jueves, 30 de junio de 2011

LO LÓGICO SERÁ BUSCAR LA VIDA ETERNA (Mt, 9, 1-8)


Las cosas deben de quedar clara, porque de no hacerlo siempre hay predisposición a pensar mal. Y, cuando digo pensar mal, me refiero a que cuando no se conoce se suelen equivocar todos aquellos que quieren entender lo que ha pasado. 

Es lo que ocurrió con JESÚS, si se ignora su origen Divino, no se puede entender que pueda perdonar los pecados. ¿Quén es este? Igual nos ocurre en muchos momentos de nuestra vida con otras cosas. Por ejemplo, todos queremos que nuestra muerte sea lo más tarde posible. Ayer mismo me lo decía un amigo al salir de un funeral. ¡Cuanto más tarde mejor!

Sin embargo, hay una oferta, le decía yo, que nos propone vivir eternamente en plenitud de gozo y felicidad. ¿Dónde? ¡Es la lógica respuesta!, y empeñar todas nuestras fuerzas en buscarla. Pues no ocurre así, se quedan indiferentes e instalados en su resignación, esperando la hora y el momento de su óbito.

¿Se puede entender esto? Desde la más pura razón humana lo lógico es despertar y buscar, pero hace falta fe, confiar y dejarse llevar. Hay razones para hacerlo, porque JESÚS hizo obras para demostrar que ÉL era el HIJO de DIOS, pero la fundamental fue "Resucitar". Y eso no se puede obviar. 

Sí, puedes rechazarlo y negarte a creerlo, como los del pasaje evangélico que nos ocupa, pero no puedes negarlo porque ni tú ni yo estamos en condiciones de demostrar que no lo hizo, ni tampoco que lo hizo. Es cuestión de creerlo y creer, primero en ÉL, en su Palabra, y después en aquellos (Los Apóstoles) que lo presenciaron personalmente, y que nos lo han transmitido.

Hoy es momento y hora de pedirle al SEÑOR
la inteligencia y sabiduría necesaria
para alcanzar la luz de seguirle
a pesar de mis dudas y mi
desconfianza.

La fortaleza de superar mis pensamientos
basados en la ignorancia, y la confianza
de dejarme guiar y conducir al
ritmo de sus pasos y
consejos. Amén

miércoles, 29 de junio de 2011

UNA SUCESIÓN ININTERRUMPIDA (Mt 16, 13-19)


Creer y, más todavía, entender que JESÚS es el Hijo de DIOS bajado del Cielo para redimir, con su Muerte y Resurrección, el rescate de nuestros pecados y alcanzar para todos los hombres la salvación eterna, es obra que no está a nuestro alcance.

En nuestras limitadas cabezas no está la capacidad de poder entender tal Misterio. Sólo, por inspiración, como sucedió a Pedro y a Pablo, del ESPÍRITU SANTO, se puede ver la luz de este grandioso e inalcanzable Misterio. 

Indudablemente, nosotros lo tenemos más fácil porque tenemos el testimonio de sus vidas y de sus predicaciones, que nos han llegado a través de muchos siglos y de muchos otros continuadores de esa proclamación (Iglesia). Pero, de todas formas, sin la asistencia del ESPÍRITU SANTO nada podríamos entender.

Tanto Juan (El Bautista) que lo preanuncia, como Pedro y Pablo lo confirman, son testimonios de que JESÚS es el HIJO de DIOS, pero lo más importante es abandonarnos en el ESPÍRITU SANTO y descansar nuestra fe en la Palabra de JESÚS que nos ha dicho por su propia voz: "YO soy el Camino, la Verdad y la Vida".

Y yo lo creo, SEÑOR. A pesar de mi corta inteligencia
y de mis pobres razonamientos humanos me fío
de tu Palabra. 

Nada puedo entender, pero sólo TÚ tienes Palabra
de vida Eterna. ¿A quién recurrir? TÚ eres la
Única respuesta a mi vida. Amén.

martes, 28 de junio de 2011

AUNQUE NOS PAREZCA DORMIDO, SIEMPRE ESTÁ ( Mt 8, 23-27)


Muchas veces JESÚS parece dormido o ausente de nuestro lado. Un ejemplo lo tenemos en esa madre que nos ha dejado su testimonio en "Blogueros con el Papa" (ver aquí). JESÚS parece ausente de su vida ante tantas fatalidades. ¿Qué ocurre, SEÑOR? ¿Por qué permites tantas fatalidades?
Posiblemente, según mi humilde opinión, para que tú y yo tengamos confianza en ÉL y perdamos el miedo a la muerte de este mundo que sólo es el final del trayecto de esta vida mundana, a la cual no pertenecemos, y, sintiéndonos libres, seamos, en el ESPÍRITU SANTO, capaces de dejarnos guiar hacia la verdadera vida eterna.

Eso es lo que nos ha querido testimoniar esa madre en "Blogueros con el Papa", que a pesar de las tempestades acaecidas en nuestras vidas, con, en y por JESÚS nada debemos temer, pues es SEÑOR de vientos y huracanes, de tsunamis y terremotos, de muertes y vidas.
Y hoy, JESÚS, nos lo dice: ¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?

Quiero permanecer a tu lado aunque
no note tu presencia, porque sé
que siempre estás.

Quiero sentirme en paz, sereno
ante tantas tempestades y
peligros, porque todo
viene de TI.

Quiero ser tu hijo, porque como
buen PADRE no dejarás que 
me ocurra nada. Amén.

lunes, 27 de junio de 2011

SEGUIRTE SEÑOR A CAMBIO DE NADA (Mt 8, 18-22)


Seguir a JESÚS significa acompañarlo e imitarlo a cambio de nada. Seguir a JESÚS significa no saber donde dormir ni donde comer. Significa no tener donde reclinar la cabeza, porque el HIJO del Hombre no tiene casa, ni cama, ni lugar donde retirarse. Su vida está dedicada y consagrada a darse en Cuerpo y Alma para remisión de los pecados de los hombres, sus hermanos.

