lunes, 19 de marzo de 2012

CUANDO LOS PLANES DE DIOS NO SON LOS NUESTROS

Mt 1,16.18-21.24a: José hizo lo que le había mandado el ángel ...

Se hace difícil entender algo cuando no coincide con lo que nosotros pensamos. Y, no se hace diferente cuando eso nos ocurre respecto a Dios. Nuestros proyectos están pensados según nos parece y nos conviene, pues no en vano vamos a idear algo contra nuestros intereses.

Pero es incomprensible aceptar algo cuando va contra nuestra propia conveniencia. Este es el caso de san José, pues teniendo la intención de desposarse con María aconteció que ella estaba ya en cinta sin cohabitar juntos. Difícilmente podemos aceptar tal situación, y menos en aquella época en la cultura judía.

Pero, revelado los planes de Dios, san José no duda, busca el lado positivo y se pone en actitud de obediencia para que se cumpla tal Dios lo ha dispuesto. Contemplado desde la lejanía no parece algo muy complicado, pero trasladado al escenario del acontecimiento, la situación es harto complicada. Por eso, José es digno de veneración, respeto y admiración, porque puso su vida en manos de Dios y acató su mandato.

¿Estamos nosotros en esa actitud? ¿Buscamos el lado bueno y positivo de las situaciones que se producen en nuestra vida? ¿Pensamos que quizás son insinuaciones y mandatos del Señor?

Son preguntas que nos parecen extrañas, porque, pensamos, que a nosotros no nos puede ocurrir algo así. Dios no se va a fijar en nosotros, o, simplemente, nosotros no le dejamos que se fije. Nos excluimos de su acción y le rechazamos alegando que somos muy poca cosa para merecer la atención de Dios.

Pero, quizás, dentro de ese desinterés se esconde una huida y despreocupación cómoda que no quiere comprometerse ni arriesgarse a seguir los mandatos del Señor. Podía haber pensado eso mismo san José, y todo hubiese cambiado. ¡Pero no!, san José obedeció la insinuación sugerida en sueño y pensó que lo que hizo era lo que debía hacer por mandato Divino.

Pidamos luz, fortaleza y sabiduría para ser capaces de oír la voz del Espíritu y ponernos en actitud disponible y entregada a dejar que la voz del Señor actúe en nosotros. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.