jueves, 5 de septiembre de 2013

A PESAR DEL ÉXITO, LO DEJO TODO POR TI

(Lc 5,1-11)

Es fácil pensar que aquellos hombres, los apóstoles, asombrados por el poder de Jesús quedaran maravillados, y en consecuencia estuviesen dispuestos a seguirle. Claro, pensamos que tras magna exhibición nadie se puede negar. Pero, podemos hacernos una pregunta y reflexionar sobre nuestra respuesta:

¿Estaríamos nosotros dispuestos a seguir a Jesús, dejándolo todo, si nos diera éxito en nuestro trabajo? ¿Estaríamos dispuesto, con nuestra barca llena hasta arriba, a seguirle abandonando todo? Supongo que hecha esta pregunta, no vemos la respuesta clara. De la misma forma, aquellos hombres supieron elegir y discernir entre la riqueza material y el camino espiritual de seguir a Jesús.

Supongo que aquellos hombres descubrieron el verdadero tesoro, y supieron distinguir entre las riquezas efímeras de este mundo humano, y la vivencia del amor en el camino de Jesús. ¿Tenemos nosotros claro la respuesta?

Sólo se me ocurre pedirle luz al Espíritu Santo para que nos dé la sabiduría que nos descubra el verdadero camino del, valga la redundancia, verdadero Tesoro que conduce al Reino de Dios.

1 comentario:

  1. A veces buscamos nuestro tesoro en los lugares más recónditos sin darnos cuenta de que nuestro verdadero Tesoro está siempre esperándonos y dispuesto a recibirnos con los brazos abiertos.

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