miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Y A MÍ QUÉ ME HA DICHO?

Mateo 4, 18-22. Una vez que Jesús caminaba por la ...

Porque esa es la pregunta, ¿me ha llamado el SEÑOR a mí también?. Porque dependiendo de que me cuestione esa pregunta, cuestionare también mi vida de una forma u otra. Pero, en este momento, la Palabra me lleva a la reflexión de un aspecto que considero fundamental en la respuesta a la pregunta antes citada.

¿Por qué responden, en este caso, los hermanos Simón y Andrés,  precisamente hoy su día (ver santoral), y más tarde también Santiago y Juan, y no se apartan del camino que JESÚS les señala? ¿Por qué nos parece que a ellos les fue fácil discernir y tomar la elección de seguirle sin condiciones? ¿Hay alguna razón que nos ayude a entender esto?

Estos fueron los interrogantes que han saltado dentro de mi, y que han provocado el buscar una respuesta a ellos. ¿Por qué no avanzo en mi camino? Porque allí donde mi propia historia quede estancada y no camine en conversión, hoy más que ayer y menos que mañana, el encuentro con JESÚS, todavía, está lejos y, posiblemente no se haya llegado a producir.

Creo que el secreto está en que Simón, Andrés, Santiago y Juan, y otros muchos, no se pararon, sino que le siguieron sin apartarse de ÉL. Continuaron, a trancas y barrancas, a su lado. En las duras y maduras, y se fiaron en la tribulación y en la fatiga. Indudablemente, cumplieron su promesa cuando nos dijo que sin ÉL nada podíamos.

Creo que nuestra entrega es obra de la Gracia de DIOS, pero antes tiene que haber una elección firme y decidida. Para eso nos ha creado libres, para que tomásemos un camino, tras de ÉL, o tras el mundo en el que vivimos, pero al que no pertenecemos.

JESÚS necesita nuestro sí, como el de su Madre, María. Y lo necesita hasta el extremo de tomar la naturaleza humana, sin dejar la Divina, y siendo hombre como nosotros, acercarse a darnos su Gloria, porque somos sus hijos, y un PADRE, más como ÉL, necesita del amor de sus hijos. Eso explica que se diera hasta el extremo de morir por cada uno de nosotros.

Nuestra respuesta es, pues, fundamental. Lo demás lo hará el SEÑOR. Y eso creo que ha sido lo que ocurrió en la vida de Simón, Andrés, Santiago y Juan. No se apartaron nunca de ÉL.

SEÑOR, necesito tu Palabra, tu Fortaleza, tu Gracia,
para no desfallecer ni confundirme. Dame
la sabiduría de no apartarme
nunca de TI.

Y como Simón, Roca de tu Iglesia, Andrés, Santiago y
Juan, apacientame y guiame a tu encuentro
para que nunca me falte la firmeza
de seguir caminando y
creciendo a tu
lado. Amén.

martes, 29 de noviembre de 2011

AGRADECIDO ES SÓLO EL HUMILDE

Lucas 10,21-24. En aquel ...

Sólo aquel que es humilde es capaz de reconocerse agradecido, y, por supuesto, estar en la disponibilidad de sentirse en gratitud y de dar las gracias. Porque hay muchas maneras de dar las gracias, pero sólo una verdadera de sentirse agradecido.

Y esa es aquella donde se agradece el bien recibido. El arrogante y suficiente difícilmente darán gracias, al menos de forma auténtica, porque se cree con derecho de pertenencia y de recibir lo que tiene. Lo hace de forma aparente, pero nunca verdadera.

Hoy, la Palabra de DIOS, nos plantea esa actitud de sentirnos agradecidos. Lo hace JESÚS bendiciendo al PADRE: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños». 

Bendecir es dar gracias, y sólo lo hacen los humildes y pequeños, porque los inteligentes y sabios pasan de dar gracias, pues ellos se erigen en sus propios dioses y en dueños de todo lo que poseen. El mundo les pertenece y se experimentan como administradores del mismo. No necesitan de nadie, y menos de sentirse agradecidos. Así se explica como les va.

Te doy gracias, SEÑOR, por todo lo recibido, pero
sobre todo por el don de experimentar
tu presencia, tu Palabra y
tu Vida.

Es Ella la única que me da esperanza, que me mueve
a crecer como persona, a sentirme en
permanente gratitud, y a
vivir el gozo de
seguirte. Amén.

lunes, 28 de noviembre de 2011

CUANDO EL AMOR NOS MUEVE

Mateo 8,5-11. Al entrar en Cafarnaún, ...

Con más frecuencia que la que creemos, las personas mantenemos una actitud equivocada ante los acontecimientos y hechos de nuestra vida, más por ignorancia y desconocimiento que por mala intención. Y digo esto porque observo que cuando confundimos el criterio de lo que significa el concepto en cuestión, nuestro pensar y obrar es erróneo.

Hoy, como cada día, la Palabra de DIOS nos ilumina y nos clarifica nuestro peregrinar por este mundo lleno de peligros y trampas. Nos aclara y descubre el concepto, en este caso, del amor, porque amar no es ser romántico, ni cariñoso, ni enamorado, que siendo componentes que viven en el amor no son las partes que lo definen, sino que amor es ponerse en el lugar del otro, como nos enseña el Centurión, y, preocupado por él, cuidarse de atenderle y de buscar su bien.

Y eso, por amor, le lleva al encuentro con JESÚS, a considerar, confiar y, por supuesto, creer que JESÚS puede hacerlo. Y no se queda quieto, se pone en marcha y manda el mensaje a JESÚS. Más su sorpresa enciende toda su confianza en, sorprendido por la pronta respuesta y disponibilidad de JESÚS en acercarse a su casa, considera que no es digno de que, siendo él un pagano, entre en su casa, sino que una sola orden suya bastará para sanarlo.

Mirarse en JESÚS nos descubre, también, nuestra pequeñez y limitaciones, y viéndonos grandes respecto a nuestro poder de dar ordenes y gobernar, entendemos nuestra identidad de criatura al experimentar el Poder del SEÑOR. SEÑOR de la Vida y la Muerte. Pero, para eso se necesita humildad, mucha humildad, porque sin ella nuestra mirada queda nublada, a oscura. Esa es otra cara que hoy nos descubre y nos señala la Palabra. Ser humilde es un don que debemos pedir, porque sin él no podemos descubrir a JESÚS.

Hoy, amigos de la blogosfera, percibimos y experimentamos que creer y confiar en el SEÑOR es consecuencia de amar primero. Eso fue lo que experimentaron los apóstoles, primero conocieron al SEÑOR, y luego le amaron en la convivencia diaria con ÉL. Y, tras amarles, creyeron fielmente en su Palabra, para, luego, experimentar, por la Gracia del ESPÍRITU SANTO, que verdaderamente era el HIJO de DIOS Vivo.

