miércoles, 7 de noviembre de 2012

SEGUIR ES NO TENER...

 San Lucas 14,25-33. Todos nosotros tenemos en la vida diversos planes o...

otra meta que la seguida, y todo lo demás queda subordinado a ello. No haya, por tanto, nada que esté por encima y que se interponga en ese camino de seguimiento. Seguir a Jesús significa dejar todo por Él y seguirle sin condiciones.

Y eso implica postergar todo lo demás: padre, madre, familia, bienes...etc. Y postergarlo conlleva odiarlo porque serán apegos y sentimientos que te tentarán para que pongas condiciones a tu seguimiento a Él. Cuántas veces hemos sentido en nuestro interior voces de resistencia a nuestro seguimiento porque tenemos algo que debemos atender. Incluso, ¡vaya paradoja!, aún tratándose de la propia familia.

Indudablemente hay que discernir bien, y para eso tenemos al Espíritu Santo que nos asiste y ayuda a clarificar nuestra postura y disponibilidad. Pero muy claro debe estar clavado en nuestro corazón que seguir al Señor nos aparta de toda apetencia, de todo apego y deseo de pertenencias y bienes. Él es lo primero, el Camino, la Verdad y la Vida.

Somos conscientes que no estamos lo suficientemente liberados para ese seguimiento. Y esa toma de conciencia nos despierta nuestras limitaciones humanas, por eso, sentirnos pobres y necesitados es la primera piedra para esforzarnos, en el Espíritu Santo, de tratar de seguirle. Amén.

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