martes, 6 de noviembre de 2012

¿HAS VISTO TU INVITACIÓN?

 Evangelio según San Lucas 14,15-24.



Porque seguro que estás invitado. Tú y yo, y todos los que habitan el mundo. Tenemos una invitación desde el día de nuestro nacimiento, y en la mente de nuestro Padre desde siempre. Pero nos ha dejado total libertad para decidir ir o no ir, y, ¡sorprendentemente!, hay muchos que rechazan la invitación por diversos motivos.

Anteponen otras cosas: cansancio, bienes comprados, familia...etc. Cosas caducas que no tienen valor en el futuro y que simplemente sirven como medios en el camino de esta vida, y rechazan el tesoro de la felicidad eterna. Realmente no se entiende sino desde las limitaciones y ceguera humana.

Somos débiles y frágiles, y mientras no tomemos conciencia de ello no despertará nuestra necesidad de ir hacia el Padre que nos invita y protege de todo mal. Por eso, son aquellos, los necesitados, los que están prestos a responder a la invitación. Resulta que no estaban en la primera lista y luego son los primeros que acuden y entran al banquete del Padre.

¿Dónde hemos oídos esto antes? ¡Ah, sí!, "muchos últimos serán primeros". Y no debemos desesperar sino reflexionar y mirarnos a nosotros mismos. ¿Dónde estoy yo? ¿Estoy atento, vigilante, despierto a decir sí a la invitación del Padre? ¿Dejaré todo lo que tengo a mano para correr a ese banquete? ¿Es la invitación del Padre la prioridad de mi vida? ¿Y tengo el traje preparado para cuando reciba la invitación?

Son preguntas que debemos tener apuntadas en nuestra agenda de cada día. Y no solo apuntada, sino mirarlas diariamente para recordarlas y estar atentos. Eso conlleva unos compromisos: oración y penitencia, Eucaristía, y mucho amor. Con esos ejercicios siempre estaremos atentos a la llamada del Padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.