Despierta en nosotros, SEÑOR, el don de tu Gracia, para
que, avivados por Ella encienda nuestros corazones,
y nos enamore confiadamente de tu Persona
para que, fijados en TI, te busquemos
como el Tesoro más preciado
de nuestra vida. Amén.

domingo, 27 de noviembre de 2011

EN ESTADO DE ALERTA Y ESPERANZA

MARCOS: 13, 33-37. “Por tanto, permaneced despiertos ...
Ver presentación

Sabemos por experiencia que cuando se consigue lo que se persigue se acaba un ciclo. Y, acabado este, empieza uno nuevo, pues ahí terminan nuestras esperanzas y necesitamos seguir manteniéndolas para vivir esperanzados.

La esperanza de alcanzar, lo que aquí nunca conseguiremos, nos invita a permanecer siempre en estado de alerta (ver aquí), despiertos e ilusionados en alcanzar un día lo que todos deseamos de forma ardiente y desesperada: "La vida eterna en plenitud". No buscamos otra cosa, y eso, sabido perfectamente por Quien nos creó, nos motiva y alienta a no desesperar, sino creer, sobre todo confiar, y permanecer en alerta vigilancia.

Más, ¿qué vigilancia? Vigilancia de vivirle y de, con nuestra vida, dar testimonio de su amor y corresponderle con su amor. Esa es la esencia de nuestra vida, para y por el amor hemos sido creado. De tal forma que, si no hacemos de nuestra vida un ideal de amar, sobre todo a quienes más nos cuesta, no estamos cumpliendo con nuestra actitud de permanecer en estado vigilante y de alerta.

Una vez más, la esencia de nuestra vida es el amor, y desde ahí no se entiende todo lo que sea desamor, y menos la muerte y destrucción humana de millones de niños vivos en el vientre de sus madres. Vigilantes es estar en permanente lucha para que el mundo sea cada día un poco más amor y menos desamor.

Necesitamos, SEÑOR, convertirnos cada día, hoy más
que ayer y menos que mañana, pero sólo no
sabremos hacerlo.

Necesitamos tu presencia viva en nosotros, no dormida
ni pasiva, sino activa, encendida, caliente y
ávida de quemar, de contagiar de
transmitir amor que busca
la vida y excluye
la muerte. Amén.

sábado, 26 de noviembre de 2011

TENER EL NORTE DE NUESTRA VIDA CLARO

Lucas 21,34-36

No cabe duda que cuando los objetivos están claros, nuestros pasos son también más seguros y más firmes. Porque cuando sabemos que tenemos que hacer, nadie nos quitará la intención de hacer lo que debemos. Así, nuestra meta es firme y sin titubeos a ella nos dirigimos,

Estamos en este mundo de paso. No pertenecemos a él, y nuestra vida, aquí abajo, tiene como finalidad alcanzar la vida verdadera y eterna en la presencia de DIOS. Esa es nuestra esperanza y nuestra meta. Y cuando esto está claro, nadie nos podrá separar de ello.

Es, pues necesario, tener los criterios claros y saber que nuestra mayor ambición, puestos a ser ambiciosos, es alcanzar la Casa del PADRE. Todo lo de aquí abajo se desvalora y sólo sirve como medios, no fin, para alcanzar lo verdadero y preciado. 

El mayor Tesoro de nuestra vida es la vida misma que nuestro PADRE DIOS nos ha dado. Y la esencia de la vida es el amor. Estemos, pues, atentos a que cuando nos llegue el momento de rendir cuentas no nos coja sin la cantidad de obras cargadas de amor que necesitamos para alcanzar la vida plena y eterna.

De nada nos sirve acaparar tesoros y riquezas
en esta vida, pues es una vida irreal,
que no existe. Lo único
verdadero y real
es la vida 
Eterna.

Pidamos al PADRE DIOS que nos de la sabiduría
de entender que lo importante es
vivir la Vida de la Gracia, 
y todo lo demás
son añadiduras. Amén.

viernes, 25 de noviembre de 2011

POR EL HUMO SE SABE DONDE...

Lucas 21,29-33

Sabemos, por nuestra razón, que todo efecto tiene su causa, y cuando vemos, como nos dice el Evangelio de hoy, que la higuera y todos los árboles echan brotes, suponemos que el verano está cerca.

De la misma forma, JESÚS nos pone esta comparación: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».

Conocemos las señales que preceden a la segunda venida del SEÑOR y, ellas, nos indicarán que el Reino de DIOS anda cerca. Por eso, el creyente no desespera ante los temores que el mundo, envuelto en tragedias y terror, nos presenta. Toda esta destrucción convertida en guerras, ambiciones, corrupción, degeneración, caos y perdición, no es sino el adelanto de que, al igual que el verano, el final anda cerca.

Por eso, SEÑOR JESÚS, te pedimos que nuestros
corazones no desesperen, y que apoyados
en TI, sepamos perseverar y
permanecer fieles a
tu Palabra. Amén.

jueves, 24 de noviembre de 2011

EN EL TERROR NACE LA ESPERANZA

(Lucas 21,20-28)

Cuando las cosas parecen tender a su fin; cuando los acontecimientos nos destrozan nuestras ilusiones, proyectos y esperanzas; cuando los temores y miedos se hacen presente ante la realidad de lo que sucede delante de nuestros propios ojos, para un creyente renace la esperanza del comienzo de la verdadera vida.

Y realmente todos los hombres esperamos eso. Nadie quiere terminar de esa forma. Todos anhelamos un mundo mejor, donde no hayan guerras, temores, terremotos, tragedias... sino paz y amor eterno. Pero solos aquellos que hayan puesto sus esperanzas en JESÚS tendrán la dicha de no desesperar, sino, al contrario, aguardar su segunda venida con la esperanza de empezar esa vida nueva y eterna en plenitud y en su presencia.

Este es el mensaje que hoy, la Palabra de DIOS, nos deja: «Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación» (Lc 21,28). ¿No es esto lo que todos deseamos? Pues eso sólo lo ofrece JESÚS.

Te pedimos, SEÑOR, que nuestras mentes estén
encendidas y vigilantes sólo en TI. Que
nunca miremos para otro lado,
ni nos dejémonos
distraer por
las cosas
de este mundo. Amén.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

CON NUESTRA PERSEVERANCIA NOS SALVAREMOS

Lucas 21: 12 - 19 12 "Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os ...

Sin lugar a dudas, las cosas que contiene el mundo nos atrae, y en sí no son malas porque muchas las necesitamos, pero nunca encontraremos en ellas la felicidad que buscamos ni el anhelado afán de la eternidad.

El camino que nos presentan las cosas maravillosas del mundo, sus vicios y drogas, son una antesala de hermosura y felicidad, pero sólo aparentemente, pues su final es destrucción y perdición. Sólo el olvido de uno mismo y el darse a los demás, procurando el bien, encierra el oasis de felicidad y la vida eterna que todos buscamos.

