Cuando estás tratando de permanecer
en el Amor del Señor, estás tratando de corresponder a su amor. En esa actitud
de agradecimiento, el amor que recibes lo tratas de transmitir a los demás. Esa
es la misión, que se cumple en la medida que permaneces en el amor de Jesús, el
Señor.
Es evidente que solo permaneciendo
en el Señor, podemos también nosotros dar amor de ese Amor que recibimos del
Señor. De ahí lo vital y fundamental que es permanecer en el Señor. Si no
estamos en Él, ¿qué clase de amor vamos a dar? Solo amando al que nos ha Amado
primero, hasta el extremo de dar su Vida por la nuestra, aprenderemos a amar
como Él nos ama.
En realidad, si tomamos conciencia del Amor de Jesús, todo consiste en corresponderle de la misma manera. Eso nos deriva a amar a los demás como Él nos ama. Todo consiste simplemente en eso. Ahora, sin Él nada podremos hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.