Esto significa que para seguir a JESÚS hay que mirar hacia ÉL y dejar todo lo demás, incluso padre, madre y hermanos. Nada puede interponerse en medio, si bien, las cosas están para el servicio y el camino, nunca deben ser obstáculo que impidan caminar. Ni tampoco las personas, porque sólo DIOS basta.

SEÑOR, que mi camino sea tu Camino, que
mi palabra sea tu Palabra, que mis
actos sean fiel reflejos de los 
tuyos.

Y nada más importa. A tu lado me basta
y descansado en TI, todo me sobra. Amén.

REALMENTE, ¿NOS DAMOS CUENTA DE LO QUE NOS PROPONE (Jn 6, 51-58)


Aunque aparentemente nos parezca que sabemos o entendemos lo que nos proponen, realmente no entendemos nada, o mejor dicho, no nos damos cuenta del alcance de la propuesta. Porque de comprender que es lo que JESÚS nos ofrece estaríamos como loco buscándolo e intimando con ÉL para, conociéndolo, esforzarnos duramente en cumplir la Voluntad que, de parte de su PADRE, ÉL nos propone.

YO soy el Pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre. Y eso es lo que realmente todos queremos: "Vivir eternamente en plenitud de gozo y felicidad. Todos nuestros esfuerzos van encaminados a alcanzar esta meta. Ocurre que la mayoría la buscamos por caminos placenteros, cómodos, fáciles, y el Camino de JESÚS nos enseña que ese tesoro se encuentra en la renuncia de ti mismo y la entrega al servicio de los demás.

Pero nos cuesta mucho entenderlo porque en juego está nuestra propia renuncia y sacrificio y nosotros buscamos la respuesta rápida y fácil adornada de bienestar y placer. Y todo lo que no sea eso lo consideramos fastidio y mortificación. No asociamos el dolor a la escuela de la madurez y de la perfección, porque el camino fácil nos pierde, mientras que el difícil nos perfecciona.


Danos, SEÑOR, la capacidad de entender el camino que, 
siendo costoso y sacrificado, nos capacita para
alcanzar la perfección que nos llevará
a vivir eternamente tal y como
TÚ nos propone y ofrece. Amén.

sábado, 25 de junio de 2011

SI PEDIMOS BIEN, JESÚS NOS RESPONDE (Mt 8, 5-17)


Cuando pedimos algo ocurre que en la mayoría de las veces lo pedido no es necesario para nuestro crecimiento y madurez humana, y menos espiritual. Siempre, o casi siempre, pedimos para nuestro propio interés personal. Nuestra tendencia natural, por nuestra humanidad caída, se inclina a ser egoísta y, por tanto, nuestras peticiones y deseos son egoístas.

Y, nuestro PADRE DIOS, que sabe lo que  verdaderamente necesitamos para salvarnos, nos da lo que es bueno para nosotros y para poder llegar a su Casa. Es nuestro PADRE, y nos quiere mucho, y como buen PADRE nos da lo que es bueno para nosotros.
Debemos, pues, aprender a pedir y desear, por tanto, sólo aquello que nos sirve para atesorar verdaderos tesoros en el cielo, porque es allí donde está nuestra felicidad eterna. Todo lo demás, aunque necesario, son cosas caducas y su destino es corromperse y desaparecer. Son medios en cuanto nos sirven para recorrer el camino hacia la Casa del PADRE, pero nada más.

Y así lo entendió el Centurión. Pidió, no para sí, sino para los intereses de su siervo. Y de forma humilde, confiada y dispuesto a abajarse por la salud de su criado. Más desapego e interés por  otro, incluso de condición sometida a él, es digna de ser escuchada. Y JESÚS dándose cuenta le escucha y le atiende.

¿Podemos nosotros hacer lo mismo? Esa es la pregunta que hoy nos interpela la Palabra de DIOS. Aprender a pedir el pan nuestro de cada día. Y para ello necesitamos ponernos en Manos del ESPÍRITU SANTO y recabar su ayuda para que, saliendo de nosotros mismos, seamos capaces de pedir, llenos de amor, por el bien de los otros.

Que sepa, DIOS mío, encontrar la luz y la fuerzas
para desapegarme de mí mismo y darme en
generosidad y caridad a mis hermanos.

Te lo pedimos en el nombre de tu HIJO JESÚS
que nos lo ha prometido y enseñado con 
la oración del PADRE Nuestro. Amén.

INQUIETOS HASTA EL ENCUENTRO DEFINITIVO (Lc 1, 57-66. 80)


No cabe duda que encontrar al SEÑOR supone camino, esfuerzo y confianza en ÉL. Eso fue lo que predicó Juan, el Bautista, nacido para eso. Ya, en el vientre de su madre, proclamó la presencia de su primo en el seno de María, con un sobresalto a modo de salutación e indicación delatando su venida y misión.

Más tarde diría que él no era el pensado por el PADRE para salvar a los hombres de sus pecados. Había de venir el Verdadero Mesías, aquel que quitas los pecados del mundo. Treinta y tres años más tarde lo señalaría con su dedo indicándole a sus discípulos que lo siguieran, pues ese era el Verdadero Cordero bajado Cielo.

Juan nos enseña donde está el Camino, la Verdad y la vida, y nos prepara el camino que debemos seguir siendo puente entre él y JESÚS de Nazaret. No hay hombre más grande nacido de mujer, pues su misión nos pone en el verdadero camino de salvación.

Queremos, SEÑOR, seguir tus pasos, y no dejar
de caminar a tu lado. Sabemos, por Juan,
que TÚ eres el verdadero Cordero
que quitas los pecados del
mundo.

Danos, te lo pedimos con todo nuestro corazón,
la valentía, como Juan, de no abandonarte,
de no rechazarte ni dejar de proclamar
tu Mensaje y verdad. Amén.

jueves, 23 de junio de 2011

LAS PALABRAS PRESUPONEN HECHOS (Mt 7, 21-29)


Todos entendemos que, cuando se proclama una cosa y se hace otra, falla algo. Lo que se proclama necesita luego ser materializado. La palabra presupone el hecho, y si eso no es así se está cometiendo una mentira. Y la mentira es falsear la verdad.