La Eucaristía es un compromiso martirial, porque en ella quien se ofrece de víctima es el propio JESÚS, para redención de todos los hombres. Lo mismo nos ocurre a nosotros, los que en ÉL creemos, porque para convertirnos en amor tenemos que morir al egoísmo hasta el extremo  de ser odiados y entregados a la muerte.

No nos extrañe todo lo que está, en estos precisos momento, ocurriendo, está profetizado por el mismo JESÚS: «Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio». Ocurre en muchas partes del mundo, y hasta el nuestros mundo de los blogs somos criticados y apestados por muchos que no creen.

Pero nos salvará nuestra perseverancia, perseverancia en mantenernos firmes, confiados, agarrados y sostenidos en ÉL. Porque con ÉL nada nos podrá ocurrir. Podrán matar nuestro cuerpo, pero en realidad eso no es lo verdadero y real. Todo lo que nos rodea de alguna manera no existe, pues la única verdad es ÉL y la vida que nos espera. Ésta, la que vivimos ahora es sólo por un tiempo, es caduca y está llamada a su fin. En realidad no existe porque es efímera y finita.

Gracias, DIOS mío, por tu promesa de ánimo que
nos alienta, nos fortalece. Gracias, DIOS
mío, por tu promesa de dejarnos
el ESPÍRITU SANTO para
seguir el camino
en este 
mundo de lobos. Amén.

martes, 22 de noviembre de 2011

NADA EXISTE

(Lc 21,5-11): En aquel tiempo, como dijeran...

El Evangelio de hoy es muy claro, todo será destruido hasta el punto que podemos decir que todo lo que existe no es la verdadera realidad. Porque su fin es caduco y la nada. La única realidad es DIOS.

 Estas palabras de Jesús se sitúan en las antípodas de una así denominada “cultura del progreso indefinido de la humanidad” o, si se prefiere, de unos cuantos cabecillas tecnocientíficos y políticomilitares de la especie humana en imparable evolución.

 ¿Desde dónde? ¿Hasta dónde? Esto nadie lo sabe ni lo puede saber, a excepción, en último término, de una supuesta materia eterna que niega a Dios usurpándole los atributos. ¡Una supuesta!... Sin poder demostrar nada, ni tampoco negar.

¡Cómo intentan hacernos comulgar con ruedas de molino los que rechazan comulgar con la finitud y precariedad que son propias de la condición humana!

Por eso esperamos expectante la segunda venida de nuestro SEÑOR que precederá a guerras y revoluciones y también a muchos que usurparan su nombre diciendo. "Yo soy y el tiempo está cerca". Ustedes perseverad y no les sigan, ni se asusten porque es necesario que primero ocurran estas cosas, pero el fin no es inmediato.

Se levantará, les dijo, nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo.

Queda, todavía, tiempo de salvación, pero me pregunto si ya no está empezando a pasar lo que tiene que pasar. Sin embargo, nosotros debemos perseverar, porque ahí está nuestra salvación (Lc 21, 12-19).

Te doy gracias, DIOS mío, por sostener mi fe,
sobre todo mi confianza en TI. Dame
la fortaleza, la sabiduría y la
 paz de permanecer
siempre en TI. Amén.

lunes, 21 de noviembre de 2011

HASTA LA ÚLTIMA GOTA

Lucas 21: 1-4

No se trata de dar, sino de darse tanto en lo material como espiritual. Hace unos días nos pedían nuestros talentos, pues bien, ahora se nos pide también nuestros bienes, porque todo lo hemos recibido gratuitamente. Somos unos simples administradores en pro del bien común de todos. Así lo hemos recibido por mandato del SEÑOR.

¿Podríamos imaginarnos lo bien que estaría el mundo si todos obrásemos de esa forma? ¿Supongo que a nadie se le ocurriría pensar en crisis? Sin embargo, nuestro egoísmo impide que eso pueda suceder. Una vez más nos percatamos que el mal de este mundo está engendrado dentro del corazón del hombre. Nos apropiamos de lo que no es nuestro y lo ponemos en función de nosotros mismos sin tener en cuenta a los demás.

Por eso, JESÚS, nuestro SEÑOR, premió el gesto de la pobre viuda antes que la arrogancia de aquellos adinerados que sólo echaban de lo que les sobraba. Porque no estamos llamados a compartir lo que nos sobra, sino todo aquello que queda fuera de lo que verdaderamente necesitamos. Y, experimentamos, que cuando amamos muy poco necesitamos para vivir.

Enseñanos, SEÑOR, a experimentar que sólo hace
faltas TÚ para sostener nuestras vidas. Muy
poco necesitamos para encontrar
aquello que buscamos.

Pues, no está en las riquezas ni en el poder, sólo
se encuentra en el amor que TÚ nos das y
nos infunde, para que también
nosotros lo demos a
los demás. Amén.

domingo, 20 de noviembre de 2011

UN MUNDO MEJOR

Mateo 25,31-46

No se entiende cómo es posible que los no creyentes no se conforme con eso, simplemente no creer y hacer según crean o les plazca, pero, ir contra los que creen hasta el punto de matarlos y querer desaparecerlos es algo que no se puede explicar.

Simplemente, lo único que le da sentido a esa persecución contradictoria es "quitarlos del medio porque estorban a sus planes y proyectos egoístas". Y eso es lo que la historia constata y explica en su propio devenir. El mundo anda muy mal porque muchos imponen su propia voluntad y apetencias sin miramientos de ninguna clase y autoproclamándose dueños y señores del mundo.

Porque un mundo según DIOS manda, es un mundo mejor. Es un mundo donde abundaría la justicia, el reparto equitativo, la dignidad de ser libre y buscar el bien. El derecho a la vida, a la educación y a la familia, célula de la sociedad, al trabajo, a la concordia y paz entre los pueblos.

Curiosamente, hoy día de elecciones al Gobierno, estamos llamados a buscar a esas personas que tengan como ideario en sus vidas el dar de beber al sediento, de vestir al desnudo, de cuidar al enfermo, de visitar al que está en la cárcel, acoger al forastero...etc. Sin lugar a dudas, un mundo gobernado por personas que se esfuercen el vivir esto sería lo más maravilloso para todos. Y es que seguir las enseñanzas de JESÚS es la única solución a los problemas del hombre.

Indudablemente, CRISTO Reina en el mundo. ÉL es el Único Rey que puede darle su verdadero sentido y al que todos los hombres aspiran: "La Eterna paz en plenitud".

Enciende nuestro corazón, SEÑOR, para que, iluminados
por tu Gracia, sepamos elegir a las personas que
 estén dispuestas a vivir tus enseñanzas.

