viernes, 27 de junio de 2025

UN AMOR DESBORDANTE E INMENSO

Lc 15, 3-7

    Nunca llegaremos a entender el inmenso Amor con el que nuestro Padre Dios nos ama. Es tan grande que nos desborda hasta el extremo de no poder ni imaginarnos. Un Amor que nos ama más allá de nuestras infidelidades, debilidades y pecados. Un Amor que ama inmensamente a la humanidad – creada por Él, y a cada persona de manera singular y concreta.
    De manera que perdida una oveja, deja el rebaño a buen recaudo y sale, a riesgo de su vida, a buscar a la oveja perdida. Es es la parábola con la que Jesús nos describe y nos revela el Infinite e inmenso Amor de su Padre.

    —¿Encuentras tú, Pedro, a algún pastor que llegue a ese extremo, a dar su vida por salvar a una sola oveja? La verdad es que me quedo sin palabra y sin referencia en este mundo.
    —Tienes razón. Nadie es capaz de entregar su vida por una sola oveja.
    —Es que para nuestro Padre Dios, cada uno de sus hijos son de vital importancia. Precisamente, su Hijo, nuestro Señor, entrega su Vida por todos, incluso con el mismo Amor y valor  por el más pequeño e insignificante que consideremos. Para Él todos valemos lo mismo. Su Amor es Infinito y Misericordioso.
    —No cabe ninguna duda que la parábola que nos dice hoy el Señor es espeluznante, nos pone la piel de gallina, y nos deja asombrado, ¡Cuánto Amor nos tiene el Señor!
     —Ciertamente, no nos lo podemos imaginar.

    Los dos amigos decidieron hacer una oración y pedir esa sabiduría, fortaleza y paz para, a pesar de no poder, ni entender ni imaginar ese inmenso Amor con el que Dios nos quiere, sí, al menos, estar agradecidos y ser fiel a su Palabra, poniendo, con la ayuda y asistencia del Espíritu Santo, todo su esfuerzo en hacer su Voluntad. Simplemente, amar y amar, tal y como Él nos Ama.