Por eso, JESÚS, nos habla de no conocer a aquellos que le dicen SEÑOR, pero que luego no hacen la Voluntad de su PADRE. Porque decir y no hacer es mentir, y si se miente se está negando la verdad de la verdadera amistad y seguimiento. Luego, reclamar la amistad de amigo e hijo es como querer ser admitido con la mentira y el engaño.

Quien ama se descubre en la verdad, y quien ama falsamente se delata en la mentira. Por lo tanto, no me basta con rezar e intimar con JESÚS si esa amistad no me lleva a vivenciar en mi vida las actitudes de la Voluntad del PADRE: "Amar de la misma forma que me ama el PADRE", y el Camino, la Verdad y la Vida es el testimonio del HIJO, JESÚS.

No puedo quedarme sólo en palabras, sino que mi
oración debe transformase en compromiso y
en testimonio.

Y, por eso, SEÑOR, te necesito para que en tu
santo ESPÍRITU encuentre la paz, la 
sabiduría y la fortaleza para
llevar a cabo la vivencia
de mi fe. Amén.

miércoles, 22 de junio de 2011

DE TAL PALO TAL ASTILLA (Mt 7, 15-20)


De lo bueno sólo puede salir lo bueno, pues aquel es bueno sólo dará frutos buenos. Ocurre que en el trascurso de su peregrinar, el cansancio, la fatiga, las dificultades, los tropiezos pueden desviarlo y distraerlo y afectar a la cosecha, pero volverá a prestar atención y a cuidarse para que la cosecha no se vea afectada.

La raíz hundida en la bondad terminará por sacar a la luz lo bueno que lleva dentro a pesar de los avatares climatológicos que le asedian y amenazan. Pero los apoyados en la malicia, aunque puedan engañar y aparentar dar buenos frutos, terminarán por sacar ese mal que atesoran y llevan dentro. Y serán cortados y echados al fuego eterno.

Esa posibilidad, de acabar entre llamas, "el santo temor", nos ayuda a levantarnos y a dirigirnos por el camino de los buenos frutos. No olvidemos nunca de regar nuestro particular jardín, con la oración, la penitencia y la Eucaristía, el mejor abono, para obtener el mejor fruto de él.

Si mi corazón está bien abonado con el agua del 
amor que riegan mis oraciones, mis confesiones
y mi alimento Eucaristico, mis frutos tendrán
la señal de la bondad del verdadero amor
que sólo el amor de DIOS da. Amén.

martes, 21 de junio de 2011

EN LAS DIFICULTADES SE ENCUENTRA EL CAMINO (Mt 7, 6. 12-14)


Se hace difícil negarse, sobre todo cuando la negación consiste en verte a ti mismo como un ser inacabado, imperfecto, lleno de apegos y obstáculos que te impiden darte y servir a los demás como te gustaría que te sirvieran a ti. Pero, más difícil es todavía observar que otros te lo echan en cara y tienes que reconocerlo y aceptarlo.

Y se hace más difícil porque eso ayuda poco. Cuando te lo dicen en tu propia cara y no aceptan que eres así, duele mucho más. Porque te ves impotente de cambiar y se te hace todo cuesta arriba. Necesitas tiempo y comprensión para ir, poco a poco, venciéndote a ti mismo y encontrando las fuerzas necesarias para poder superarte.

JESÚS tuvo mucha paciencia con los Apóstoles, y nuestro PADRE DIOS nos espera y soporta de forma misericordiosa, a pesar de nuestro rechazo e indiferencia, incluso de insultos y desprecios. El hijo prodigo no esperaba ser recibido como el padre lo recibió. Esa debe ser la manera de comportarnos con los demás. De forma paciente y misericordiosa.

Quizás, muchos se pierden en la oscuridad porque no reciben la luz que les ayude a alumbrar sus vidas. Entrar por la puerta estrecha supone tener paciencia con aquellos que nos hacen la vida más dura y la carga más pesada. Busquemos aliviarla en CRISTO.

Dame SEÑOR la fuerzas necesarias para soportar
con paciencia y paz todos los avatares,
dificultades y obstáculos que 
la vida me depara.

Y dame la Gracia de poder superarlos injertado
en TI y guiado por el ESPÍRITU SANTO. Es
el único camino que me conduce a
encontrar y atravesar esa 
puerta estrecha que
me lleva a la
verdadera felicidad. Amén.

lunes, 20 de junio de 2011

NUESTRO IDEAL ES LA VIDA DE LA GRACIA (Mt 6, 19-23; 6, 24-34; Jn 3, 16-18; Mt 7, 1-5)


Los compañeros y hermanos en XTO.JESÚS que acostumbren a leer a diario este blog, habrán observado que desde el jueves, 16, no he reflexionado o meditado hasta hoy. La razón es magnífica y, afortunadamente, Gracia de DIOS, pues he estado en un Cursillo de Cristiandad, concretamente el nº 45, mixto de Lanzarote celebrado en Nazaret.

Obvio es, pues, derramar lo que el ESPÍRITU ha suscitado en mí estos hermosos días, que por otro lado, están contenido en el Evangelio correspondiente a esos días, pues cada día en el Cursillo celebramos la Eucaristía correspondiente. Antes, agradecer en el ESPÍRITU SANTO, sus oraciones y sacrificios en petición para que la Gracia de DIOS se derrame en todos los que de alguna forma participamos en ese Cursillo.

No nos cabe ninguna duda que el hombre, por el hecho de ser hombre, busca ser feliz. Es algo que está impreso y sellado irrevocablemente en su corazón. Y esa felicidad no la puede alcanzar sino en DIOS, porque de ÉL ha venido, y a ÉL volverá.

El mundo en el que vivimos es finito. Ha sido creado para servirnos durante nuestro paso por esta tierra. No tiene otra finalidad. Por lo tanto, hacer de eso un fin y buscar en ello la felicidad es cosa inútil, entre muchas razones porque nosotros estamos llamados a una vida eterna, para SIEMPRE, y el mundo que nos sirve como medio para vivir es finito, sólo nos sirve mientras peregrinamos a nuestra verdadera meta.