Fortalece y mueve a las personas que estén capacitadas,
según los talentos recibidos, a llevar a cabo
tus enseñanzas, y a nosotros a 
descubrirlas. Amén.

sábado, 19 de noviembre de 2011

VIVIMOS PARA SIEMPRE

“DIOS, ES DIOS DE LOS VIVOS, NO DE LOS MUERTOS”
Lc 20, 27-40

A eso estamos llamados y para eso hemos sido creados. Hay quienes se empeñan en echar esta esperanza abajo poniendo toda clase de tapujos y dificultades. ¿No es mejor creerlo que no creerlo? ¿Tiene alguna contra indicación que pueda perjudicar? ¿Por qué entonces tanta ganas de echarla por tierra? No se explica sino la intervención de Satanás a través de muchas personas que están poseídas. El demonio anda suelto y no está quieto.

Porque no se trata de que inventamos eso de vivir para siempre por puro capricho, o como respuesta a la necesidad de justificar otros interrogantes, sino que, a parte de ser, y es lo más importante, promesa de JESÚS, es una necesidad que nace de lo más profundo de nuestro corazón. Anhelamos desde que nacemos ser eternamente felices.

¿Quién no quiere ser eterno? Pues si es lo que deseamos y JESÚS, DIOS y Hombre verdadero nos lo viene a prometer, porque sabe de nuestros deseos, ¿cómo no vamos a creerle? Creo que es más fácil y real creerle que pensar en otras cosas que nunca llegaremos a entender ni saber explicar por muchas razones que busquemos.

Y lo más importante, el tiene que morir, por la dureza de nuestros corazones, para que nos demos cuenta de su poder sobre la muerte Resucitando. JESÚS, el Hijo de DIOS hecho Hombre, Muere y Resucita para Gloria del PADRE y para que nosotros creamos en ÉL. Ese es el fundamento de nuestra fe.

Y allí todo será diferente a este mundo, pues somos todos hijos de DIOS y, por lo tanto, no habrá la misma relación de marido y mujer... Ocurre que, desde nuestra mentalidad ciega y limitada queremos dar respuesta a interrogantes que nos superan y caemos en nuestras propia redes, nos equivocamos.

SEÑOR, infunde en nuestros corazones la semilla
de la paciencia, la confianza y la fe
de ser dócil, como Maria,
a tu Palabra. Amén.

viernes, 18 de noviembre de 2011

LA NUEVA ALIANZA

Del santo Evangelio según Lucas 19,45-48. Jesús entró en el Templo...

Con JESÚS se inaugura una Nueva Alianza. Los sacrificios y ofrendas de animales dejan paso a la Única víctima propiciatoria, JESÚS, quien con su Muerte y Resurrección redime todos los pecados de los hombres y los rescata para el Perdón y la Misericordia del PADRE.

El culto nuevo tiene como centro la oración y la escucha de la Palabra de DIOS, pero, en realidad, el centro del centro de la institución cristiana es la misma Persona viva de Jesús, con su carne entregada y su sangre derramada en la cruz y dadas en la Eucaristía.

El fundamento de nuestra fe está apoyado en la Muerte y Resurrección de JESÚS. Es ese el pilar de nuestra fe y el centro de toda nuestra atención. Nada puede movernos de ahí, porque todo sería vano si JESÚS no ha Resucitado.
Muchos te rechazan, SEÑOR, porque no entienden ni
quieren entender de tu Resurrección. Sería
para ellos tener que admitir tu
Gloria y desterrar su
soberbia.

No permitas que nos confundan ni que nos aparten de
TI. Ilumina nuestra mente para que sigamos
tus pasos a pesar de nuestras dudas
y oscuridades. Sólo TÚ
tienes Palabra
de Vida Eterna. Amén.

jueves, 17 de noviembre de 2011

AHORA LO LAMENTAMOS

Del Evangelio según Lucas 19,41-44. Al acercarse y ver la ciudad, ...

Hoy nos dice el Evangelio que JESÚS al acercarse a Jerusalén lloró por élla, sintió lastima porque sabía las consecuencias de su rechazo. Y así ha y está pasando. No entiendo como ante estas pruebas tan evidentes nos resistimos a creer en JESÚS.

Porque lo que ocurre antes nuestros ojos es exactamente eso: vivimos rodeados de egoísmos, de verdaderos muros levantados entre nosotros, que nos separan, que nos enfrentan, que llenan la humanidad de hambre, de muerte...etc. Incluso, el vientre de las futuras madres se ha convertido en el patíbulo más seguro para la muerte de esos niños nacidos en el seno de sus madres. JESÚS lloró porque conocía lo que iba a pasar si nos alejamos de ÉL.

Sin embargo, los que creemos en JESÚS y nos fiamos de ÉL, sabemos el resultado final y esa es nuestra esperanza. Sabemos de quien nos fiamos, como diría Pablo, y en ÉL esperamos un mundo mejor donde reine la paz y el amor. Por eso no debemos bajar la guardia y estar vigilantes y en lucha, porque al final la Verdad triunfará sobre la mentira.

Confiamos, DIOS mío, en tu Misericordia, y esa es 
nuestra esperanza. Sabemos de tu amor y
de tu paciencia, por eso, injertados
en TI, te pedimos que nos
fortalezcas y nos
ilumines
para la lucha. Amén.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

AMAR Y SERVIR


lc 19 11 28


Todos tenemos algo que dar. Puede ser mucho, no tanto o poco, pero siempre algo que dar para servir. Son nuestros talentos. No hay nadie que no tenga algo que pueda serle útil a los demás. También es verdad que no todo lo que hay en nosotros es bueno. Estamos tocados por el pecado y hay cosas dentro de nosotros que pueden herir a los demás, pero podemos evitarlo y transformarlas en bondades, por amor, para el servicio de los demás.

Esos talentos que nos han sido dado, gratuitamente, están para el bien de los demás, y nuestra obligación, siempre voluntaria y desinteresada,  es ponerlos en disponibilidad de servicio a los demás. Guardarlos sería negativo y egoísta por nuestra parte. Sería enterrarlos y dejarlos inactivos sin producir bien y servicio a los demás. Y los demás los necesitan, pues lo de cada uno es necesario para el otro. Así el mundo sería mucho mejor, y todos estarían servidos y cubiertas sus necesidades. Sería el Reino de DIOS, lo que nuestro PADRE del Cielo quiere para todos sus hijos.

Por eso, tus talentos te serán reclamados para el bien y servicio de los demás. De nada servirá tener tantos y guardarlos para así o para tus propios caprichos. Están para el servicio de todos, y ese será tu juicio. Todo lo demás será inútil si no pones tus talentos a producir para el bien de todos.

Dentro de unos días tendremos oportunidad de hacerlo de forma general y concreta. Las elecciones generales de nuestro país son una oportunidad para desenterrar nuestros talentos y ponerlos al servicio de la comunidad. Los políticos administrando y dirigiendo desde el servicio al bien común, y el pueblo cumpliendo y poniendo todos sus talentos para el bien de unos y otros.

Pero, antes hay que elegir, y esa acción también encierra un trabajo que debemos cumplir y, cada cual con su esfuerzo y cualidades, elegir a las personas más preparadas y honradas que estén dispuesta a trabajar para el servicio de todos. Más tarde, y de forma individual, a cada uno le será pedida sus responsabilidades y productividad.

