Detrás de este refrán: «El último
ríe mejor», se esconde la realidad de nuestra vida. Porque, y es evidente, que lo
verdaderamente importante no es lo que aquí tengamos y gocemos, sino lo que
pasará después. Por una sencilla razón, el tiempo de aquí abajo se acaba, y por
muy bien que lo pasemos, lo importante es el otro tiempo, el eterno, porque ese
nunca acabará. Y si, por muy bien que lo pasemos aquí, luego vamos a estar «Siempre»
sufriendo, no parece que compensa ni vale la pena tanto gozo en este mundo.
Y no son razonamientos mío,
es Palabra de Dios: (Jn 16,20-23a): En
aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo
que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero …
De modo que te pertenece a ti sacar tus propios razonamientos y elegir donde quieres pasar «dolor de parto de felicidad», primero, aquí en este mundo o, para siempre, en el otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.