jueves, 10 de julio de 2014

¡Y CLARO QUE ESTÁ CERCA!

(Mt 10,7-15)

¡Y tan cerca que hasta lo podemos comer y hacerlo nuestro alimento espiritual que nos sostiene y nos da las fuerzas para seguir el camino hacia su Reino! Está tan cerca que vive en nosotros siempre que nuestro corazón se abra a su Gracia. Jesús es el Verdadero Reino de los Cielos. Lo podemos experimentar, tocar, dialogar y hasta sentir dentro de nosotros cada día en la Eucaristía, porque Vive en nosotros.

Y esa vivencia del Señor, desde nuestro corazón, la llevamos a todas partes cuando donde quiera que estemos tratamos de vivir a su estilo y en su estilo. Porque Él está con nosotros, y desde nosotros, al darnos, lo damos y transmitimos a los demás. De ahí la gran importancia de guardarlo y conservarlo en nuestro corazón. Porque lo que no se tiene no se puede dar.

No busquemos oro ni plata, ni métodos o técnicas que quizás desdibujen su presencia. Quizás ese sea el camino sencillo y de siempre que hemos olvidado y complicado con tanta metodología y técnica didácticas, que siendo importantes, quizás no sean lo más importante. Vayamos con un corazón confiado, sencillo y humilde y lleno de Espíritu Santo, donde el Señor more y derrame su Gracia.

Ni tampoco nos desmoralicemos por no ser escuchados, pues la Palabra y el Reino de Dios serán para aquellos que sean dignos de escucharla y acogerla. A los que la rechacen les será retirada y declarados indigno de recibirla, sacudiéndonos los pies para no llevarnos ni el polvo que se nos haya pegado.

Llenamos Señor de tu sabiduría para ser fieles a tu Palabra con obras y vida. Amén.



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