Pidamos la valentía y la capacidad de discernir, según
nuestros talentos, al mejor partido político que
pueda poner todos sus talentos al
servicio de nuestro país y
del mundo entero. Amén.

martes, 15 de noviembre de 2011

BUSCAR EXIGE RIESGOS

 (Lucas 19,1-10 )

Cuando tu corazón busca, te das cuenta que exige muchas situaciones comprometidas y de cierto tinte extremas y hasta ridículas. Hay circunstancias que no se pueden explicar, y menos comprender. Y la que hoy nos presenta el Evangelio es una de ellas. Ver a un hombre, y más cuando se trata de un hombre público y notorio, subido a un árbol, es algo extraño y sin mucho sentido.

Decir que es por la curiosidad de ver a ese JESÚS del que tanto se habla, implica cierto riesgo político y ridículo social. La inquietud por acercarse a JESÚS no es cómoda, y entraña dificultades y peligros. Desde el primer momento que arde en nosotros el deseo de mirarle cara a cara, empezamos a sentir el compromiso martirial que entraña el seguirle. Seguir a JESÚS comporta un camino martirial, porque su camino no es camino de este mundo, sino contrario a él.

Por todo ello, imaginar, sabiendo el resultado, que pasó en ese hipotético diálogo entre JESÚS y Zaqueo, será hermoso suponerlo. Porque ante el amor de JESÚS no hay respuesta que no responda amándolo. Y eso fue lo que realmente ocurrió.

Pero, sólo comentar un detalle que me advierte como muy importante: "La actitud de estar dispuesto, inclinado a la escucha y a la docilidad de la Palabra de JESÚS". No entra lo que no se deja entrar. Sólo un corazón abierto y dispuesto a la verdad es capaz de encontrarla.

Dame, SEÑOR, la actitud de Zaqueo, y la valentía
de, a pesar de los riesgos, estar atento a
escucharte y vivirte, porque sólo
en la vivencia de la Verdad
encontraré el Camino
de encontrarte. Amén.

lunes, 14 de noviembre de 2011

¿ DÓNDE BUSCAMOS LA LUZ?

Lc 18, 35 - 43

Ocurre que no echamos de menos la luz, o nos descubrimos presente en la luz. De una u otra forma y en esas circunstancias, la luz no nos hace falta. Es, entonces, cuando estamos ciegos. No vemos lo que trasciende más allá de nuestros ojos. Nos quedamos con las cosas de aquí abajo. Nos vemos finitos, caducos, y consumismo cosas finitas.

Pasa la luz delante de nosotros, pero no la vemos. Incluso mandamos a callar a quien la vez y grita alborozado, desesperado porque no se le escape la oportunidad de ver. Estamos tan ciegos que nos acostumbramos a no ver, a permanecer en la oscuridad, en la ceguera. Y ya tomamos el no ver como normal. Confundimos lo normal con lo corriente; la oscuridad con la luz.

Sin embargo, aquel que quiere ver intuye que el que pasa se la puede dar. Y no lo duda, ¡grita y grita!, a pesar de que le intimidan y le manda a callar. Pero él no hace caso. Está convencido de que puede ser iluminado y ver de nuevo. Y así lo pide. ¡Qué gran confianza!

Y la fe y la confianza dan su fruto. JESÚS responde a su súplicas, y le complace con lo que pide: "Recobra la vista, tu fe te ha curado".

¿Es mi fe así? ¿Creo que JESÚS puede curar mi ceguera? 

Esa es la pregunta que el Evangelio nos interpela hoy.
Y la respuesta depende de nosotros. Roguemos, 
pues, al ESPÍRITU que nos guía, que
nuestra mente se abra y,
como Bartimeo,
pidamos ver. Amén.

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿QUIÉN SOY?

Mateo 25, 14-30: Parábola de los talentos

Esa es una pregunta que todos, aunque muchos no nos la hagamos, llevamos impresa en nuestro corazón. Depende, ¡nos va en ello el salvar nuestra vida!, por la sencilla razón que sólo aquello que se conoce se puede entender y corregir, y, por supuesto, lo que decimos, salvar.

Porque a partir de nuestro propio conocimiento podemos dar todo lo que somos y evitar aquello que, al menos, no debemos ser. Se hace preciso, pues, reflexionar, ahondar en nosotros mismos para saber quien ha derramado tanto amor en nosotros e infundido talentos y cualidades que, tal como la hemos recibido, hemos de devolverla. Son las reglas del juego, y como tal, están impresas en nuestra propia esencia del ser.

Nuestra felicidad pasa por multiplicar y arriesgar. No hay nada sin riesgo, todo cuesta esfuerzo y trae incertidumbre, inseguridades... Todos, decimos, queremos más, estamos llamados a multiplicar, a obtener ganancias y beneficios. Y nosotros no podemos ser una excepción.

Amar implica darse, ¿y qué vamos a dar? Indudablemente lo que somos y tenemos, y que lo hemos recibido gratuitamente. Así, tal como nos lo han dado, igual lo hemos de dar nosotros. Y verás, ¡eso si te lo puedo asegurar!, lo bien que te sientes luego. Seguro que tú también lo has experimentado.

SEÑOR, dame la sabiduría, la fortaleza y la paz
de saber derretir todo lo que en bruto 
he recibido por tu Gracia, y
devolvertelo, en
los hermanos,  
acrisolado
como el oro. Amén.

sábado, 12 de noviembre de 2011

LA ORACIÓN NOS SOSTIENE

Viuda y juez (Lc 18, 1-8)

Y sin ella estaríamos perdidos, porque orar es contarle a nuestro PADRE nuestras carencias, nuestras dificultades, nuestros errores, nuestras incapacidades, nuestras tentaciones, nuestros fallos, nuestras debilidades, nuestras limitaciones...etc. 

Por nosotros no seríamos capaces de permanecer limpios. Necesitamos lavarnos con cierta frecuencia (Penitencia) para vaciar todas nuestras inmundicias, y eso sólo lo podemos hacer en ÉL y con un corazón contrito y en constante oración que nos fortalezca.

JESÚS, nos invita hoy a no desfallecer, y a permanecer constante en la oración. A pesar de, aparentemente, no ser contestados ni escuchados. Como la parábola que nos presenta del juez injusto. DIOS, nuestro PADRE, siempre nos escucha y nos atiende, aunque nosotros no le entendamos ni nos demos cuenta de su obrar.

Mantennos siempre SEÑOR, la mirada erguida
hacia TI. Que nunca desfallezca nuestra
plegaria ni nuestra confianza.

Danos la fuerza de ser perseverante y de nunca
desistir de pedirte todo aquello que
necesitamos. Sobre todo lo
que nos conduce
hacia TI. Amén.

viernes, 11 de noviembre de 2011

VIVIR, LA APARENTE, BUENA VIDA

 Lucas 17, 26-37

Hay una frase que me ha impactado por lo que implica respecto a lo que importa. Se trata de la siguiente: "Allí donde la historia de los hombres continua como estaba, no ha llegado de verdad el Reino de DIOS" (Xabier Pikaza).

