miércoles, 3 de abril de 2024

RECONOCIDO AL PARTIR EL PAN

Nuestro encuentro con el Señor llega a través de la Cruz. Su muerte nos pone en camino y su Resurrección prende fuego a nuestro corazón hasta el punto de despertarnos, abrir nuestros ojos y volver llenos de alegría y esperanza a la comunidad.

En nuestro caso a la parroquia, al grupo, a los amigos que comparten nuestra fe y a todos aquellos que buscan el gozo y la alegría de la vida eterna en plenitud de gozo y felicidad.

Hay muchos gestos con los que podemos reconocer a Jesús. Aquellos dos discípulos - Lc 24, 13-35 - se encontraron con Jesús a la hora de partir el pan. Ese fue el gesto que les puso en camino y en el encuentro.

 ¿Cuál puede ser el que nos haga a nosotros ponernos en camino?: ¿Quizás aquel amigo?; ¿aquella palabra?; ¿aquella frase?; ¿aquel testimonio?

Es evidente que para que eso se produzca hay que tener el corazón abierto a ser prendido del fuego del amor. Hay que tener la disponibilidad de buscar y encontrarse con Jesús. Hay que estar en espera, en búsqueda, en actitud de encuentro. Hay que tener esperanza de que Jesús es el Hijo de Dios y su Palabra es Eterna.

En esas intenciones y actitudes, el encuentro tendrá lugar. ¿Cuándo? Posiblemente no lo sepamos, pero si tendremos esperanza de que llegará. El Hijo de Dios ha venido expresamente para eso y su Misericordia es Infinita. Basta que tu corazón reconozca su Divinidad, su Infinito Amor Misericordioso y su Palabra de Salvación Eterna para que seas perdonado y, en consecuencia, invitado al Banquete Eterno. Véase el buen ladrón (Lc 23, 39-43).