viernes, 6 de marzo de 2015

¿ES TU FAMILIA, TU TRABAJO Y TU ENTORNO LA VIÑA QUE EL SEÑOR TE ARRENDÓ, Y DE LA QUE ESPERA SUS FRUTOS?

(Mt 21,33-43.45-46)


Quizás estés pensando que a ti el Señor no te ha dejado ninguna viña, y que en ese supuesto no te pedirá ningún fruto. Quizás pienses que tú no serías capaz de hacer eso, y que enviado alguien a reclamarte los frutos, tú no serías capaz de negárselos y menos matarlo.

Quizás no adviertas que si se te ha entregado una viña. La Viña de tu familia, de tu trabajo, de tu hogar, de tus hijos, de tus amigos, de tu entorno social, de tu pueblo, de tu ciudad, de tus talentos...etc. La Viña de tu parroquia, de tu comunidad...etc. Tienes una gran Viña para elegir donde trabajar y de donde recoger y cultivar esos frutos que el Señor enviará a recoger.

Posiblemente venga el mismo Hijo de Dios, Señor de la Viña, a recoger los frutos que espera de ti. Porque hasta ahora, la Iglesia, a esos que ha mandado, tú y yo no los hemos reconocido como tales, y hasta le hemos negado en muchas ocasiones nuestra participación y trabajo.

Es posible que tengas que decir que eso no ha sido así. Que has trabajo y colaboras en la medida que puedes. Y posiblemente sea verdad. No tienes por qué preocuparte si así es. Simplemente, entregas tus frutos y no pasa nada. Pero la cuestión es otra. Se trata de que midas tu esfuerzo y análisis si realmente estás dando todo lo que puedes. Porque, el hecho de que escondas o dejes de cultivar un solo fruto por negligencia o pereza, te puede descubrir la necesidad de estar atento, vigilante y en actitud de rendir siempre al máximo de tus talentos.

En ese sentido, gracias Señor por tu Misericordia. Gracias por la oportunidad del sacramento de la Penitencia. Gracias Señor por darme la luz de descubrir todas mis miserias, mis faltas, mis fracasos, mis pecados, y, a pesar de eso, consciente de no merecer nada, perdonarme una y otra vez. Y mantener el premio de la Gloria eterna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.