jueves, 14 de mayo de 2015

EL EGOÍSTA VIVE ENCERRADO EN SÍ MISMO

Jn 15, 9-17


Quizás muchos no adviertan a su propio egoísmo ni se den cuenta que son egoístas. Y cuando lo adviertan, posiblemente sea ya tarde. El egoísmo se va metiendo en el cuerpo y como la diabeti no la descubres sino con un análisis.

De la misma forma, el egoísmo no lo descubres sino con una reflexión sobre tus actitudes y tu disponibilidades. Te descubres poco abierto a colaborar y a estar disponible en ofrecerte y en darte a la solidaridad y a compartir. Organizas tu tiempo y tu vida sólo pensando en ti. Si eso es así y lo observas en tu vida, posiblemente seas egoísta. El egoísta se encierra en sí mismo y vive su propia vida separado de los demás.

Hay mucha gente que, aparentando ser generosas y sociables, son egoístas y cerradas. Son abiertas para las cosas que les interesan; son abiertas para conseguir circunstancias y también ocasiones donde satisfacer sus propios egoísmos, sin pensar en los inconvenientes y en las dificultades que generan a los demás. Piensan en ellos solos y los demás no existen. 

Y ocurre que cuando esas circunstancias u ocasiones desaparecen, los demás también, porque ellos estaban ahí mientras eran centro de interés o beneficio. Experimentamos que el egoísta piensa solo en sí mismo, y eso es contrario al mandamiento nuevo que Jesús nos da. El mandamiento del Amor. Un amor no inventado según nuestros intereses y objetivos, sino un amor ágape abierto al bien de todos tal y como nos ha amado y nos ama Jesús.

Necesitamos la fuerza del Amor de Jesús para sentirnos también nosotros fuertes. No se trata de amar como pensamos nosotros, sino amar como piensa Jesús. Él es el modelo y referente y en el que debemos mirarnos todos, porque nuestra misión es llegar a amar como lo hace y lo ha hecho Él en la tierra.

Por eso nos ponemos en Manos del Espíritu Santo, para que guiados por Él podamos transformar nuestro corazón egoísta en un corazón abierto, generoso y rebosante de amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.