jueves, 12 de abril de 2012

EL MIEDO NOS ALEJA Y DESVIRTÚA LA REALIDAD

Evangelio según San Lucas 24,35-48. Ellos, por su...

Porque la única realidad es que Jesús vive y está entre nosotros. No es un sueño, sino su real presencia entre nosotros cada día en la Eucaristía. No es un sueño, sino su Palabra que nos descubre que su Pasión estaba profetizada en las Escrituras. Y, no es un sueño, sino que se presenta vivo y palpable entre todos los suyos para que abran los ojos y despierten a la realidad de su vida eterna.

Sin embargo, ocurre que el miedo a complicarnos la vida nos atenace y nos aleje de su presencia. Y ese alejamiento termine por llevarnos al olvido de su presencia y de su Palabra. Porque Él no se ha ido, sigue real y presente entre nosotros.

Cada día lo podemos visitar y recibir transformado en alimento para nuestras vidas, dándonos las fuerzas necesarias para seguir firmes y perseverantes en la fe.

Como los apóstoles, permanezcamos juntos, unidos a Él en la Eucaristía, donde permanece real y vivo, y desde Él, tomemos todas las fuerzas para superar las adversidades de cada día, sin miedo y con renovada fe y esperanza.

Confiemos en su Palabra, y en la oración que Él nos ha recomendado. No dejemos de pedirle, como a un Padre, todo lo que necesitemos, que, como nos ha prometido, seremos escuchados. Amén.

1 comentario:

  1. Sí que es verdad, Salvador. Y tengo que decir que lo he experimentado personalmente. En esos momentos, no queda otra que comenzar y recomenzar con mucha humildad y sabiendo que El nunca nos abandona.
    Un abrazo!

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