La primera pregunta que ella suscitó en mí fue: ¿Y dónde estoy yo? ¿Acaso he crecido, o me he instalado? Mi primera observación, ya siendo habitual, fue observarme como creyente que madura y crece en su camino espiritual, o, ¡muy peligroso!, sentirme instalado en la quietud de unas normas y prácticas desencarnadas. Quiero pensar, al menos esos son mis esfuerzos e intenciones en lo primero, pues de no ser así me estoy engañando tontamente.

Otra cosa que me ha impactado, desde hace algún tiempo, es, no sólo leer el Evangelio de cada día, sino de acompañarlo de la lectura del Antiguo Testamento y el Salmo. Porque los uno dan sentido al otro, y el Nuevo alumbra al Antiguo y Salmo.  Hoy, lo que dice el Antiguo da sentido a toda nuestra vida ahora, hoy mismo. Lean y mediten:

Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a DIOS y fueron incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo.

Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo; pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analogía el que les dio el ser.

Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados, buscando a DIOS y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos son perdonables, porque, si lograron saber tanto que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño?

Creo que hoy, en nuestro tiempo, está ocurriendo esto que hace siglos está dicho. Pero el hombre continua y continua perdido con las cosas de este mundo. Sus ojos parecen vendados y sólo ven las cosas caducas y que al final no nos sirven, pues sólo la vivencia del amor en DIOS nos salvará.

Despierta, SEÑOR, nuestra sed y nuestra hambre 
para que, ansiosos de TI, no nos apeguemos
a todo aquello, de aquí abajo, que
nos impida llegar a TI. Amén.

jueves, 10 de noviembre de 2011

PUEDE SER HOY, O, TAL VEZ, MAÑANA

 Lucas 17, 20-25

Sería absurdo saber el día final, pues no tendría secreto, ni haría falta tener fe ni estar preocupado, sino simplemente estar preparado. Restaría mérito, entre comillas, y también sería mucho más radical el juicio para todos, porque de saber cuando va a ser, pocas serán las excusas que podamos presentar. Sobraría la misericordia.

El Reino de DIOS vendrá sin avisar, será como un relámpago fulgurante. Sin embargo, ya ha venido está entre nosotros y en cada uno de nosotros. Estamos muy próximos a celebrar el Adviento, donde preparamos la venida, el nacimiento, de JESÚS de Nazaret. Pues, ese nacimiento se realiza cada día en nuestro corazón cuando acogemos su Palabra y tratamos de llevarla a nuestra vida. Nace entonces el Reino de DIOS en nosotros y entre nosotros.

También, tenemos una señal muy clara. Cierto es que tampoco sabemos la fecha, pero, mientras llega ese Final, hay un final para cada uno de nosotros que está más cerca. Puede ser hoy, o, tal vez, mañana. No lo sabemos, pero si sabemos que el momento de nuestra muerte supone el final del mundo para cada uno de nosotros. Después sólo nos queda presentarnos ante el PADRE, y con la única moneda válida: "El amor". Es esa la que nos abrirá el camino de la eternidad feliz.

Cuando me esfuerzo por poner amor entre los conflictos de mi vida familiar, laboral, de mi entorno y ambiente social, estoy esforzándome en hacer presente el Reino de DIOS. No cabe ninguna duda que esa es la utopía de nuestro mundo. Tratar de amarnos equivale a establecer el Reino de DIOS aquí y ahora.

Una utopía que trasciende y no aterriza en lo natural, sino que se hace realidad en lo sobrenatural, porque sólo en el poder del que está por encima de lo natural se puede alcanzar la utopía del amor.

Pidamos al PADRE la capacidad de poder ver
la utopía natural de nuestra vida con
ojos sobrenaturales, porque
sólo en el verdadero
Amor, podemos
hacerla realidad. Amén

miércoles, 9 de noviembre de 2011

NUNCA PODRÁ SER DESTRUIDA

BASÍLICA DE LETRÁN (Jn 2, 13-22)

La Iglesia nunca podrá ser destruida. Y no podrán destruirla porque tú y yo somos templo del ESPÍRITU SANTO, donde mora la Santísima Trinidad, DIOS, Uno y Trino. Para destruir a la Iglesia hará falta destruir a toda la humanidad viviente, porque donde haya un creyente y bautizado, allí estará viva y presente la Iglesia.

Por eso, JESÚS, viendo en que se había convertido el Templo, la Casa de oración, expulsó a todos los que la utilizaban como lugar de negocio y encuentro mercantil. Su Casa era Casa de oración, y no podía convertirse en una cueva de ladrones y tramposos.

Proclama, JESÚS, que ese Templo de oración será construido, caso de ser destruido, en tres días, haciendo referencia a su propia Resurrección. Y así lo entendieron los apóstoles después de su muerte.

Las primeras comunidades se reunían para orar y celebrar la fracción del pan. Lo hacían en casas particulares. Más tarde, supongo que por la necesidad de verse todos juntos y por espacios, construyeron templos apropiados para celebrar la fe. Así nació la Basílica de San Juan de Letrán, fiesta que celebramos hoy, símbolo de la unidad de todas las iglesias del mundo con la Iglesia de Roma. 

No permitas que nadie nos arrebate ese lugar
donde, TÚ, mi SEÑOR, ocupas el
centro de nuestras miradas.

Estás en nuestro corazón, y habitas en él, pero
necesitamos tenerte vivo, presente, bajo
las especies de pan y vino, según
TÚ quisiste quedarte, en un
lugar construido sólo y
expresamente para TI. Amén.

martes, 8 de noviembre de 2011

SIN ESPERAR RECOMPENSA, EN GRATUIDAD

(Lc 17, 7-10)

No merecemos nada, entre otras cosas, porque todo lo que somos gratuitamente lo hemos recibido. Y cuando las cosas se reciben gratis, nada debemos esperar a cambio. Sin embargo, nuestro PADRE del Cielo, nos quiere tanto que nos ofrece un camino de salvación para darnos su misma Gloria y que participemos de ella.

Pero, no por ese amor tan grande que DIOS nos tiene, nosotros debemos exigirle, sino, al contrario, debemos agradecerle el que podamos cumplir con nuestras obligaciones de hijo, que no son otras que cumplir su Voluntad. 

El siervo tiene que cumplir su deber sin esperar nada a cuenta. También lo hacen los amigos, por eso, JESÚS, nos llama más tarde, no siervos, sino amigos. Los amigos no pasan cuentas. Si los siervos tienen que cumplir con su deber, mucho más los apóstoles de Jesús, sus amigos, debemos cumplir la misión encomendada por Dios, sabiendo que nuestro trabajo no merece recompensa alguna, porque lo hacemos gozosamente y porque todo cuanto tenemos y somos es un don de Dios.

