sábado, 26 de agosto de 2017

DIOS FUENTE Y GUÍA DE NUESTRA VIDA

Mt 23,1-12
Hay muchas estrellas que dan brillo y que encienden la oscuridad alumbrando nuestro camino, pero ninguna sirve para darnos la luz suficiente que guíe nuestra vida y la alumbre plenamente. Sólo una Estrella es capaz de dar la Luz plena que el hombre necesita para ver con claridad y caminar hacia la libertad de la salvación. Sólo Dios es nuestro Padre y Guía.

Pablo nos pone en el verdadero camino al invitarnos a pensar: « ¿qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido?» (1Cor 4,7). Todo es de Dios, y todo lo hemos recibido de nuestro Padre Dios. Por lo tanto, pongámoslo al servicio de todos, porque para eso nuestro Padre Dios nos lo ha dado. De manera que, cuando tengamos conciencia de haber actuado correctamente, haremos bien en repetir: «Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer» (Lc 17,10).

Esa es la realidad de nuestra vida, y todo lo que sea aparentar humildad, disfrazarnos de siervos para ser alabados, ensalzados, llamados maestros y elevados a lugares notorios son actitudes hipócritas y falsas que no llevan sino a la mentira y el engaño. Por eso, Jesús nos dice hoy en el Evangelio: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame “Rabbí”»

Descubre todas esas malas y segundas intenciones de aquellos que aparentan y mienten. Sus palabras no se corresponden con lo que dicen ni con lo que hacen. Y nos invita a ser de otra forma: «Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “Rabbí”, porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie “Padre” vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar “Guías”, porque uno solo es vuestro Guía: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado». Creo que sobran comentarios. Todo queda tan claro que sólo hay que reflexionar sobre lo que nos dice Jesús, verdadero Señor y Maestro.

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