miércoles, 30 de abril de 2014

EL MAL BUSCA LAS TINIEBLAS PARA ESCONDERSE


(Jn 3,16-21)

Al mal le molesta la luz y, por consiguiente, busca la oscuridad donde se mueve a gusto y a placer. Es su mundo oscuro y lleno de sombras donde ocultarse y esconder todas sus malas intenciones y aparentar sus buenas obras apoyadas y escondidas en mentiras y engaños. Es, pues, lógico, que la luz les moleste y traten de apagarla y destruirla.

Y es eso lo que ocurre en el mundo que hoy vivimos. La Luz no interesa porque en la Luz emerge la verdad y deja al descubierto la mentira y a los que se alimentan y viven de la mentira. Su vida está dedicada a correr y esconderse de la verdad y a tratar de ocultarla en las tinieblas para no ser descubierto.

Necesito que la luz de mi vida alumbre mis buenas obras, obras que nazcan de la respuesta a tu amor, Señor, y sigan tu Palabra. Y no me siento capaz de vivirlas y realizarlas sin tu Gracia. Por eso, Señor aumenta mi fe y multiplica mis obras.

El que no practica el bien y se esfuerza en amar como el Señor nos ha amado, rechaza la Luz y busca las tinieblas.

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