domingo, 5 de enero de 2014

LA PALABRA ES DIOS

(Jn 1,1-18)


Dios es la Palabra que siempre ha existido. Se nos hace imposible poder entender esto porque no cabe en nuestra cabeza. Sin embargo, tampoco podemos negarlo porque no lo entendamos. Nadie puede demostrarte que Dios ha existido siempre. San Juan evangelista te lo dice como testigo directo, pero tú eres libre, de rechazarlo.

Pero tampoco, nadie puede demostrarte que Dios no existe. Así que es una cuestión de fe. Te lo crees o no te lo crees. De todas formas, Dios, sabiendo esto, ha dejado indicios y caminos para que puedas razonar y planteártelo con ciertas garantías de credibilidad, sin dejar que tienes que fiarte y confiar.

No cabe duda que tú, igual que yo, buscamos la felicidad. Todavía no he oído a nadie que no quiera ser feliz. Esa felicidad, en la medida que experimentamos las cosas y personas del mundo, descubrimos que no nos dan plenitud. Y menos eternidad. Otra cosa que todos deseamos: vivir siempre. Pues bien, esas metas a las que aspiramos y buscamos están en Dios, y como hijos de Él las tenemos impresas en nuestro corazón.

Y es esa ansia de felicidad y plenitud eterna la que nos inquieta y nos mueve a buscarle. Porque Él es la Palabra hecha carne que se ha encarnado entre nosotros. Vive entre nosotros y se hace presente siempre que dos o más se reunen en su Nombre.

Pongamos toda nuestra confianza y fidelidad en su Palabra. Palabra de Vida eterna que nos eterniza y nos llena de felicidad plena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.