domingo, 3 de septiembre de 2017

MIS PROYECTOS NO SON LOS DE DIOS

Mt 16,21-27
También nosotros somos Pedro, porque queremos imponer nuestros proyectos e ideas a las de Dios. Este pasaje del Evangelio de hoy podía ser una página de un día cualquiera de nuestra vida. ¿Cuántas veces rechazamos y protestamos por como nos vienen las cosas, o porque nos incomoda y nos complican la vida, o nos exigen compartir y abajarnos a servir y soportar a los demás?

Pedro, que siempre estaba en primera línea y había hasta confesado la Divinidad de Jesús como Hijo de Dios Vivo, hoy le reprocha al Señor que tenga que sufrir su Pasión y entregas su Vida. No ha entendido una palabra de lo que el Señor les acaba de comunicar: En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los senadores, sumos sacerdotes y letrados y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. 

Pedro no entiende nada, o, simplemente, quiere imponer sus planes, sus ideas y proyectos. Quizás, también a nosotros nos ocurra eso. Buscamos que nuestra vida vaya de acuerdo con lo que pensamos y hacemos. Y sin darnos cuenta tratamos de acomodarnos a nuestros gustos y pensamientos. Nos incomoda las responsabilidades y el sacrificio, y nos gustaría hacer lo que conviene a nuestra forma de ver el mundo.

¡Claro!, somos del mundo cuando pensamos como el mundo. Nuestra naturaleza humana es débil y no podemos entender la Pasión del Señor. No la entendemos porque nuestros criterios no son como los de Dios. Así nos lo dice Él mismo: Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios».

También ese reproche vale para nosotros hoy. Conviene que el Señor nos reprenda, y ante tanto rechazo por nuestra parte darnos un tirón de orejas para recapacitemos y dejemos al Espíritu Santo que actúe en nosotros y nos lleve según la Voluntad de Dios. Abramos nuestro corazón y pongámonos en sus Manos.

2 comentarios:

  1. bellísima la palabra de Dios, hoy está palabra se cumple en mi vida por gustar de las cosas del mundo, pero me consuela sabiendo que Dios es paciente y misericordioso

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  2. Mis proyectos no son los proyectos del Señor.. muchas veces también pedí a Dios que se hagan las cosas como yo quiero, sin entender que las cosas deben ser como el dice.. ahora veo con felicidad los resultados y agradezco a Dios.. todo a su tiempo y el sabe cuál es el tiempo correcto

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