sábado, 7 de marzo de 2015

¿ACASO MEREZCO PERDÓN?

Lc 15,1-3.11-32)


No merezco ni tengo derecho a reclamar ni a pedir nada. Porque lo que se me ha dado lo administro según me parece y según mis intereses. Y, lo lógico y natural, es asumir todas las responsabilidades que de ello se deriva.

Sin embargo, el Señor, como Buen Padre, me espera y me perdona. Y no contento con eso, me acoge y me llena de caricias y besos celebrando una fiesta en mi honor. Me asombra su Misericordia, pero, sobre todo, su Amor. Padre Bueno, gracias por tanta Misericordia y perdón.

Verdaderamente no merezco, ni tanto amor, y menos, tanto perdón. He recibido una herencia que no merezco. Un regalo que no he sabido administrar, y menos acrecentar. He derrochado todo lo recibido gastándolo en cosas vanas y caducas; en pasiones y falsas felicidades que terminan por perderme. Y cansado ya de la vida, vuelvo la mirada a mi Casa, y reemprendo el camino de regreso esperanzado en la Misericordia y perdón de mi Padre.

¡Y qué recibimiento No llego a comprender tanto Amor y Misericordia! ¡Gracias Padre por tanto Amor!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.