sábado, 17 de noviembre de 2012

INSISTIR ES CONFIAR,,,

  (Lc 18, 1-8)


pues la insistencia descubre la esperanza de conseguir respuesta. No insiste aquel que se da por vencido, y ese que ha arriado bandera blanca manifiesta que ya no cree, que ya sus esperanzas están derrotadas, que se abandona a su propia fatalidad y pérdida de fe.

Jesús nos muestra un claro ejemplo de continuar con la lucha, con la esperanza de ser atendido, de ser escuchado. No se trata, en el caso de nuestro Padre Dios, de hacernos sufrir o desesperar, sino de despertar nuestra confianza y nuestra fe. 

Porque creer supone espera confiada y abandono en la persona creída; creer supone que se confía más allá de los resultados o respuestas a nuestras demandas. Creer supone insistir una y otra vez porque se espera conseguir que nos den soluciones a nuestros males o súplicas.

La viuda insistió, y su insistencia tuvo respuesta satisfactoria. Quizás se hubiera desistido unos momentos antes no hubiese conseguido resultados. Eso nos ánima a no dejar de insistir nunca, y eso es lo que la Palabra de Dios nos quiere decir. Orar con perseverancia, con insistencia porque eso no queda en saco roto, y menos cuando se trata de pedírselo a nuestro Padre Dios.

Padre, seguiremos erre que erre en nuestras súplicas a Ti, porque sabemos que eres un Padre misericordioso que nos mira y proteges, y nos responderás cuando lo estimes necesario y conveniente. A pesar de nuestras peticiones, hágase tu Voluntad porque eso es lo mejor. Amén.

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