jueves, 29 de noviembre de 2012

¿DE QUIÉN TE FIAS?

 (Lucas 21:20-28)


Porque según en quien deposites tu confianza nacerá tu esperanza y tu ánimo. Hay muchos que hoy se sienten felices y dichosos. Al menos eso dicen y manifiestan  y aparentan vivir. No juzgo sus actitudes ni tampoco sus palabras, solo pongo en tela de juicio que todo lo que está aquí abajo tiene sus días contados.

Por eso, aquellos que han puesto y ponen sus esperanzas en todo lo que está bajo este mundo tendrán poco que esperar, porque este mundo acabará un día. Jesús nos habla de eso hoy en su Palabra y nos advierte de los peligros: "Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella; porque éstos son días de venganza, y se cumplirá todo cuanto está escrito".

Nuestro sentido común nos revela que lo normal es que todo termine, y cuando las esperanzas están puestas en lo caduco y finito, todo terminará. ¿Qué esperar entonces? ¿Qué esperanza nos mantiene? ¿Hay alguien sentido para la vida? Son preguntas que viven dentro de nuestro corazón y que buscan respuestas.

Por eso es alentador y esperanzador leer las últimas palabras con las que Jesús termina diciendo: «Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación».

Y esa es nuestra esperanza y lo que sostiene nuestra fe. Creemos en Jesús porque Él sostiene nuestra vida y le da sentido y plenitud. Todo cobra valor en Él, y por Él vale la pena recorrer todo el camino de nuestra vida en su fidelidad y amor.

2 comentarios:

  1. Así es la Fe, algo que no vemos, algo que oímos y si sentimos, dichosos aquellos que la sienten.
    Gracias Salvador

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