martes, 13 de marzo de 2012

SI PRIMERO MIRAS PARA TI, PODRÁS PERDONAR

Mateo 18: 21-35. Texto clave: Entonces se le acercó...

Eso puede ayudarnos mucho, pensar primero en nosotros, en nuestras acciones y en lo mucho que hemos sido perdonados a lo largo de toda nuestra vida. En nuestra familia, nuestros padres nos han perdonado muchas pillerías, muchos berrinches, mucha soberbia y cabezonerías.

Han tenido mucha paciencia con nosotros y, encima, se han preocupado mucho por nuestra salud, por nuestra educación, por nuestros problemas...etc., y todavía siguen preocupándose hasta que ya no puedan más. Si nos miramos un poquito, nos damos cuenta que hemos sido perdonados mucho. ¿Seremos capaces de perdonar también nosotros mucho?

Pues, a pesar de todo lo que se nos ha perdonado en este mundo, en el colegio, en el equipo de fútbol, de baloncesto, de... Con la novia, con la esposa... En el trabajo, con los amigos... Nuestro Padre Dios nos perdona hasta el Infinito por los méritos de su Hijo Jesús, y salda nuestra deuda que, por nosotros mismos nunca podíamos saldar.

¿Y no vamos nosotros a estar dispuestos a perdonar a los que nos hacen alguna ofensa, o nos fallan en nuestra amistad, o nos quedan a deber cierta cantidad? Que nos cuesta mucho no lo vamos a discutir, pero si miramos un poquito para nosotros, descubrimos que tenemos mucho en nuestro debe que perdonar, y la mejor manera de saldarlo es perdonando también nosotros.

Por eso, cerremos esta reflexión con el propósito de esforzarnos en perdonar, y para ello, lo mejor es ponernos en Manos del Espíritu Santo, y pedirle que nos de paz, sabiduría y fortaleza para desde el agradecimiento de sabernos perdonados, sacar fuerzas y deseos de perdonar también nosotros. Amén.

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