jueves, 24 de octubre de 2013

SER PACIENTE

(Lc 12,49-53)

No es fácil soportar la impaciencia de no tener paciencia. Se necesita aplomo y serenidad para llenarse de paciencia y aguantar los impulsos de responder a aquello que consideramos injusto, falso a que no actúa en justicia y verdad. Jesús se nos muestra hoy impaciente y con deseos de ver el mundo ardiendo e inquieto por establecer un mundo vivido en justicia y verdad.

Él ha venido para eso: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! Jesús nos testimonia su impaciencia, pero nos enseña a ser pacientes a la Voluntad del Padre.

El Reino de Jesús es un Reino dividido. Dividido entre aquellos que viven en la injusticia y la hipocresía y en la mentira y la apariencia, frente a los que luchamos para que reine la justicia y la verdad. Es un Reino donde no cabe la pasividad, la indiferencia, el quitarse y dejar que los otros hagan y tú critiques. Es un Reino de justicia, de amor y de paz. Y eso exige esfuerzo, lucha y trabajo, pero nunca solo sino arropados y apoyados sabiendo que Jesús está con nosotros y nos asiste el Espíritu Santo.

¡Ánimo y quema tu vida por amor!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.