Por lo tanto, elegir otros dioses como el dinero, poder, bienes...etc, es perder el tiempo. Son tesoros corruptibles que tienen sus días contados y que nos distraen de nuestro verdadero Ideal. Sólo DIOS basta y esa es nuestra verdadera elección, pues es la única que responde a nuestro mayor deseo: "Ser feliz eternamente".

Pero, nuestra pobreza y pequeñez nos impide comprender y entender tan alto Misterio. Es el ESPÍRITU SANTO quien nos irá, en la medida que nos dejémonos iluminar, alumbrando la verdad de ese gran Ideal al que todos estamos llamados: "La Vida de la Gracia". A nosotros solo nos debe importar ponernos en sus Manos, sin atrevernos a juzgar, para que la acción del ESPÍRITU nos transforme y nos haga hogueras ardientes en el Amor del Único y Eterno SEÑOR.


Sé, SEÑOR, que mi vida será un caminar
corriente arriba hacia TI. Y, también
sé, que siendo difícil ir contra
corriente, otros seres creados
por ti lo consiguen, por
ejemplo el salmón.

¿Por qué, entonces, yo no puedo
conseguirlo, y más con tu
sabiduría y fortaleza?

TÚ me invitas a hacerlo, a recorrer 
el camino sin miedo y con la 
esperanza de saber que
contigo mi victoria 
es segura. Amén.

jueves, 16 de junio de 2011

CONVERSIÓN ES ALCANZAR EL PERDÓN (Mt 6, 7-15)


Ninguno de mis actos, por mucho amor que puedan contener, tendrán sentido si no soy capaz de perdonar a los demás en la misma medida que me perdonan a mí. Porque si yo acepto que otros me perdonen, pero yo no perdono, estoy proclamando mi superioridad y favores, mis desigualdades, mis privilegios y diferencias con los otros. 

Ser amado y no amar es descubrir dentro de mí la soberbia de exigir derechos, favores, mimos y diferencias que me señalan como egoísta e infantil, estancado en mis primeros años en que lo necesitaba todo. Ser amado implica la capacidad de devolver ese amor de forma voluntaria y libre. No exigido sino dado como inercia de que al dar recibes más todavía.

Ser perdonado y no perdonar significa que todavía no hemos madurado en ese amor libre y voluntario de darme en gozo y generosidad. Ser perdonado y no perdonar es considerarme con derechos pero no con deberes. Ser perdonado y no ser capaz de perdonar es excluirme de los humildes y de los pobres, es excluirme de los necesitados de perdón y, por tanto, considerarme con mérito para ser perdonado, pero no para perdonar.

Ser perdonado, pero no perdonar es realizarme como mal hijo, pues siendo perdonado por sus padres no es capaz de perdonar a sus hermanos. Se experimenta como hijo con derechos, cuando todo le ha sido dado, y no como hermano del mismo PADRE, del que todo lo hemos recibido gratuitamente.

Asistir perplejos al perdón de quien, habiéndomelo dado todo gratuitamente, me perdona, a pesar de mi mala administración, desprecio y olvido, entregándose a una muerte de Cruz y abandono, suscita en mí que devuelva lo recibido de la misma forma a los demás, es decir, perdonando.

Ayúdame, PADRE, al perdonar como TÚ perdonas,
que siendo TÚ Dueño y Señor de mi vida,
aceptas mi indiferencia, mi egoísmo
y mi soberbia. Amén.

miércoles, 15 de junio de 2011

TODO SEA DADO GRATUITAMENTE (Mt 6, 1-6. 16-18)


Ocurre que cuando lo que se hace se dice o se quiere publicitar, descubrimos que queremos pregonarlo a los cuatro viento. Y si pregonarlo es porque buscamos, aunque de sin darnos cuenta, nuestra fama, nuestro prestigio y nuestro propio mérito. Pues bien, ya tenemos nuestro premio, ¿qué más queremos?. Ya estamos pagados.

Realmente, nuestros actos no tienen un sentido de gratuidad y de, por tanto, amor, sino que van movidos por nuestro egoísmo de obtener la ganancia de ser admirado, considerado y tratado con honores. La gratuidad de nuestro obrar se mide por el desapego y el interés de que lo que hacemos quede en la oscuridad, en el olvido, en el anonimato de quien lo hace. Ese olvido de mí mismo determina la cantidad de amor con la que me doy en mi servicio y entrega.

Mi público es mi PADRE DIOS , y ÉL sólo debe importarme que juzgue y vea mis actos, pues ÉL sólo puede llegar al fondo de las intenciones de mi corazón. Por lo tanto, cuando haga limosna, oraciones o ayuno no debo anunciarlo ni ponerme en lugares de privilegios o mostrar mi faz cansada para ser destacado por mis actos. Mi PADRE que está en lo secreto lo sabe y me recompensa. Mi único público debe ser mi PADRE DIOS.

DIOS mío, que nada mi importe fuera
de TI. Que todos mis actos sean
fiel reflejo de los tuyos, y
lo único que persiga
sea servirte en
tu presencia. Amén.

martes, 14 de junio de 2011

NO MEREZCO SER LLAMADO TU HIJO (Mt 5, 43-48)

"Amad a vuestros enemigos"

Cuando después de haber derrochado todo lo que me ha sido dado gratuitamente, de creer que verdaderamente me correspondía y eran míos, incluso que me los merecía, me doy cuenta que todo me ha sido dado por amor y gratuitamente. 

Y cuando tomo conciencia de eso percibo humildemente mi pequeñez y que todo pertenece y es Gracia del PADRE. Es así como el hijo prodigo inicia su conversión y su regreso con la actitud de ser considerado, no ya hijo, sino siervo. Y todos sabemos lo que sigue después.

Si DIOS me ama de esa manera, cuando no merezco ser amado así, ¿cómo no voy yo intentar amar de esa manera a aquellos que incluso me odian y me hacen mal? Creo que en la parábola del hijo prodigo tenemos la explicación de esta Palabra que el SEÑOR nos dirige hoy a cada uno de nosotros.

