lunes, 31 de diciembre de 2012

JUGAMOS TODOS LOS DÍAS

Juan 1,1-18


Se me acercó una compañera, hermana en Xto. Jesús, y de la parroquia, y se lamentó entre bromas que no nos había tocado nada en la lotería parroquial. Se me ocurrió comentarle que lo importante es que nos toque la lotería final, la que durará para siempre. Y ella asintió comprendiendo lo que decía.

Y ahora, en la última reflexión del año, el Evangelio nos habla de la Palabra de Dios, y la Palabra estaba con Dios y era Dios. Todo lo creado ha sido por y para Ella, y sin Ella no existe nada. En Ella estaba la vida y la  vida era la luz de los hombres...

Esa es nuestra verdadera lotería, la Palabra de Dios, el Verbo encarnado. Y a esa lotería jugamos cada día, cada hora y a cada instante. Estamos abonados a ese juego del convivir con la Palabra y vivir la Palabra en el amor. El amor al Dios encarnado en cada hombre necesitado de su Palabra. 

Un Dios que llena plenamente nuestra vida y se nos manifiesta en todos los acontecimientos que vivimos y en donde crecemos, nos desarrollamos y convivimos con los demás. Es el juego más apasionante de nuestra vida. 

Un juego donde el riesgo de cada día está presente en nuestra toma de decisiones, en nuestro olvido personal, en nuestra disposición de darnos, de renuncia por hacer crecer a nuestro derredor todo fruto bueno que haga y sirva para el bien de los demás.

Ahora, en el último juego de este año que acaba, volvamos a apostar con esperanza para que dentro de nuestro corazón se encarne y viva ese Niño Dios que acaba de nacer, y permitámosle vivir cada día de este nuevo año que está a punto de entrar.

 UN FELIZ AÑO NUEVO EN XTO. JESÚS



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