domingo, 16 de mayo de 2021

JESÚS ASCIENDE A LOS CIELOS

 

Si algún hecho fundamenta nuestra fe, la Resurrección, unida luego cincuenta días más tarde a la Ascensión, dan carta de crédito de la autentícidad y fortaleza de nuestra fe. Jesús, una vez resucitado - vencida la muerte y triunfante la vida y el Amor - consolida su Resurrección apareciéndose a los apóstoles e enviándoles a anunciar al Buena Noticia de Salvación - el Evangelio - y a bautizar a los que crean, salvándose los bautizados y condenándose los que rechacen ser bautizados.

Es motivo de gran alegría saber, a través del testimonio de los apóstoles, que el Señor, tras su Resurrección y repetidas apariciones a los apóstoles, sube a los cielos. Nos llena de esperanza saber que allí nos espera junto al Padre, y que, según su promesa, nos prepara una morada para, luego, volver en nuestra búsqueda. 

Me pregunto, ¿puede haber mayor esperanza y alegría que conocer esa promesa y experimentar que Jesús está junto al Padre? Porque, eso significa que nuestro camino, por su Gracia, y Amor Misericordioso, será el mismo. Por eso, nos dice que Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Se trata, pues, de seguirle tratando de imitarle y de responder, comprender y perdonar tal y como Él nos va enseñando a lo largo del camino de nuestra vida.

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