Enciende en mí, SEÑOR, la luz que ilumine
mi vida para tomar las fuerzas de
perdonar como TÚ me 
perdonas. Amén.

lunes, 13 de junio de 2011

EL ODIO ES VENCIDO POR EL PERDÓN (Mt 5, 38-42)

“Han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente, pero yo...

Según tú me hagas, yo te haré. Si tú has matado a muchos de mi partido, yo tendré que matar, y vengarme, a muchos de tu partido. Es la historia de las dos Españas o la historia de muchas familias y de muchos pueblos. Es la justa medida de pagar con la misma moneda que has comparado: "ojo por ojo, o diente por diente".

Sin embargo, esa ley o sentencia experimenta un vacío que no soluciona nada, pues después de su mucha aplicación las heridas siguen abierta, incandescentes, al rojo vivo. Y en la medida que se abunda más en ella, más al rojo vivo se ponen. La venganza y violencia no curan sino que engendran más venganza y violencia. Todos lo hemos experimentado, pero, a pesar de eso, nos vemos impotente para reconducirnos y superarnos. Necesitamos ayuda.

Poner la otra mejilla y no responder a la agresión debe estar apoyado en la verdad, porque con la mentira, a pesar de no responder en violencia, estamos generando otro tipo de violencia que concluye en las mismas consecuencias de venganzas y odios. 

Por eso, contra la muerte y asesinatos de tantos niños inocentes en los vientres de sus propias madres, no hay que levantarse en armas, porque eso generaría más violencia y muertes, pero sí, al poner, la otra mejilla, denunciar por qué se mata impunemente a seres humanos que tienen derecho a la vida como los tienes tú o yo. 

Siguiendo la enseñanza de JESÚS, diríamos: ¿Porque me matas si tengo derecho a la vida como lo tienes tú? ¿Porque quieres quitarme la vida que nuestro PADRE DIOS me ha dado igual que a ti? Si he nacido con ciertas minusvalías, que nuestro PADRE DIOS acepta y me quiere, porque sigue, a pesar de todo eso, siendo mi PADRE, ¿por qué tú me quieres matar?

Creo, humildemente,que la Palabra de DIOS hoy nos puede interpelar sobre la actitud de darnos, de ofrecernos, de entregar no sólo la capa o la túnica, sino si es preciso nuestra vida, pero sin dejar de defenderla y de, al poner la otra mejilla, preguntar, ¿por qué me matas?

SEÑOR, que tenga claro que sólo el amor hará
renacer la paz y la concordia. SEÑOR, que
sepa dejarme conducir en paz y amor
ante las acometidas de los hombres.

SEÑOR, dame la sabiduría de ofrecer siempre
la otra mejilla, antes de levantar mi mano
para aplicar la única justicia que los 
hombres sabemos aplicar:
"ojo por ojo y diente por diente". Amén.

domingo, 12 de junio de 2011

SE NOS HA DADO EL ESPÍRITU SANTO (Jn 20, 19-23)


No sólo fue una promesa, que con eso basta viniendo de quien viene, sino que se realizó aquella noche de recogimiento, de oración y de temor. De forma, que sólo en actitud de recogimiento, de deseo y silencio interior, el ESPÍRITU invade nuestra alma y hace morada en ella.

Y así sucedió, de repente un ruido del cielo penetró entre ellos y se vieron llenos del ESPÍRITU SANTO, sintiendo al unisono fortaleza, sabiduría y don de entendimiento de tal forma que todos aquellos que les oían, le entendían en su propias leguas. Todo lo contrario cuando nos alejamos de DIOS, como ocurrió en Babel, sus lenguas fueron confundidas y nadie entendía a nadie.

La experiencia de estar en el SEÑOR, asistido por el ESPÍRITU SANTO, nos une, nos alumbra, nos abre nuestros corazones para que podamos cumplir el: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado".

Gracias, SEÑOR, por tu Luz, por tu cercanía en
el ESPÍRITU SANTO. Gracias por tu fortaleza,
por tu sabiduría y por la Gracia de
alumbrarnos y darnos la paz de
que con nuestro esfuerzo,
recibido de tu mano
generosa, seamos
 capaces de
 proclamar tu Palabra. Amén.

sábado, 11 de junio de 2011

NO ESTAMOS SOLOS(Jn 21, 20-25)

Tú sígueme
Es el fundamento de nuestra fe. No estamos solos porque JESÚS Resucitó y se les apareció a los Apóstoles y a muchos otros durante 50 días, y por último a Pablo, camino de Damasco. Y continúa en el camino junto a nosotros enviándonos el ESPÍRITU SANTO, de parte del PADRE y en su Nombre. Indudablemente, no estamos solos y esa es nuestra sabiduría, nuestra paz y fortaleza.

JESÚS permanece en cada uno de nosotros sí, nosotros, estamos decididos a permanecer en ÉL. ÉL nos invita, se hace el encontradizo, sale a nuestro encuentro y nos ofrece toda su Misericordia, gracias a la cual somos salvados por su amor. ¿Qué sería de nosotros sin la Misericordia de nuestro PADRE DIOS?

Y para ayudarnos a ese encuentro con ÉL, nos asiste el ESPÍRITU SANTO, dándonos luz, guiándonos y alumbrándonos el camino del SEÑOR. Todo depende de nuestro sí, porque somos libres de aceptarlo o rechazarlo. La Palabra de DIOS, hoy nos interpela y nos pregunta: ¿Estamos dispuesto a seguirle? 

Pedro interpeló al Maestro sobre aquel discípulo que le seguía, y ya conocemos la respuesta de JESÚS. ¿Conozco mi respuesta?

¡SEÑOR!, que no deje de buscarte y de
seguir en tu presencia, aún sin 
entender nada. Sólo
quiero seguirte
porque TÚ
tienes 
Palabra de Vida Eterna. Amén.

viernes, 10 de junio de 2011

TODOS BUSCAMOS A DIOS (Jn 21, 15-19)


Estoy convencido, aunque las circunstancias a veces parezcan otras, que todos los hombres y mujeres buscan a DIOS. Y lo estoy porque, en primer lugar son hijos de DIOS, y el hijo busca siempre al padre. Y segundo, porque todos queremos encontrar la verdadera felicidad y, esa, se encuentra sólo en DIOS.

