestro sentido común puede llegar ahí.
Debemos hacer y responder según tengamos y podamos, eso sí, sin excluirnos ni apartarnos buscando la comodidad y el bienestar ante la solidaridad y el amor. Pero no por esto, nos dice JESÚS, debemos estar contentos y felices, sino porque nuestros nombres están inscritos en el cielo. Todo es y será para Gloria de DIOS.

Muchas veces nos alegramos de nuestras respuestas y hechos, pero, al margen de que sea natural alegrarnos, no debemos perder de vista que todo, como Juan el Bautista, es para Gloria de DIOS PADRE. Es ÉL el que crece mientras nosotros menguamos, pues todo lo que tenemos y hacemos lo hemos recibido por su gran Misericordia y Amor.

Que tenga siempre en cuenta que detrás de
cualquier pequeño éxito personal, 
estás siempre TÚ, mi DIOS y
SEÑOR. Amén.