martes, 21 de agosto de 2012

SER RICO ALEJA DE DIOS...


 - Evangelio de San Mateo 19, 23-30

 porque supone suficiencia, soberbia y orgullo. El rico se considera superior al pobre, pues considera que sus riquezas lo enaltecen y le hacen más inteligente, superior y  más grande. Así las cosas es difícil igualarse, ponerse al mismo nivel, considerarse hermano.

Sin lugar a duda, las riquezas son un verdadero obstáculo para hacerse humilde, pequeño, igual y necesitado de ayuda, de asistencia. Luego, será bastante difícil que dentro de su ser entre el Espíritu Santo, y si el concurso del Espíritu nada se puede lograr.

Por lo tanto, si no hay un cambio de actitud y de disponibilidad a dejarse guiar por el Espíritu, ese nuevo nacimiento a la vida de la Gracia no se producirá. Será entonces dificilísimo que uno que se considere rico entre en el Reino de los Cielos.

Porque ser rico no es simplemente tener bienes y riquezas  materiales, sino también ser presuntuoso, soberbio, orgulloso, suficiente, prepotente y carente de necesidades. Ser rico consiste en rechazar al Señor y considerar que por ti mismo puedes alcanzar la dicha, el gozo y la felicidad que buscas. 

Buscas por caminos equivocados, porque solo muriendo a ti mismo puedes alcanzar esa felicidad que buscas, y eso implica la ardiente y necesaria asistencia del Espíritu Santo.

Pidamos al Señor que se nos caiga la venda que oscurece nuestros ojos y seamos capaces simplemente dejarnos conducir por su Espíritu para despojarnos de nuestros apegos y riquezas y alcanzar la humildad y pequeñez de los hijos de Dios. Amén.

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