Ocurre que muchos no queremos reconocerlo, nos parece cosa de niños y, según nuestra razón, pensamos que la felicidad está en dar cumplimiento a todas nuestras inclinaciones carnales y sensoriales para sentirnos corporalmente satisfechos. 

Otros, aun presentando lucha, nos desanimamos pronto y damos por imposible oponernos con nuestra libertad y voluntad a las pasiones que nos dominan. Queremos hacerlo a nuestro modo y sin ayuda, y eso si que es imposible. Sin el ESPÍRITU SANTO nada podemos lograr.

Y otros nos autoconvencemos que el camino de la felicidad y el gozo no está en mortificarnos en una lucha inútil contra nosotros mismos y el mundo, sino en dejarnos arrastrar satisfactoriamente y dar cabida al bienestar de la vida viviendo lo mejor y más cómodo posible. Al final terminamos sometidos al capricho de nuestros propios egos.
Pero todos buscamos, muchos sin saberlo, al verdadero DIOS, porque dentro de nosotros llevamos el sello del deseo de ser feliz y, no para un tiempo, sino eternamente. Y experimentamos que cuando verdaderamente amamos gratuitamente es cuando sentimos la verdadera felicidad y gozo. Ese deseo de ser feliz eternamente y experimentarlo cuando amamos de verdad es el Amor de DIOS que vive en nosotros.

Quizás, la pregunta insistente de JESÚS a Pedro, por tres veces. "Me amas", quiere hacernos caer en la insistencia de que DIOS está pendiente de nosotros, de que nos espera, de que si realmente estamos a su lado, podemos vencer todas aquellas dificultades que nos van a salir al paso en nuestra vida, y aunque no las queramos, si podemos vencerla injertados en el Amor de CRISTO.

Te busco, SEÑOR, sin descanso, pero quizás te
busco donde no te encuentras. Te busco en
mi propia satisfacción, en mis caprichos,
en mis comodidades, en procurarme 
  mis egoísmos y toda fuente de
felicidad.

Pero nada encuentro que permanezca, y
cuando vuelve la insatisfacción, el
desespero, la angustiosa y
incesante búsqueda me
doy cuenta que sólo 
en TI está lo 
eterno y perdurable. Amén.

jueves, 9 de junio de 2011

ES PARA QUEDARSE DE PIEDRA (Jn 17, 20-26)


No nos damos cuenta de lo que decimos, y digo esto, porque por mucho que queramos caer en la cuenta no podemos tomar conciencia ni valorar la grandeza del Amor de DIOS. No valemos nada porque nada somos. Todo lo hemos recibido gratuitamente y por su Amor, de nuestro PADRE DIOS. Y, encima, JESÚS nos da la Gloria recibida del PADRE para que seamos todos uno, "nos amemos como ellos, PADRE e HIJO se aman", y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí. 

Si fuésemos capaz de comprender esto, de apreciarlo, indudablemente procederíamos de otra forma. Esto puede valernos para darnos cuenta de nuestra pequeñez, de nuestra lejanía, de nuestra humanidad ignorante y torpe, y ayudarnos a abajarnos, a humillarnos y a ser esclavos del SEÑOR. Simplemente, fue lo que hizo María, alabar la grandeza del SEÑOR porque ha hecho maravillas en su humilde esclava.

Sólo en la medida que logremos vivir en calidad de verdaderos hijos de DIOS, y sentirnos sus verdaderos hijos, creados gratuitamente y libremente por amor, podremos empezar a descubrir la grandeza de ser sus hijos. Sólo ÉL podrá despertar en nosotros la luz de tomar conciencia de la maravilla de pertenecerles, no como siervos o esclavos, sino como verdaderos hijos y hermanos en su HIJO JESÚS.

DIOS mío, dame la clarividencia de entender y sentir
que TÚ eres mi verdadero y Único PADRE, que me
has creado y amas hasta entregarte, en tu
HIJO JESÚS, en una muerte de Cruz
como rescate por nuestros 
pecados. Amén.

miércoles, 8 de junio de 2011

NUESTRA IDENTIDAD ES LA ALEGRÍA, A PESAR DE LAS TRIBULACIONES (Jn 17, 11b-19)


No cabe duda que ante la experiencia de nuestra fe y nuestra vida por este mundo nos quedamos, en muchos momentos, perplejos y desconcertados. Aparentemente, según nuestra forma de ver las cosas, no coincide el estar alegre con lo que nos depara la propia vida. Por un lado queremos y deseamos estar alegres, ¿quién no quiere ser feliz?, pero por otro, las circunstancias y aconteceres de nuestra vida no nos deja.

Sólo hay un camino, injertarnos en JESÚS guiados por el ESPÍRITU SANTO. Porque sólo en ÉL está la verdadera felicidad que buscamos. Es verdad que el camino para permanecer en ÉL nos depara peligros, padeceres, sufrimientos, desprecios, burlas, y hasta la propia muerte, pero detrás de ese abandono y confiar en ÉL se encuentra el gozo y la felicidad que buscamos, y además adornada por el regalo de la eternidad. Precisamente, el mayor deseo que está escrito dentro de nuestro corazón.

Ese es el premio de la fe en JESÚS, la única que nos puede salvar. Y que como todo en este mundo necesita de la prueba de darse antes del recibir, del confiar antes del ver, del abandonarse antes del resistir, pues esa es la condición del ser libre, la de poder elegir entre el camino del amor y la felicidad eterna, o del egoísmo y la muerte eterna.

Toda mi vida, SEÑOR, estaré inquieto y 
en búsqueda de la fuente que 
pueda saciar mi fe.

