Y permanecemos ciegos, incluso hasta cuando ya es demasiado tarde. Es bueno reflexionar y constatar que este cuento en forma de parábola usado por Jesús tiene mucho de actual y se refleja en la vida de cada uno. Nos vendría bien escucharlo y reflexionarlo tranquilamente. Quizás por medio de esta parábola, hoy, el Señor quiera decirnos algo.
No se te van a pedir tus éxitos, sino el amor que hayas gastado en beneficio de los demás.
sábado, 2 de marzo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.