domingo, 16 de diciembre de 2012

VIVIR EN LA VERDAD

Lc. 3, 10-18. La Palabra del Bautista desde...

Todos lo profetizaban y todo se ha cumplido en Él. Esas profecías testifican y descubren la verdad divina de Jesús, el Hijo de Dios, que siglos después se concretan en su Persona. Y es en la Resurrección donde culmina su misión y se apoya nuestra fe.

Cerrar los ojos a esta realidad y darle la espalda a la vida, la vida eterna, que todos desde lo más hondo de nuestro corazón perseguimos y anhelamos, es abrazar una vida sin sentido y precipitarse al vacío. Nuestro más anhelado fin es conseguir vivir eternamente en plenitud de gozo y felicidad, y ese es el ofrecimiento que nos trae Jesús de parte del Padre.

Por eso, Juan el Bautista nos dice hoy que vivamos en la verdad, compartiendo, comprendiéndonos y no exigiéndonos más de lo que realmente podemos. Nos prepara para la venida del verdadero Mesías que nos bautizará en Espíritu Santo y fuego y nos redimirá de nuestros pecados para, por sus méritos, merecer la Misericordia del Padre.

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