viernes, 23 de marzo de 2012

LA HORA DE LA ESPERANZA

    (Jn 7,1-2.10.14.25-30): En aquel... 


Porque el creyente no solo vive de la Palabra del Señor, sino del cumplimiento de la misma. Y lo último que faltaba por cumplirse, aunque todavía no es la hora, está próximo a llegar. 

Jesús pasas sus últimos momentos disperso entre la gente. Nadie lo advierte hasta que llegado el momento levanta su Palabra y la dirige al hombre por el cual va a entregar su vida. Posiblemente a Él lo conozcan, pero a quien lo ha enviado nadie lo conoce. 

Se manifiesta y proclama enviado por su Padre, a quien nadie conoce, y de quien procede toda verdad y justicia. Y a quien Él solo conoce. Jesús se presenta como el verdadero hijo del Padre, por el que ha sido enviado para la salvación de todos los hombres.

En Él se cumplirá, días más tardes, la Resurrección, que se convertirá en el fundamento de nuestra esperanza y nuestra fe.

Te damos gracias, Señor, por tu entrega, por tu fidelidad al Padre, por tu generosidad y amor para con nosotros cumpliendo la Voluntad del Padre. Y te pedimos las fuerzas y fidelidad necesarias para mantenernos siempre en tu camino sin desfallecer. Amén.

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