viernes, 6 de junio de 2014

CONSCIENTES DE NUESTRAS LIMITACIONES

(Jn 21,15-19)

Esa triple insistencia de Jesús a Pedro me sugiere el conocimiento que tiene Jesús de nuestra naturaleza humana. Él se ha hecho Hombre y ha tomado esa misma Naturaleza humana, pero limpia de pecado, pero conoce porque lo ha experimentado y sufrido, las tentaciones e inclinaciones a la que estamos sometidos nosotros sus hermanos.

Sabe de nuestros apegos y apetencias; sabe de nuestros sometimientos, temores y apetencias y quiere que estemos atentos y prestos a estos peligros. Pedro experimenta y revive sus momentos de arrepentimientos en la hora de sus tres negaciones a la Persona de Jesús. Y Pedro se rinde a la sabiduría y al amor de Jesús. Es eso lo verdaderamente importante:" la esperanza de sabernos perdonados en la Misericordia del Padre que Jesús nos revela y nos acerca".

En nuestro camino de seguimiento al Señor confundimos nuestra voluntad con la del Señor, y queremos seguirle, pero autoengañados nos seguimos nosotros mismos y no al Señor. Haremos la Voluntad del Padre cuando seamos capaces de seguir el camino tal y como nos lo traza el Espíritu Santo. Camino que muchas veces no entenderemos ni será el que nosotros elijamos.

Así nos lo presentó Jesús en el huerto de Getsemaní cuando sudando sangre pidió al Padre que pasara de Él ese cáliz, para a renglón seguido someterse a su Voluntad. Pidamos nosotros también voluntad y luz para someternos a la Voluntad del Padre. Amén.

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