lunes, 12 de noviembre de 2012

INCITAR AL MAL...

 Lucas 17, 1-6 “Si tu hermano te ofende siete veces al día, y...

es algo que se contagia y se imita, porque en la edad temprana, los niños, no saben distinguir lo que está bien hecho y lo que está mal. Ellos están grabando en sus blancas mentes vacías aquellos criterios que le enseñan sus ojos. Dicen los expertos que lo que los niños no aprendan en los primeros cinco años, le será difícil aprenderlo luego en toda su vida.

La experiencia nos lo dirá, y por lo que yo puedo aportar puedo decir que debe ser así. Lo constato en mi nieto, tres años, y en los descubrimientos que hace cada día. Por eso estoy empeñado en aprovechar al máximo el tiempo para enseñarle todo lo que pueda sobre Jesús y la fe en Él.

Será terrible para aquellos que puedan escandalizar a uno de estos pequeños, y escandalizar consiste en sugerirles insolidaridad, desunión, permitirles caprichos y infundirles malos hábitos con nuestro ejemplo y nuestra conducta. No es algo tan difícil de cometer si no tenemos los ojos bien abiertos.

Simplemente, negarnos a responder al teléfono estando presentes y delante de un niño es enseñarles a que mentir es necesario y no tan malo, y así muchas cosas más. Hay muchos ejemplos que podemos descubrir donde, muchas veces inconscientes, escandalizamos a los más pequeños. Es entonces cuando descubrimos que guardamos poco amor, porque el amor enciende la fe y nos empuja a vivir en verdad.

 Pidamos al Espíritu Santo que nos abra la mente y nos ayude, también nosotros colaborando en dejarnos ayudar, a que seamos ejemplos vivos y transparentes para ser imitados por los más pequeños. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.