lunes, 28 de abril de 2025

UN NACIMIENTO NUEVO

Una forma nueva de pensar, de ver las cosas y de sentirlas. Y para eso es imprescindible nacer del Espíritu y tomar sus valores, muy diferentes a los nuestros. De ahí que para ver el Reino de Dios hay que transformarse plenamente con el agua y el Espíritu del Bautismo. Porque, sólo, en y con el Espíritu Santo, podemos transformar nuestro corazón endurecido en un corazón suave, bueno, humilde, generoso, paciente y comprensivo.

Y capaz de darnos con gratuidad, con misericordia,  con compasión; con preferencia por los más débiles, necesitados y pobres. Y todo eso apoyados y confiados en Dios. Porque, nuestros valores son totalmente contrarios a los del Reino, y sólo inmersos en el Espíritu Santo podemos cambiarlos. De ahí que necesitamos nacer de nuevo, un nacimiento en el Espíritu Santo que nos cambie interiormente nuestros valores y manera de ver las cosas  con preferencia para los más desfavorecidos, marginados y excluidos.