SEÑOR, danos la sabiduría de poder decirte, como lo
hiciera santa Teresa:
"No me tienes que dar porque te quiera;
porque, aunque lo que espero
no esperara, lo mismo
que te quiero, te quisiera. Amén.

P.D. En este momento político que nos toca vivir, también la Palabra de DIOS nos suscita caminos y decisiones, porque el Reino no se construye entre unos cuantos, sino que es labor de todos. Es, ahora, cuando el ESPÍRITU nos anima a tomar partido en discernir nuestra participación con nuestro voto. Es una actitud de servicio, sin pedir nada a cambio. Lo recibido puesto al servicio de todos.

Y nuestro voto debe ser depositado en aquellos que se esfuerzan en hacer las cosas según DIOS manda (más información...), y luego todo lo demás queda en Manos del ESPÍRITU.

lunes, 7 de noviembre de 2011

PROVOCAR, AHÍ ESTÁ LO MALO

Lc 17 1- 6

Inevitablemente el mal se hace presente y nos contagia a todos. Es parte de nuestra condición humana, estamos tocados y heridos por el pecado, y eso nos inclina a cometer errores y fracasos. Pero, aun siendo eso parte de nuestras limitaciones y humanidad débil, lo grave se fundamenta en la provocación. Una cosa es que no podamos evitar la caída, y otra cosa es que la provoquemos.

Y hoy, la Palabra de DIOS, nos advierte que lo peligroso y condenable por el SEÑOR es la provocación, es decir, el escandalo. Porque una cosa son mis propios fallos y limitaciones, y otra muy distinta provocar e inducir a otros a que pequen también. Sobre todo a los niños e inocentes. La advertencia de que: "Quien haga esto más le vale atarse una piedra de molino y arrojarse al agua", deja bien claro la gravedad e importancia que JESÚS le da a este pecado de escandalo.

Sin embargo, a pesar de lo terrible y condenable de esta acción de pecado, JESÚS nos llama a estar dispuesto a perdonar, siempre que el pecador manifieste arrepentimiento y pida perdón. Y si vuelve y vuelve, siempre que solicite perdón, perdónale. 

La misericordia es una de las puertas que DIOS ha dejado abierta para que nos colemos a permanecer en su presencia. Porque en la medida que perdonemos seremos perdonados. Y ese mandato de perdonar, siempre que te lo pidan con  verdadero con verdadera actitud de arrepentimiento, nos facilita encontrar la puerta de entrada a la Gloria abierta. Se hace duro perdonar, pero se gana la Misericordia de DIOS haciéndolo.

Para eso, SEÑOR, aumenta mi fe y mi confianza,
para que persista en perdonar, porque
cuando perdono, amo.

Pero sobre todo para que entienda y sepa que
Contigo el esfuerzo de perdonar se
hace más suave y ligero, 
al igual que TÚ
 lo haces conmigo. Amén.

domingo, 6 de noviembre de 2011

TÚ TIENES TU PROPIO ACEITE

«Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que...

El aceite de tu propia vida no lo puedes compartir con nadie, te va en ello tu salvación. Porque si te distraes o no procuras el suficiente se te puede apagar tu lámpara. Y necesitas mantenerla encendida hasta que llegue el esposo.

Al igual que ayer, el Evangelio de hoy domingo, 6 de noviembre de 2011, nos habla, apoyado en un mal ejemplo, el del administrador injusto, y hoy el de las doncellas que se niegan a compartir su aceite con las necias, a advertirnos de estar atentos y astutos en el primero, y a poner en juego todos nuestros talentos, en el segundo, para proveernos de lo necesario y suficiente ante la venida del Esposo.

La respuesta es personal e intransferible. No me puede ayudar el otro en ese momento. Mi propio aceite tiene que ser repuesto por mí. Nadie responderá en mi lugar. Dependerá de mí, pues, en ocuparme de que mi lámpara esté bien provista y dispuesta a mantener su luz firme y encendida. No me puedo dormir y luego pedir auxilio al que ha permanecido despierto y atento, con su lámpara bien cuidada y plena de aceite.

Que sepa, DIOS MÍO, saber compartir aquello que
se me ha dado para compartir, y, en ese
compartir, alcanzar la Gracia de
tener mi ardiente corazón
encendido para 
cuando TÚ vengas. Amén.

SALMO 62

Mi alma está sedienta de ti, Señor Dios mío. Oh Dios, tú...

Oh DIOS, TÚ eres mi DIOS, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de TI;
mi carne tiene ansia de TI,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Como te contemplaba en el santuario,
viendo tu fuerza y tu Gloria!
Tu Gracia vale más que la vida,
te alabaran mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocandote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho mi acuerdo de TI,
y velando medito en TI,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo.

sábado, 5 de noviembre de 2011

TODO EN NUESTRA VIDA ES GRACIA

 Lucas 16, 9-15

Todo nos viene de DIOS, hasta el punto que nuestro vivir y obrar está en las Manos del SEÑOR. Pero, siendo eso así, sabido es que el SEÑOR ha querido contar con nuestra colaboración, y, por eso, nos ha hecho libres, libres para aceptar la Voluntad del PADRE o para rechazarla. Y es ahí donde nuestra elección y decisión cobra protagonismo.

Ocurre, y lo experimentamos, que cuando nos engreímos y queremos hacer las cosas según nuestras intenciones y proyectos, percibimos que se nos hace difícil cumplirlas. Observamos que cuando dejamos a un lado la asistencia del ESPÍRITU, nuestros actos se llenan de torpezas y fracasos. Sentimos nuestra propia impotencia y limitaciones, y tomamos conciencia que sin el concurso del ESPÍRITU nada podemos lograr.

Necesitamos ser fiel en lo pequeño, en lo ordinario, en lo que tenemos delante de nosotros, en lo de cada día. Pues no vayamos a arreglar el mundo cuando nuestra casa anda desarreglada. Nos empeñamos en hacer obras de cierto alcance notorio, cuando en nuestro propio entorno y ambiente dejamos mucho que desear. ¿No es lo primero lo que tengo cada día presente en mi vida?

Si no respondemos en lo que tengo que responder cada día, las cosas que me ocurren desde mi despertar a volver a dormir, con aquellos con los que mi vida tiene relación, familia, trabajo, amigos... ¿Con quién voy a responder? Es en las cosas pequeñas, las de mi vida ordinaria, en las que tengo que responder, pues quien es fiel en las cosas pequeñas será capaz también de responder en otras mayores.

Despertar a mis responsabilidades comunes, de 
cada día, es la tarea que debo poner
en el primer lugar de mi vida.

Sintiéndome incapaz de hacerlo yo sólo, te
imploro, ESPÍRITU SANTO, me asistas
y me des las fuerzas de ser
fiel en lo pequeño. Amén

viernes, 4 de noviembre de 2011

LA VERDAD PREVALECE

Lucas 16,1-8

No quiere el SEÑOR llevarnos a la confusión y a la mentira. Sólo nos pone en advertencia que hay que moverse e, inquietos, discernir con verdadera preocupación donde está el verdadero tesoro de nuestra vida. Porque se trata de encontrar nuestro mayor anhelo y deseo.

