viernes, 19 de septiembre de 2014

INVITADOS A PROCLAMAR

(Lc 8,1-3)

Hoy, el Evangelio del día, nos invita de manera especial a proclamar la Buena Noticia. En aquel tiempo, Jesús iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, y algunas mujeres... Así empieza el Evangelio narrando lo acontecido uno de esos días de la vida pública de Jesús.

En aquellos tiempos la proclamación se hacía cara a cara, de viva voz y cuerpo presente. También se transmitía de boca en boca, pero eso también implicaba un testigo y una presencia. Y no sólo iban hombres con Jesús, le acompañaba algunas mujeres como bien relata el Evangelio. Mujeres que habían  sido curadas por Él de espíritus malignos y enfermedades; mujeres fieles a su Mensaje y a su Palabra, y que le ayudaban con sus bienes.

Hoy ocurre lo mismo. Predicamos su Palabra con nuestra voz y el esfuerzo de nuestra vida. Pero también con la palabra escrita, como hago ahora, y por Internet llegando a todos los rincones del mundo. Y sin tu presencia ni tu propia voz, pero sí con una presencia virtual, constante, permanente y visualizada en imágenes o por hangout u otros medios.

 Muchas amistades han salido entre nosotros, algunos sin conocernos de forma física, pero sí, más importante, de pensamiento y de corazón. Por eso los encuentros personales tienen su importancia, y el IV Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa, próximo ya a celebrar en Cádiz, es una inmejorable ocasión para vernos, animarnos, mirarnos a la cara, tomar un café juntos, sentir la cercanía y la presencia física y espiritual y sentirnos unidos en el mismo Señor y Dios verdadero.

Es la forma que hoy tenemos de continuar, injertados en Xto. Jesús, de proclamar el Evangelio. Confiados, sin complejos, sabiéndonos asistidos e iluminados por el Espíritu Santo y conscientes de que es el mismo Jesús quien, valiéndose de cada uno de nosotros, continua recorriendo los caminos y ofreciéndonos la salvación eterna.

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