lunes, 2 de junio de 2025

YO HE VENCIDO AL MUNDO

Y en nuestra esperanza está la impronta de que también nosotros venceremos. La tarea es, aparte de ingente, durísima, hasta el extremo de que no podemos con ella. Y Jesús lo sabe, nos conoce a la perfección. Es evidente que queremos a Jesús, y, por supuesto, seguirle, pero el mundo, demonio y carne nos pueden, y seducen nuestras pasiones, apetencias y deseos hasta el extremo de debilitarnos y de darle la espalda a nuestro Señor.

Sin embargo, a todo esto, Jesús, el Señor, responde, no con quejas e insultos, sino con ánimo y esperanza. Nos invita a perseverar, a seguirle y a comprobar que Él vencerá al mundo y a la muerte con su Resurrección. Sus Palabras nos llenan de esperanza y de vida eterna. Y así lo vamos evidenciando en nuestro camino a lo largo de nuestra vida.

Precisamente, ayer domingo celebrábamos la Resurrección del Señor. ¡Jesús, como nos ha prometido, ha Resucitado! ¡Y ha vencido a la muerte! ¡Su Palabra es Palabra de Vida Eterna! ¡Y volverá de nuevo, como nos ha dicho para, resucitados, ir con Él a esa moradas que también nos ha prometido!