domingo, 9 de diciembre de 2012

ALLANAD EL CAMINO

 

Son palabras que salen de la boca de Juan el Bautista. Son palabras que nos suenan y nos recuerdan que los caminos son asperos, duros y difíciles y necesitan ser igualados y allanados. Juan, en el desierto, predica este mensaje.
Necesitamos cambiar de rumbo y aspirar a lo que realmente sentimos dentro de nosotros. Estamos hechos para la vida, pero una vida de eternidad y de felicidad. Aspirar a ideal más pequeño no es digno del hombre, porque fue creado para nunca más morir.
Es de sentido común pensar que una vez creados , sería absurdo tener un fin mediocre sin ninguna aspiración. Algo en nuestro corazón nos inquieta y nos descubre que estamos hechos para la vida feliz y eterna. Sería un absurdo y disparate renunciar a esta propuesta.
Y Juan nos descubre esta realidad, esta aspiración. Nos mueve a convertirnos, a dar un giro de 360 grados en nuestra vida y limpiarla de toda impureza, de todo desperfecto, de todo aquello que la convierte en obstáculo, en aspera, en desigual, en injusticia, en pecado.
Llega el tiempo de salvación y necesitamos  convertir nuestro corazón para encontrar el verdadero camino de la verdad y la vida. ¿Verdaderamente estamos atentos, dispuestos y abiertos a que entre esa actitud que predicó Juan el Bautista en nuestro corazón?, pues pronto celebraremos el nacimiento de esa Palabra hecha carne.

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