Sólo TÚ, SEÑOR, puedes hacerlo, pero
esperas que yo te lo pida y que 
confíe en TI. Y esa es mi
petición, SEÑOR, que
algún día pueda
descansar eternamente en TI. AMÉN.

martes, 7 de junio de 2011

¿CONOZCO A MI PADRE? (Jn 17, 1-11)


El conocimiento es el que nos hace crecer en confianza, en amistad y, como consecuencia, en la fe hacia una persona. Sin relación y conocimiento difícilmente podemos a intimar y conocer a alguien. Por eso, nuestro PADRE DIOS envío a su HIJO para que diera testimonio de ÉL y le manifestará y proclamará a los hombres, sus hijos.

Por JESÚS conocemos a nuestro PADRE DIOS, y sabemos que es un PADRE amoroso que nos quiere y nos perdona. Sabemos de su gran Misericordia y de su amor hasta entregarnos a su HIJO JESÚS a una muerte de Cruz para salvarnos y eternizarnos.

Porque nuestro PADRE DIOS quiere que vivamos eternamente a su lado. Esa es su propuesta de amor y nos la manda con su HIJO JESÚS, que viene a enseñarnos y a decirnos quien es el PADRE y cuanto nos quiere. Por eso, sin el conocimiento del PADRE no podremos amarle, porque para amar, primero hay que conocer.

PADRE del Cielo, dame la sabiduría de escuchar a 
tu HIJO JESÚS, en el ESPÍRITU SANTO, para
iluminado en la Verdad, sepa conocer y
discernir libremente cuanto amor
me tienes y que sólo en TI
está la vida eterna que deseo. Amén.

lunes, 6 de junio de 2011

ESTAMOS LLAMADOS A VENCER ( Jn 16, 29-33)

 “Les digo esto para que encuentren la paz en...   

Hay muchos momentos que desesperamos, que nuestra ilusión se viene abajo y que nos sentimos desfallecer. Hay muchos momentos que pasa por nuestra mente el dejar el camino, el abandonar y dejarnos llevar por la corriente fácil y cómoda: "Lo que hace todo el mundo y lo que, aparentemente, parece lo normal y natural.

Y es que seguir a JESÚS de Nazaret es enormemente difícil, costoso y duro. No sólo por las dificultades que encierra la lucha contra mi mismo, sino también contra el ambiente que me rodea y la oposición de aquellos que se ven delatados con mi testimonio y ejemplo. Soy un estorbo para aquellos que, con mi vida, proclamo que sí, que realmente se puede como nos has dicho JESÚS: «En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo».

Porque mi testimonio estorba y molesta como sucedió con JESÚS, y procede borrarlo, quitarlo del medio para que no interpele ni moleste más. Para que permita vivir tranquilos a aquellos cuyos objetivos mundanos y egoístas anidan en sus corazones. Y seremos calumniados, perseguidos, mal mirados y marginados, incluso hasta dentro de la propia Iglesia.

Sé, SEÑOR, que necesito paz, sabiduría y fortaleza,
para hacerme fuerte y vencerme, primero a mí
mismo, segundo al mundo que me envuelve y
rodea con sus  tentaciones, y tercero, a 
todos aquellos que les molesto 
con mi vida. Amén.

domingo, 5 de junio de 2011

EN EL CIELO Y EN LA TIERRA (Mt 28, 16-20)


Nuestra meta final es responder a la llamada de nuestro PADRE, porque para un hijo no hay cosa más grande que parecerse a su PADRE y responderle según su voluntad. Pues bien, hemos sido creado a imagen y semejanza de nuestro PADRE DIOS, y nuestra meta es vivir tal y como ÉL quiere que vivamos.

Se trata, simplemente, de ser lo que realmente somos, es decir, verdaderos hijos de DIOS, y como tal, responder a esa misión y vocación inherente a nuestra propia esencia y naturaleza. No hay otra respuesta más digna y grande que vivir según la voluntad de nuestro PADRE.

Y, en medio, está el premio, no en sí mismo un fin, sino como resultado de hacer, como verdadero hijo su Voluntad, la plena felicidad de vivir eternamente gozoso a su lado.

DIOS mío, que sepa responderte como verdadero
hijo. Ilumina mi camino para que encuentre
y descubra mi verdadera vocación, que
no es otra sino la de vivir en
constante alabanza y
adoración en tu presencia. Amén.

sábado, 4 de junio de 2011

EN, POR Y CON CRISTO SOMOS HIJOS DE DIOS (Jn 16, 23-28)

…pedid, y recibiréis…

Cuantas cosas hemos pedido a nuestros padres de la tierra, a esos padres que DIOS, nuestro verdadero y único PADRE, nos ha regalado aquí en la tierra. Y cuantas cosa hemos recibido de ellos. También, se nos ha sido negadas otras tantas porque, posiblemente, no nos convenía que nos fuesen dadas.

JESÚS, nos recuerda en el Evangelio de hoy que todo aquello que pidamos al PADRE nos lo dará en su nombre. Pero eso no significa que pidamos lo que nosotros queramos, porque nosotros no sabemos pedir. Entendemos que la felicidad está en las cosas de la tierra y experimentamos que esas cosas no nos satisfacen plenamente. Siempre estamos insaciable y queremos más.

Pidamos aquello que nos colma de plena felicidad, y eso pasa por buscar el Reino de DIOS, esa agua que nos sacia para siempre y salta hasta la vida eterna. Esa agua que pidió, en su encuentro con JESÚS, la mujer samaritana. Porque esa es la felicidad que todos buscamos, la que nos sacia eternamente, y esa felicidad está en el PADRE del cielo al que JESÚS nos remite en su nombre.

SEÑOR, cuantas cosas que no necesito ni me
sirven para mi felicidad verdadera te
pediría. Enséñame a pedir y poner
en Manos del ESPÍRITU SANTO
lo que verdaderamente
necesito para ser feliz. Amén.

viernes, 3 de junio de 2011

LA ÚNICA Y VERDADERA SALIDA (Jn 16, 20-23a)

Les aseguro que ustedes van ...

Nadie escapa a la enfermedad, a las tribulaciones, a los peligros, a los sufrimientos, a todo tipo de mal que anidan en este mundo. Por mucho que tratemos de evitarlo siempre estará acechándonos y, tarde o temprano, caerá sobre nosotros directamente o indirectamente en algunos de nuestros familiares, íntimos o que están cerca de nosotros.

