martes, 12 de mayo de 2015

JESÚS HA ASCENDIDO

(Jn 16,5-11)


No importa los tropiezos y dificultades del camino, porque lo verdaderamente importante es como termina el final del camino. Solemos decir que los resultados no son como se empieza, sino como se termina. De eso se trata y eso es lo verdaderamente importante.

Ocurre y experimentamos que las dificultades son muchas. El camino está lleno de renuncias, de sacrificios, de incomprensiones, de indecisiones y dudas. En muchos momentos el tropiezo está en no saber elegir o no conocer el camino que debo tomar. La oscuridad nos confunde y no hace dudar. Sufrimos mucho en estas circunstancias y sentimos fuertemente un deseo de dejarlo todo y abandonar. La tentación de dejarnos llevar por la corriente del mundo nos ataca e invade muy fuertemente.

Pero lo importante es llegar y vencer. Es decir, se trata de creer y confiar en que Jesús está vivo. Vivo porque ha Resucitado. Ha vencido a la muerte, y nos promete que también nosotros la venceremos si permanecemos unidos a Él. Se trata, pues, de caminar permaneciendo en Él. Unidos a Él. No importan los obstáculos ni sufrimientos. En Él conseguiremos Vivir para siempre. Y eso es lo verdaderamente importante.

Por eso, al ascender a los cielos, Jesús no se ha ido, sino que nos acompaña y nos defiende, porque está con cada uno de nosotros y por su Resurrección, resucitamos nosotros también. Eso es lo que importa. Es verdad que no podemos obviar los sufrimientos y los peligros, pero en y con Él podemos superarlos. El Príncipe de este mundo está ya condenado y vencido, y aunque tratará de tentarnos no podrá, porque, apoyados en el Paráclito enviado, seremos fuertes para vencer.

Jesús ha ascendido y eso significa que ha vencido y triunfado. Nosotros estamos invitados a hacer lo mismo. A vencer y a triunfar. Sabemos que antes tenemos que pasar un camino de cruz, pero también conocemos que Jesús lo ha pasado de forma victoriosa, y en Él, porque nos lo ha dicho, nosotros también podemos pasarlo. Y eso es lo que importa.

Sabemos, Señor, que Tú nos invita y nos garantizas la salvación si creemos y permanecemos en Ti. Y nosotros queremos. Danos la sabiduría, fortaleza y la paz de no abandonarte y de permanecer fieles a tu Palabra. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.