domingo, 11 de agosto de 2013

SIEMPRE EN LA VOLUNTAD DE DIOS



No se trata de cumplir, de, en ciertos momentos, hacer la Voluntad de Dios, sino de estar en permanente actitud de vivir haciendo la Voluntad de Dios. Y hacer la Voluntad de Dios sabemos que es olvidarse de uno mismo para darse al más cercano en ese momento; es enseñar ese Tesoro que has encontrado dentro de tu corazón y mostrar que otros también pueden encontrarlo; es dar plenitud a ese Amor que te desborda y te llena, para irradiarlo en otros corazones que lo necesitan...

Porque nos ha sido dado ese Reino, sólo tendremos que descubrirlo y comprarlo, vendiendo todo aquello que se interpone entre Él y nosotros, y usándolo como medio para llegar a mantenerlo como meta y fin de nuestro camino. Jesús es nuestro Tesoro, nuestro Camino, nuestra Verdad y Vida, y sólo Él vale la pena conservar.

Ni un momento de despiste, de hacer algo que le contradiga, de olvidarnos e imponer nuestra voluntad. Otra cosa son nuestros fracasos, nuestras debilidades, nuestros fallos y errores, pero siempre por la impotencia de nuestra pobre humanidad. Por eso, Jesús nos ama con Misericordia Infinita, y nos sostiene y perdona. Porque sabe de nuestros pecados.

Pero siempre en la actitud de, agarrados y mirándole a Él, estar en la lucha contra nosotros mismos de hacer su Voluntad, de esperar su segunda venida haciendo su mandato: Esforzándonos en amar como Él nos ama, porque lo que hemos recibido nos será exigido.

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