En algún momento, por muy bien que nos vaya la vida, tendremos que enfrentarnos a nuestro último día en este mundo, y ese presentimiento nos hace vivir en una lucha constante por mantenernos fuera de todo peligro. Sin embargo, sabemos que llegará.

Ante esta realidad, el hombre es un ser esperanzado hasta tal fin que aquel hombre que no tiene esperanza es un hombre muerto. Vivimos en la esperanza de vencer al mal y de vivir eternamente. Muchos que no lo creen, sí realmente lo desean y les gustaría aspirar a eso. Pues bien, JESÚS nos lo promete hoy: ""Vuestra tristeza se convertirá en alegría".

Y esa es nuestra esperanza, porque no lo dice cualquiera, sino JESÚS de Nazaret, el HIJO de DIOS vivo, hecho hombre. Y ÉL tiene Palabra de vida eterna. Por eso, a pesar de nuestras tristezas, dificultades, persecuciones, peligros, enfermedades...vivimos en la esperanza de resucitar en la alegría y el gozo eterno. Realmente vale la pena entenderlo así porque es nuestra única salida. Quieras o no quieras, creas o no creas, nadie escapará al sufrimiento y la muerte, por lo tanto, es de buen gusto e inteligente acercarse a oír lo que dice el SEÑOR.

Lo que busco es mi felicidad, no puedo escapar a ella,
pero, experimento que en este mundo no la 
puedo encontrar. Las cosas de aquí
abajo son efímeras, caducas.

Sólo TÚ, SEÑOR, puedes darme lo que quiero, y
tu Voluntad es que sea feliz y eterno. Lo 
mismo que yo deseo. Haz, SEÑOR, 
que tenga la sabiduría de
acercarme a TI y dejarme 
interpelar por tu Palabra. amén

jueves, 2 de junio de 2011

UN CAMINO MARCADO POR EL DOLOR (Jn 16, 16-20)

Pascua. Lo más importante es la alegría de ver la gloria.

Sí, es difícil de entender y hasta de explicar. ¿Cómo decir a un joven que el camino de la felicidad es ir contra la propia felicidad que te ofrece este mundo? ¿Cómo decirle a una persona de cualquier edad que la felicidad verdadera, la que todos buscamos, está en aceptar la enfermedad, el sufrimiento de tus propias circunstancias, la aceptación de ese hijo que te trae de cabeza, la falta de trabajo, los conflictos matrimoniales...etc?

¿Cómo proponerles a los hombres y mujeres que lloren y se lamenten, mientras el mundo está alegre? Porque nuestro amor, libre y voluntario, a JESÚS de Nazaret está marcado por las dudas, las cruces y obstáculos que nacen dentro de nosotros y, también, por aquellos otros que vienen de nuestro propio entorno y circunstancias. Por eso nos es muy difícil proponer y ofrecer la Buena Noticia. Si no difícil proclamarla, si difícil ser aceptada.

Son los pobres, aquellos que ya sufren enfermedades, soledad, guerras, o han vivido la experiencia de hartarse de las cosas, que este mundo caduco les ofrece, como aparente fuente de felicidad, los que están en mejor disposición para aceptar la Palabra del SEÑOR. Y, por eso, a ellos va dirigidas, porque ellos están deseosos de encontrar esperanza y una Palabra que los consuele y les dé nueva vida: "La vida eterna y gozosa".

Gracias, SEÑOR, por padecer esta tristeza previa al
encuentro de la verdadera alegría y felicidad.

Hoy siento que tu ESPÍRITU me empieza 
a reconfortar de nuevo ante el 
desánimo de no encontrar
respuesta en la gente.

Porque en el encuentro contigo se hace
necesario fiarse de TI, y depositar
toda nuestra confianza en tu 
Palabra. Sólo así, nuestra
tristeza se convertirá
en alegría. Amén.

miércoles, 1 de junio de 2011

¿POR QUÉ NO ABRIMOS LOS OJOS? ¿ESTAMOS CIEGOS? (Jn 16, 12-15)

Mucho me queda por deciros, pero no podéis con ello por ...

Vengo de la calle, del bullicio de los comercio, de las compras, de las prisas y de cada uno buscando solucionar sus problemas, pero, ¿cuál es el problema? Porque mañana habrá otros problemas y otros interrogantes, y nunca se terminarán. Luego, ¿a donde voy con estas prisas, preocupaciones y búsquedas de soluciones?

Me encontré con un amigo, hacia ya tiempo que no lo veía. Antes, en la juventud, era vecino y nos veíamos todos los días. No es creyente, y sigue sin creer. No cree en JESÚS ni tampoco en su Iglesia.Tiene edad para estar jubilado, buena posición económica, soltero pero con hijos pero atado al trabajo. Confiesa que no sabe hacer otra cosa. Y quemará su vida detrás del mostrador de su comercio sin experimentar la esperanza de una vida eternamente feliz.

Porque no conocen, ni quieren conocer al ESPÍRITU SANTO. Están cegados a la verdad, a la verdadera verdad. Se niegan a abrirse y a escuchar lo que el ESPÍRITU SANTO nos quiere decir de parte del PADRE y del HIJO. Su esperanza está en las cosas del este mundo y no se da cuenta que su vida termina de la misma forma que terminan las cosas de este mundo. Sólo espera a morir sin esperanza, pues sólo cree en sus propias ideas y se cierra a todo lo demás. Creo que lleva mucho tiempo muerto aunque él no lo perciba.

Realmente, me quedo perplejo, apenado y triste. Sé que no reacciona. Esta cogido fuertemente, apegado a este mundo. Y solo se me ocurre rezar:

PADRE del Cielo, TÚ que nos diste a tu HIJO JESÚS
para enseñarnos a hacer tu Voluntad y para
conocer tu amor y misericordia, haz 
que también sepamos dejar que
el ESPÍRITU SANTO nos dirija
y nos guie por el camino
de la verdad y el amor. Amén.