sábado, 25 de agosto de 2018

VIVIENDO EN APARIENCIAS

Resultado de imagen de Mt 23,1-12
Sucede en muchos momentos de nuestra vida, vivimos de apariencias y, sin darnos cuenta o dándonos cuenta, engañamos a los demás, pues hacemos de nuestra vida una farsa. Quizás cuando lo hacemos sin caer en la cuenta, de forma impulsiva e instintiva, estamos en el mejor de los casos, pues no somos muy consciente de lo que hacemos. Pero, sea como sea, nunca será bueno vivir de las apariencias, pues apoyamos nuestra vida en una base poco solida - arena - falsa y proclive a hundirse a la menor tempestad.

Siempre es mejor, y también lo correcto, vivir en la verdad, aunque en algunos momentos nos duela y sea difícil sostenerse en ella. Aunque, a veces, no sepamos muy bien qué hacer cuando las equivocaciones son causa del error humano o por la pobreza de nuestra limitada sabiduría. Siempre encontraremos consuelo y misericordia en el Señor.

Otra cosa diferente sucederá cuando nuestras obras son conscientes y apoyadas en una suficiencia orgullosa y soberbia que nos eleva por encima de los demás. Queriendo ser ejemplo para otros y cargándolos con tus exigencias y recomendaciones  doctrinales y erigiéndote maestro y señor ante los demás y queriendo que así te traten.

Jesús nos recomienda hoy que escuchemos lo que dicen y, en espíritu, hagamos lo que dicen pero no lo que ellos hacen, porque sus ejemplos dejan mucho que desear. Ellos dicen, pero no hacen. Es lo que en muchos momentos de nuestra vida nos ocurre con compañeros, sacerdotes y otros. No nos dan buen ejemplo. Dicen pero no viven lo que dicen, o al menos no lo intentan. Por eso, para nosotros lo importante es la Palabra de Dios y, apoyados en el Espíritu Santo, discernir qué hacer y cómo obrar. 

Porque, no se trata de ser ejemplo ni de adoptar poses para que se fijen en ti y te admiren, sino de servir en silencio y en verdad. Lo que importa es que el Señor sea el centro de tu vida, pues Él te ve y sabe profundamente de tu silencio y de tu obrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.