lunes, 19 de diciembre de 2011

LA CONFIANZA EN EL SEÑOR

 Lucas 15-25. En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote,..

La fe puede pasar momentos de oscuridad, noches de dudas, etapas de confusión y desánimo, pero nunca perder la confianza, porque si se pierde la confianza se pierde todo. En realidad, todos aquellos que no practican o viven en la indiferencia respecto del SEÑOR, tienen la fe muerta, congelada y perdida, sin embargo mantienen la confianza en DIOS.

Digo esto porque en mi experiencia he constatado que al hablar con ellos mantienen y defienden, la mayoría, su creencia en DIOS y se relacionan con ÉL. Lo que niegan, en su desconocimiento e ignorancia, a la Iglesia. Más tarde lo he comprobado al constatar que van a visitarlo y a contarles sus problemas.

La confianza siempre se mantiene, pues de perderla perdemos la fe. En estos momentos paso yo por esta experiencia, y mi experiencia, valga la redundancia, de vivirla en otros momentos me anima a llenarme de paciencia y perseverar en la confianza de que el SEÑOR está presente.

Y comparto esto porque anoche tuve un presentimiento. Ahora mismo no sé si fue un sueño o algo que pensé poco antes de irme a la cama, el resultado fue que tuve la premonición de sentirme observado por el SEÑOR. Pensé que el SEÑOR sabe de todo lo que me ocurre y aguarda pacientemente mi respuesta. 

Y mi respuesta pasa por aceptarme pecador y ponerme en sus Manos para corregirme, al margen de que tome otras decisiones que, abandonado en su confianza, ÉL, a través de su ESPÍRITU, me irá indicando cuando lo crea conveniente para mí, precisamente por su gran amor. Y esa experiencia me ha fortalecido, al menos, me ha ayudado a esperar y aguardar su venida.

Todo esto ha surgido por la experiencia de Zacarías. Dudó y su oscuridad se transformó en silencio, más aguardando y confiando en el SEÑOR, tuvo como respuesta, no podía ser de otra forma, la Misericordia y el perdón, por Amor, del PADRE DIOS.

Hoy debo terminar mi humilde reflexión con una oración de confianza y abandonada en la Voluntad del SEÑOR. Nadie mejor que María para asesorarme y recomendarme su ejemplo y testimonio. Como ella me gustaría decirle al SEÑOR que se haga su Voluntad y no la mía, y que me de la fortaleza y la perseverancia de aguardar en silencio su respuesta, que sé que será la mejor para mis intereses de salvación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.