miércoles, 14 de mayo de 2014

DISPUESTO A TU LLAMADA SEÑOR A PESAR DE MIS MISERIAS

(Jn 15,9-17)


A veces me pregunto si mis palabras son huecas y falsas, porque me parece que mi vida está muy por debajo de lo que digo, hablo y escribo. Me da miedo no estar a la altura de lo que el Señor me pide, y cada vez experimento un santo temor a no responder con mis oraciones y obras a lo que mi corazón desea y quiere a pesar de su humanidad pecadora y sometida.

Quiero ser tu amigo, Señor, y hacer lo que me mandas. Esa buena intención es la que mantiene mi vida y la que llena mi corazón de esperanza. Pero, también, me produce gran inquietud y temor de quedarme anclado en la rutina y costumbre y no crezca en conversión y obras. Porque mi respuesta se concreta en mi vida y en mis obras, y si no es así falsas serán mis palabras.

Me da miedo Señor que me hayas elegido y no te responda. Me da miedo de que me rinda a la pereza o a la comodidad y no escuche tus mandatos y no viva en tu mandamientos. Sé que tengo que esforzarme, pero te pido que me des el estimulo y las fuerzas para superarme y vencerme.

Y te tomo por la Palabra, Señor, para pedir en tu nombre que me des un corazón como el tuyo con el que pueda servirte en los hermanos amándolos como Tú me mandas a amarlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.