domingo, 29 de julio de 2012

¿POR QUÉ SIGO A JESÚS?

 - San Juan 6, 1-15. Después de esto, Jesús atravesó el mar de Galilea, ...
Esa es la pregunta que, hoy domingo, día del Señor, tengo que descubrir y tratar de discernir. Sé que mis primeros pasos son por el interés que me produce sus portentos y sus acciones. Nos da lo que buscamos, saciar el hambre y sanar el cuerpo, y eso me mueve a ir tras de Él.

Y así le siguen muchos, yo diría que toda la humanidad iría tras de Él, porque todos buscamos eso, saciar nuestra hambre, no sólo física sino de también espiritual, y sanar nuestro cuerpo de toda enfermedad. 

Sin embargo, hay muchos que se paran ante la negatividad de conseguir sus propios proyectos. No queremos lo que Jesús nos ofrece, lo mejor y lo que más nos conviene, y lo que nosotros buscamos, muchas veces sin saberlo. Queremos obtener nuestros proyectos y nuestras propias ambiciones.

Es bueno correr tras el Señor y seguirle aunque sea por el interés de recibir bienes físicos y también espirituales que nos solucionan muchas cosas y nos dan paz y alegría. Es bueno porque, poco a poco, y por su gracia, como le ocurre al joven de los cinco panes y dos peces, nos ponemos en actitud disponible de entregar todo lo que tenemos.

El contacto con el Señor nos contagia y transforma y dispone nuestro corazón hasta el punto de amar sin pedir nada a cambio. Es la Gracia del Señor que nos inunda y, como a los apóstoles, nos transformas de pobres pescadores y personas egoístas, en discípulos entregados a darnos a los demás hasta entregar la vida si fuese necesario. Amén.


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