Y no es otro que prolongar nuestra vida. Tanto quisiéramos hacerlo que soñamos con ser eternos y vivir para siempre rodeado de paz y verdadera felicidad. Por eso, nuestra mayor preocupación debe ser esa, salvarnos para siempre.

Sin embargo, no parece que esa sea nuestra principal preocupación. Andamos interesados en otras cosas, que pensamos nos van a dar la felicidad y el descanso. En cierta ocasión, ante la invitación a conocer mejor a JESÚS, alguien me respondió que no podía porque había conocido a una persona y ella no quería conocer al SEÑOR. Por lo tanto, rechazaba acercarse más a JESÚS en beneficio de estar con esa persona.

También me pasó algo parecido con un joven. Prefirió hacer un viaje que le habían ofrecido gratuito antes que pasar unos día en amistad y conocimiento de JESÚS. Son opciones en las que demostramos lo que ocupa nuestro corazón. Y luego confesamos que creemos en JESÚS y que ocupa un lugar importante en mi vida. Al parecer no es muy importante ese lugar, porque a la primera de cambio lo vendemos por poca cosa.

Debemos ser más astutos y discernir donde están realmente nuestros intereses verdaderos, porque lo que aquí abajo se nos presenta no dura mucho tiempo, ni tampoco llena de forma plena. Sólo que no experimentamos la presencia del SEÑOR, ni amamos como ÉL nos enseña, y de esa forma no tenemos vivencia de lo que significa caminar acompañado de JESÚS.

Esa fue la lección que nos da el administrador injusto, no la mentira ni el engaño, ¡no, eso no!, pero si la preocupación y la acción astuta de buscar soluciones para salvargualdar sus intereses. Le preocupaba quedarse sin trabajo, ¿de qué voy a vivir?, se preguntaba. Y pueso en juego todos sus talentos y astucias.

¿Hacemos nosotros lo mismo con respecto a salvar nuestra vida, el don más preciado que tenemos? Esa es la pregunta donde la Palabra de hoy nos quiere llevar. El preocuparnos por lo verdaderamente importante, y no por las cosas vanas y caducas que no nos solucionan nada.

Despierta nuestra vista y nuestro entendimiento, SEÑOR,
y haz que veamos con claridad donde está
nuestro verdadero tesoro. Porque
dependiendo de descubrilo
sabremos que camino
tomar. Amén.

jueves, 3 de noviembre de 2011

PECADOS CONTRA EL ESPÍRITU SANTO

Lc 15, 1-10

Hay algo que no se puede perdonar, y es todo aquello que no se permite perdonar. Porque cuando alguien se cierra, nadie puede entrar. Y sin nadie que pueda entrar es imposible obtener alguna cura o solución a los problemas de tu interior.

Por eso hemos oido que los pecados que no se pueden perdonar son aquellos que se cierran a la asistencia y ayuda del ESPÍRITU SANTO, porque si le niegas su colaboración y asistencia no puedes ser curado y fortalecido para el perdón. El ESPÍRITU SANTO respeta nuestra libertad, y depende de cada uno de nosotros el que le dejemos actuar en nuestro corazón y ayudarnos a convertirnos.

Sólo aquellos que sientan la necesidad de perdón, de ser curados, serán los que se dejaran descubrir por el Buen Pastor y, puestos en sus Manos, ser curados y perdonados. Los saciados de sabiduría, de prepotencia y de sentirse no necesitados no encontrarán nunca al Buen Pastor, pues no se sentirán perdidos y, por lo tanto, no buscados.

El necesitado y pecador necesita ser buscado por
el Médico que pueda curarlo. Curarlo de sus
heridas físicas y espirituales. Curarlo
de su desorientación y de
su ignorancia.

Danos, SEÑOR, la humildad de dejarnos encontrar,
la sencillez de obedecerte y de estar
atento a la voz de tu llamada,
porque sólo en tu redil 
hallaremos la paz
que buscamos. Amén.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE...

Lucas 23:39-43

Todos morimos solos, incluso cuando morimos rodeados de las personas a quienes amamos. Nadie puede compartir nuestra muerte con nosotros, ni acompañarnos a donde vamos. Sólo el SEÑOR, que murió y Resucitó puede estar y acompañarnos.

La muerte es la hora más gloriosa de nuestra vida, porque es el momento que dejamos de padecer y de estar sometidos a las pasiones que nos esclavizan. Es la hora de la libertad absoluta y del gozo eterno. Es la hora del encuentro con el SEÑOR y de, por su Misericordia, permanecer en su presencia eternamente feliz.

Por eso, nuestra vida, lo más importante de este mundo, se convierte en el mayor tesoro cuando descubrimos que la podemos conservar para siempre si permanecemos en JESÚS.

Abre nuestros ojos, SEÑOR, y despierta en nosotros la 
inquietud de buscarte y descansar en TI.
Porque queremos vivir eternamente y, sólo en TI 
podemos alcanzar vida eterna. Amén.

martes, 1 de noviembre de 2011

LA LEY DE LA FELICIDAD

Mateo 5,1 12

Mucho se ha hablado y se habla sobre la felicidad. Porque la felicidad es el objetivo de toda persona humana. ¿Quién no quiere ser feliz? Pero la pregunta será donde hay que buscarla, porque dependiendo de eso podremos encontrarla.

La experiencia nos dice que en las cosas de aquí abajo no parece estar, pues todos los que se esfuerzan y afanan en buscarla en las cosas de este mundo no terminan por encontrarla. Es más, diría que se alejan cada vez más de ella. Sí, a veces nos procuran momentos de aparente felicidad, pero no termina por conseguirlo. Siempre, el desenlace, es el mismo: cierto vacío y frustración.

Llegamos, en el devenir de nuestra vida, a cansarnos, a fatigarnos, y a pensar que nos hemos equivocado de camino y que aquí no se encuentra. Los más resignados terminan por considerar que "aquí no se consigue la felicidad completa", y ahí terminan sus esperanzas. Aceptan una vida mediocre a caballo entre momentos felices y de desdicha. Tiran sus esperanzas por la borda. Pierden el sentido de la alegría y la esperanza de ser plenamente felices para siempre.

No bebemos donde debemos beber. Aun teniendo la propia Fuente sed de ti y siendo Ella la que te busca para darte de beber. Es un misterio que, el hombre, criatura de DIOS, tenga la libertad de poder negarlo. Porque negándolo se niega a sí mismo la verdadera dicha y felicidad.

SEÑOR mío y DIOS mío, ilumina mi mente para dejarme
conducir por tu propuesta de felicidad, que no es
otra que la de injertarme en TI y seguir el
estilo de vida que TÚ has seguido y
testimoniado con tu vida. Amén.