lunes, 10 de diciembre de 2012

NO SE TRATA DE UNA SIMPLE CURACIÓN...

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 5, 17-26


sino que se trata de la salvación integral. Es decir, se trata de la curación del cuerpo y del alma, porque el cuerpo, tarde o temprano, tendrá que perecer, para muerto a la vida de este mundo, resucite a la vida gloriosa en la presencia de Dios para toda la eternidad.

Esa es la finalidad de Jesús, y la que no entienden aquellos contemporáneos suyos ni tampoco los hombres de este mundo que a mí me ha tocado vivir. Buscamos la vida, la felicidad, pero la buscamos dando rienda a nuestras apetencias, a nuestros placeres y a vivir bien sin mirar el lado del que sufre y es víctima de la explotación y las injusticias.

Nos preocupa primero nuestra vida y nuestra felicidad. Jesús hizo lo contrario, se preocupó primero por los demás que por sí mismo, hasta el punto de dar su vida. Ese compromiso de amor y según la Voluntad del Padre, le llevó a tratar de explicar y enseñar que lo primero es el arrepentimiento de nuestra indiferencia y egoísmo y luego el pan de cada día. Porque no solo de pan vive el hombre.

Se hace necesario reflexionar sobre ello, y pararnos a meditar sobre lo importante y primero en nuestra vida, porque podemos estar distraídos y dar más importancia a algo corrupto y perecedero y dejar de lado lo importante y eterno. Y es que aquel que pierde su vida la ganará para siempre.

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