miércoles, 7 de marzo de 2012

¿PRIMERO, ÚLTIMO? ¿ QUÉ LUGAR ELIJO?

Mt 20,17-28 - Servir y dar a vida para salvar amuchos...

Una de nuestras mayores preocupaciones es conseguir estar lo más arriba posible. Más arriba entendiéndolo como en un escalón superior a los otros. Queremos tener más poder, más honor y prestigio, más riquezas y más de todo.

Cualquier cosa que se nos ponga a tiro la intentamos tomar, y si no nos cuesta nada y nos sirve para ser distinguido y centro de los demás, mejor que mejor. Hoy, el Evangelio nos habla de eso, de cómo una madre pide para sus hijos los primeros puestos. No hay que verlo como algo fuera de lo normal, pues nuestra condición humana nos inclina a ello. Tenemos que reconocer que estamos tentados por ese egoísmo de ser más que el otro.

Sin embargo, Jesús, que nos conoce, nos dice todo lo contrario. No es bueno afanarse en tratar de conseguir los primeros puestos. No es bueno hacerlo en función de conseguir más poder, más riquezas, para ser servido y alabado por los demás. Solo si lo hacemos con la sana intención de servir, vale la pena hacerlo.

Antes, Jesús, les revelaba lo que iba a sucederle para que no les cogiese por sorpresa. Pues era bueno que supiesen que es lo que iba a suceder, no fuera que, estando en otro mundo, les cogiera por sorpresa y les derrumbara profundamente. Aunque de todos modos sucedió así. Sin embargo, iluminados por el Espíritu y por las apariciones del mismo Jesús, no les fue nada difícil recordar estas revelaciones de ahora.

Y todavía andamos, nosotros, por los mismos lugares que les sucedieron a los apóstoles en su tiempo. Estamos buscando puestos, prestigio, ser centro de otros, alcanzar el primer puesto, o el más relevante...etc. Seguimos con lo mismo, y lo importante lo oímos, pero no lo escuchamos. Solo queremos trepar.

Posiblemente converjan conmigo en que, como padres, pedimos esos puestos para nuestros hijos. Y nos olvidamos de lo esencial: "Ser primero para actuar como el último". ¡Oh, si fuese así en el ámbito político, familiar, empresarial, justiciero...etc, la vida sería mucho más parecida a lo que Jesús nos enseñó!

Pidamos, todos juntos, derramemos nuestras oración de petición en nuestro "Rincón para orar" (Déjanos tu oración), para que nuestra misión esté embadurnada de ese olor a ser más perfumado, más oloroso, más alto, para entregarlo y servirlo a los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.