lunes, 15 de mayo de 2017

GUARDAR ES AMAR

(Jn 14,21-26)
Conviene tener los ojos bien abiertos y suponer que los peligros de nuestra vida están también ahí, delante de nosotros. Conviene no distraernos y no dejarnos seducir por los halagos y las cosas de este mundo, porque eso nos puede desviar y hasta olvidar de la meta y destino de nuestra vida. Injertado en Xto. Jesús nos ayuda a estar siempre expectante y en estado de alerta contra los peligros que tratan de seducirnos.

Eso significa que debemos orar y frecuentar los Sacramentos, especialmente la Penitencia y la Eucaristía. Eso significa que debemos estar apoyados y injertados lo mejor y más posible en la comunidad eclesial y frecuentar la parroquia y apoyarnos en ella. Eso significa que debemos integrarnos en la santa madre Iglesia para recorrer el camino de nuestra vida junto a ella. De esa forma nos sostendremos en el camino preservándonos de los peligros y seducciones.

Pero, sobre todo, caminaremos en, con y por el Espíritu Santo, que nos asistirá y nos enseñará y recordará todo lo que el Señor Jesús nos ha dicho. Por eso, más claro el agua, necesitamos ir y estar unidos, y caminar en la presencia del Señor juntos a los hermanos, y abiertos a la acción del Espíritu Santo, que nos ayudará a guardarnos, a cumplir y vivir en los mandatos del Señor. Y de esa manera le amaremos.

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