sábado, 27 de septiembre de 2014

ENTUSIASMO EN TORNO A JESÚS



Jesús despierta admiración. Su personalidad, su acogida, su seguridad, su esperanza, su fe en el Padre que nos presenta, su interés y preocupación por nuestras necesidades y problemas suscita en nosotros atracción, entusiasmo y admiración.

Y Jesús consciente de ello nos previene de lo que va a sucederle. Nos anticipa que va a ser rechazado, insultado, abofeteado, ridiculizado, maltratado, martirizado y condenado a una muerte de Cruz. Y, en silencio, imagina y supone que será abandonados por todos sus amigos y discípulos, y hasta por los más intimos..

Nos resulta difícil pensar que Aquel a quien seguimos y admiramos termine así. Nosotros habíamos pensado y supuesto otro final. Pensábamos que su poder nos daría la independencia y la libertad. Íbamos por otro camino. Por eso no le entendíamos y ni siquiera nos atrevíamos a preguntarle con tal de no desengañarnos. No queríamos pensar que nosotros mismos fuésemos capaces de abandonarlo.

Nos resulta difícil pensar que nuestras esperanzas puestas en Él se desmoronen en un madero de cruz. No llegamos a entenderlo. Nosotros también pasamos por esa tribulación. Sentimos miedo de la cruz que se levanta en nuestro camino y tenemos no poder soportarla. Buscamos seguir al Señor por otra vereda más llevadera, más fácil y soportable. Pero nos equivocamos como los apóstoles.

El único camino es un camino de Cruz. Un camino que, en la medida que lo hagamos injertado en Xto. Jesús, seremos seguros vencedores. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.