lunes, 26 de mayo de 2025

UN TESTIMONIO DE CRUZ

El camino a recorrer es un camino de cruz. Eso significa que seremos perseguidos, odiados y martirizados hasta el extremo de nuestra propia muerte. Sufriremos el mismo camino que sufrió nuestro Señor. Precisamente, es eso lo que se está acaeciendo en nuestra propia época, hasta el punto de que podemos decir que todos los días muere algún cristiano perseguido en alguna parte.

Sin embargo, ¿qué hacemos nosotros? Pues, si queremos seguir a nuestro Señor, nuestra respuesta debe ser la misericordia, manifestada en nuestras obras, palabras y actitud de vida. Seguir a Jesús es tratar de imitarle asemejando nuestra vida a la suya. Y eso solo lo podemos realizar abiertos a la acción del Espíritu Santo. Espíritu Santo que nos promete Jesús: (Jn 15,26—16,4): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, Él dará testimonio de …

Por tanto, nuestra actitud debe ser esa: abrirnos a la acción del Paráclito y, por su Gracia, vivir en la actitud de hacer la Voluntad del Padre, tal y como hizo Jesús. Eso sí, consciente de nuestras debilidades y pecados, pero, también conscientes de que estamos asistidos por la Gracia del Espíritu Santo, y unidos a Él podemos hacer que lo imposible sea posible. Amén.